IV

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Me detuve ante la puerta del profesor Byun, ajustando mi pelo. Asegurándome de que mi busto era visible. Me había quitado las bragas y las había metido en mi bolso. Mi coño ya estaba empezando a humedecerse con el pensamiento de los dedos del profesor masajeando mi clítoris. Golpeé la puerta y la abrí.
El profesor estaba sentado detrás de su enorme escritorio, estaba golpeando con impaciencia con un lápiz contra el escritorio.

—Hola profesor.
—__________, pasa y siéntate.

Apreté mis labios mientras me sentaba, acomodando mi falda debajo de mí.

—Tengo tu examen aquí, —dijo Baekhyun moviendo las hojas de papel delante de mí. —Has hecho un mal examen, mucho peor de lo que pensaba.
—Lo siento, profesor —murmuré.

Él levanto una ceja y me mostró la prueba llena de marcas rojas.

—Bien, vamos a seguir con esto. Estábamos en la pregunta tres.

Me incliné hacia delante y miré la mesa.

—No puedo leer el examen desde aquí.

Baekhyun me miró con suspicacia y le hizo señas a la silla a su lado. Me levanté y me senté junto a él, crucé las piernas. Sabía que si miraba hacia abajo se iba a dar cuenta que no traía ropa interior.

— ¿Recuerdas la ecuación de la fuerza, __________?

Mordí mi labio, pretendiendo verme como si estuviera pensando.

—Um, no.

Dejó la prueba con un suspiro y se quitó las gafas.

— ¿Recuerdas algo de mi clase? No eres más que una estúpida puta, ¿No?

El calor subió por mis mejillas.

—Uh...
—Vamos quiero que me lo digas —tomó mi muñeca y la apretó dolorosamente. Su mirada estaba fija en mis pechos.
—Soy una estúpida puta —me sentí ridícula diciéndolo, pero la ira del profesor empezó a despertarme. Podía sentir los jugos de mi coño corriendo por mis muslos.
El desgarró mi blusa y movió los tirantes de mi sujetador. Luego me quitó el sostén, exponiendo mis grandes pechos. El impacto atravesó mi estómago cuando enterró su cara en mis pechos y los hizo chocar entre sí.

— ¡Oh, profesor! —jadeé cuando comenzó a lamerlos y chuparlos. Grité mientras mordía mis pezones y los chupaba con fuerza. Se hizo hacia atrás, con una mirada vidriosa en sus ojos.

— ¡Ahora levántate y dóblate sobre el escritorio!
De repente, me sentí nerviosa. Me mordí el labio por la anticipación. —

Por favor, profesor. »Byun Baekhyun & túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora