Segunda parte.

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¡Maldita sea! ¿Por qué no puedo encontrarlos?

E-e-ellos deben estar cerca. Deben estarlo, porque o sino no podría oírlos.

Tenía razón. Estaba cerca. Pero eran sus nervios los que la hacían andar en círculos y que le impedían avanzar.

Y todo se puso peor cuando, a raíz del estrés, comenzó a torturarse a sí misma al pensar un sinfín de cosas.

¿Y si no los encuentro? ¿Qué pasa si no llego y Klaus mata a Tyler? ¿Qué pasa si lo mata y esconde todo por temor a perderme?

¿Me perdería? ¿Dejaría a Klaus?

¿Acaso sigo sintiendo cosas por Tyler?

No podía avanzar.

No podía dejar de preguntarse si aún quería a Tyler.

No podía dejar de preguntarse por qué el la había dejado en un principio.

No podía dejar de imaginar las mil y una formas que podrían ocurrírsele a Klaus para torturarlo.

No podía dejar de verlo con una sonrisa trinfal en su rostro, mientras sostenía el corazón de Tyler.

¡Klaus me prometió que lo dejaría libre! ¡Me prometió que no le haría daño! ¡No abandonaría su promesa! ¡No después de todo lo que hemos vivido juntos.

Y sus sollozos silenciosos se transformaron en gritos desgarradores después de minutos.

¡Sé que fui una terrible humana y que al no serlo más no debería acudir a ti, pero no sé que más hacer! , se dirigió a Dios a través de súplicas. ¡Por favor no dejes que le haga daño!

¡ Por favor no dejes que se convierta en el monstruo que yo estoy segura que no existe!

-Caroline nunca sintió amor por mí, Klaus -dijo Tyler, con resentimiento-. Si lo hubiera hecho, no habría corrido a tus brazos cuando necesitaba de su apoyo.

-Apoyo para matarme.

-Exacto.

-¿Te estás escuchando? Profesabas un amor por ella, y sólo la querías retener para llevar a cabo una venganza.

-Venganza que era totalmente correcta -señaló.

-Quizás para ti. Pero no para ella.

¡No era correcta para ella porque tú le llenaste la cabeza de mierda!

-No, eso no fue lo que pasó -sonrió orgulloso- Caroline se enamoró de mí.

¡Enamorarse! -pronunció Tyler con ironía-. Ella no sería capaz de amar a un mostruo como tú.

-Monstruo -dijo, Klaus-, que te convirtió en lo que eres hoy -Tyler retrocedió unos pasos-. Andas por la vida negando ser como yo, sin embargo, utilizas el poder de híbrido para tus beneficios -Klaus se detuvo un segundo y lo estudió-. Te crees superior al resto.

-Como tú.

-Nunca he negado mi egocentrismo -señaló-. Tú sí. Eres desagradable. Sabes que tu mordedura es letal, y por ese simple hecho intimidas al resto.

-¿Por qué siempre buscas la forma de hacernos lucir iguales?

-Porque lo somos, Tyler -dijo, secamente-. Somos iguales, aunque tú lo niegues un millón de veces.

-¡No! ¡No somos iguales! ¡No lo somos -gritó Quizás yo no soy mejor que tú, pero de todos modos superas cualquier nivel de crueldad!

-Sí, soy cruel. Pero tú gual -sonrió-. Además, cruel o no, Caroline se fijó en mí. Cree que puedo ser salvado.

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⏰ Última actualización: Jun 22, 2015 ⏰

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Y eso me basta, CarolineDonde viven las historias. Descúbrelo ahora