Uno

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Una mañana tranquila y cálida se posaba en el planeta supremo del universo 7.

Ahora mismo todo era tranquilidad y calma en cualquiera de los alrededores que uno se pudiera cruzar, pues la paz y armonía reinaba sin igual en ese prestigiado planeta.

--¡Eso es imposible! ¡¿Cómo pudo ganarme Supremo?! ¡¡Es injusto!!

O casi siempre.

Hoy era lunes, un tranquilo y divertido lunes para alumno y maestro, los cuales ahora mismo discutían por la victoria que se había hecho segundos atrás por el Shin-jin de mayor cargo, quien por cierto, miraba muy divertido a su alumno.

--No es injusticia Shin, el ajedrez es un interesante juego de estrategias, donde uno fácilmente puede detectar el nivel que el otro tiene para liderar un ejército. Si pierdes, aun no estás listo para reinar, pero si ganas y mantienes al rey vivo, entonces tienes la capacidad de cuidar y manejar una multitud--Con calma y sabiduría hablaba el supremo de aquel lugar, aun después de ser un cómico y regordete Shin-jin, cuando se trataba de enseñar y sobre todo explicar las responsabilidades de un supremo, ese extraño y ''Aburrido'' lado, salía rápidamente a la luz.

--Pero señor, si usted me está diciendo que mis habilidades de mando se apoyan en un juego entonces aun me faltan años en poder conseguir su cargo ¡Jamás en estos trescientos años he podido hacerle un Jaque Mate!--Aunque por otra parte, el pequeño Shin-jin de menor cargo se negaba a entender o por lo menos comprender las palabras de su maestro, quien ahora mismo le veía con una sonrisa llena de orgullo hacia él, pero no se daba cuenta por sus múltiples insistencias de él porque había perdido otra vez en el juego.

--Hijo, primero que nada, el ajedrez no es un simple juego--Comenzó a hablar de nuevo el supremo--Es una enseñanza de día a día, pues entre más intentes y practiques, mas estratégico y habilidoso te volverás ¿Porque crees que soy tan bueno en esto?

--Pero usted lo dijo, si mantengo al rey vivo, podre tener la capacidad de gobernar a más de una especie, pues mis conocimientos serían los suficientes para guiar sabiamente a los seres que me son encargados en un buen camino...

La sonrisa que el Supremo tenia no se había desvanecido en ningún segundo, de hecho, se había vuelto más grande al ver nuevamente la reclamación que su alumno le daba nuevamente ¿Porque no puede darse aun cuenta que sus fallas y derrotas lo están haciendo sabio y digno de forma indirecta?

--¿Qué tal si dejamos esta charla para después hijo? Ahora mismo ambos tenemos que hacer un asunto de más importancia que tus lecciones--Con orgullo, el casi anciano supremo se colocó de pie. Estaba alegre de ver como su aprendiz progresaba a pasos agigantados, pero con el pequeño detalle que este aún no se daba cuenta de ello.

Pero por otra parte, Shin miro nuevamente con extrañez a su maestro ¿Que había más importante que el estudio?

Rápido se colocó de pie al igual que su superior, en realidad no entendía mucho que era lo que había sucedido o estaba sucediendo ahora mismo en otro lugar que necesitara la presencia no solo de su maestro, si no de él también.

--¿Qué quiere decir con eso maestro? ¿A dónde vamos?

Por unos instantes el mayor se quedó en silencio, mientras que, mediante a sus poderes guardaba el tablero y las piezas, colocando todo con cuidado en una caja vieja y gastada de madera.

--No hay nada de que preocuparse muchacho, solo iremos al universo diez a dar una pequeña visita ¿Recuerdas que te había contado de un buen amigo que tenía ahí?--El pequeño aprendiz asintió--Bueno, ese amigo mío es el supremo de ese universo y también, el que ahora mismo tiene unos papeles importantes que necesito tener para mis trabajos supremos, solo será una visita rápida, prometo que regresaremos antes de la cena.

El pequeño aprendiz se quedó en el mismo lugar en donde estaba, para ser sincero consigo mismo, Shin jamás había salido a otros universos desde que se había convertido en aprendiz aspirante a supremo, cosa que el mismo había prometido hacer una vez fuera nombrado como tal, el nuevo Supremo del universo 7. Por eso y una vez termino de observar como su maestro guardaba su preciado juego de ajedrez y desaparecía la caja frente a sus ojos, sonrió algo animado.

--Por supuesto ¿Cuándo nos vamos maestro?

******

Amarillo, rosa, verde y fiusha. Fueron los primeros colores que los ojos de Shin pudieron presenciar una vez su maestro y él habían llegado a su destino.

--¿Te gusta hijo? Estos son los jardines del universo 10... Aunque no son tan lindos como los míos ¡Ja!--Con grandes aires de ego, el supremo y maestro de Shin hablo con gran euforia mientras caminaba directo al templo de ese lugar. No quedaba muy lejos y seria agradable caminar para llegar ahí, después de todo la naturaleza de ese universo era un joya la cual apreciar en cualquiera de sus formas.

Por eso mismo y en pasos lentos, el pequeño se dispuso a seguir a su superior, observando cada detalle de los cielos amarillos, de las flores multicolor, que iban desde el rosa hasta colores que jamás había visto en persona, el suave y vivo pasto verde e inclusive las hojas de los arboles fiushas, índigo y más colores llamaban la atención de los obscuros ojos del pequeño aprendiz. Hasta que una pequeña conversación a base de gritos eufóricos se hizo presente.

--¡Gowasu! ¡Cuánto tiempo que no te veo! ¡¿Cómo estas viejito?!

--¡Ruma! ¡Me alegra ver que estas bien! ¡Yo igual estoy de maravilla!

Cosa que hizo regresar a la realidad al pequeño, provocando que rápido corriera hacia su superior y quedara a su lado, logrando que ahora su vista se fijara en el anciano Kaio que camina del templo hacia ellos con una gran y amistosa sonrisa de bienvenida.

Aunque...

Lo que más llamo la atención de Shin, fue una pequeña y tímida criatura que caminaba junto con aquel anciano Kaio, tomado de su mano y apretándola con fuerza y estrujando un conejo de felpa con la otra, parecía nervioso y asustado que dos extraños llegaran su planeta y sin ninguna invitación.

--¿Y ese pequeño Gowasu? ¡No me digas que ya eres padre!--Nuevamente la voz de su maestro le había ayudado en regresar a la realidad, Shin se había quedado clavado en el pequeño y tímido niño que acompañaba al anciano... No es que tuviera malos pensamientos ¡No! ¡Claro que no! Solo... Le parecía curioso que un Shin-jin de tan corta edad se encontrara en los reinos de los Supremos Kaio-Shin.

--¿Padre? ¡Oh no jajá! ¡No es lo que crees! Él es mi pequeño y nuevo aprendiz--Una vez habían llegado, el anciano Kaio soltó la mano del pequeño para saludar a su amigo de la infancia, pero al ver eso el pequeño rápido volvió a tomar su mano y ver asustado a los dos desconocidos que tenía frente a él. Creando así una sonrisa en el anciano Kaio.

--Hijo ¿Porque no te presentas?--Y una vez más, Gowasu soltó la mano del pequeño y empujo levemente hacia delante, creando así más miedo en él.

--¿Recuerdas que te había hablado de mi amigo Ruma? Es él Zamasu, no tengas miedo y preséntate, si lo haces Ruma te dará un dulce por tu gran valentía

Una vez más el pequeño miro a su maestro, por él, aquellos dos extraños podían irse y el encerrarse en su cuarto con su inseparable amigo felpudo... Pero la sonrisa de su maestro mostraba que todo estaba bien ¿Que se supone que debería hacer?

--H-Hola... M-Mi nombre es Z-Zamasu... ¡U-Un gusto!

Editado: 25/11/2017

Secretos de un Kaio-Shin (Zamasu y Shin) [Pausado Y Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora