Capitulo Dieciocho

5.7K 122 3
                                    

Recuerdeeeeeeen ayudarme con el RT!Les juro que si me ayudan yo subire uns 6 caps seguidos, Y... UNA PISTA DE POR QUÉ LUKE NO QUIERE ECHARSE A ____ AL PLATO! EL LINK AQUI: https://twitter.com/HemmoCuis/status/466054438528880640

 A pesar de que Luke parecía haber estado muy excitado la noche anterior, una vez que llegó al orgasmo le dio la impresión de perder el interés en ella. ¿Podía ser porque aún siguiera viéndola como una adolescente? ¿O era porque respetaba a su padre más de lo que ella creía? Tal vez. Pero esos problemas tenían fácil solución. Tomaría cartas en el asunto y él dejaría de mirar de manera tan malhumorada su café. El verdadero problema sería mucho más difícil de solventar, sobre todo si era el mismo que había tenido durante toda la vida.


—Hola —musitó ella.

Luke levantó la cabeza de golpe y clavó la mirada en ella con una expresión entre acusadora y ardiente. Inspiró profundamente. ¿Se estaría preparando mentalmente?

—¿Café? —preguntó al fin.

—Claro. Ya me sirvo yo.

—Las tazas están en la alacena que hay sobre la cafetera.

_______ asintió con la cabeza y agarró una taza. Se preguntó qué podía decir. ¿De qué podía hablar? ¿Debería disculparse porque sus modales bruscos hubieran acabado con su deseo? En cuanto la habían despojado de la falda y la blusa de encaje y la había visto como realmente era, se había dado cuenta de lo poco femenina que era. No sería el primer hombre que lo pensara… sólo había que preguntarle a su pareja en el baile de graduación.

Maldecir la realidad no servía de nada. No podía librarse del hecho de que tras criarse sin madre y entre militares, el coronel y sus dos hermanos de los cuerpos de élite SEALS habían sido los modelos a seguir. Le gustaban los uniformes militares, y correr diez kilómetros todos los días.

Por el contrario, odiaba los pantys, el encaje y el maquillaje. La mayor parte de los hombres juraban que ella tenía testosterona en las venas. Pero la diversión de lanzar a los tíos al suelo por encima del hombro o darles cien vueltas a todos bebiendo, había perdido la gracia hacía mucho tiempo. Quería que los hombres la vieran como a una verdadera mujer, no como un chico con pechos.

Con Luke y Ashton había sido tan sensual como había podido. Pero al parecer no había sido suficiente. Todo ese deseo que Luke decía haber sentido por ella durante años… lo más probable es que lo hubiera curado de eso la noche anterior.

Pero cambiar no era una opción. A ella le gustaba ser como era y al que no le gustara que se jodiera, Luke incluido. Sí, él la ponia caliente. Mucho. Muchísimo. Había sido así desde que tenía diecisiete años y él había protagonizado sus más oscuras fantasías. Pero en dos semanas se iría con Harry. Él aceptaba sus modales poco femeninos, e incluso decía que los encontraba adorables. Ese miedo paralizante que la embargaba ahora no tendría importancia luego.

¿Por qué no podía deshacerse ahora de ese temor?

—¿Has dormido bien? —le preguntó ella para romper el silencio.

—No.

_______ notó que él no le preguntaba lo mismo. Lo más seguro era que ni siquiera le importara.

—Yo tampoco.

Luke gruñó y tomó un sorbo de café. Evitaba mirarla.

Maldición, _______ tenía que desahogarse. Dejar que la duda la corroyera no era su estilo. Tomando un largo sorbo de café, _______ se sentó en una silla frente a él.

—No dormiste anoche con nosotros.

—¿Y?

—¿Por qué?

Fantasía Prohibida - Luke Hemmings y Ashton IrwinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora