Besotted

¿Estás buscándome?

Esta parte va dedicada a 

Mi Ayu preciosa ♡♡♡ ella es de las personas más divertidas que podes llegar a conocer, también es la razón de que haya retomado Holy sinner 😅

Kim Taehyung maldecía al aire en su interior; estaba seguro que en su vida no había cometido ninguna maldad tan grande como para que el karma inclinara tanto la balanza en su contra. No era posible que su situación pudiera empeorar.
Eso había pensado cuando, a pesar de estar evitándolo, Hoseok se le había sentado justo al lado y demasiado cerca para ser normal.

Hace unas semanas hubiera hecho cualquier cosa por lograr que eso pasara y, cuando lo lograra, lo disfrutaría y probablemente aprovecharía como parte de su plan para enamorar al de cabello rojizo fuego. Pero claro, eso era antes de saber que estaba peleando con su mejor amigo por ver quién era dueño de los sentimientos de Jung. No era nada justo; el universo tenía que odiarlo como para hacer que Jimin también se interesara en él. Era totalmente injusto obligarlo a decidir entre el amor por su hyung y el amor que le tenía a su compañero de la línea noventa y cinco.

Por ello se había alejado de Hoseok, evitándolo en todo sentido. No quería tener que elegir entre su prospecto y su mejor amigo, por eso no elegiría a ninguno. Simplemente se alejaría del mayor hasta que su amor por él se marchitara como una flor que no recibe suficiente agua; ese era el ejemplo que él había tomado. Creía que si no regaba con esperanzas y momentos felices aquellos fuertes sentimientos, con el tiempo morirían cual flor seca.

No iba a mentir, le dolía y demasiado. Pero creía que a largo plazo sería lo mejor, pues un triángulo amoroso dentro de un grupo de compañeros podria perjudicar más que sólo una amistad y no podía hacerle eso a sus sueños y los de los demás que no estaban al tanto de las circunstancias de su tonto enamoramiento con el hyung de oro.

Por ello pensaba que su sacrificio era algo necesario y esperaba, Jimin hubiera llegado a la misma conclusión, pues aunque era una persona de pensamiento noble, estaba muy seguro de conocerse lo suficientemente bien como para saber que si daba un paso al costado y el mayor no actuaba igual, no reaccionaría de la mejor manera si llegaba a verlos juntos en una relación producto de su retiro de la competencia que él creía era enamorar a Hoseok.

Pero sus planes peligraban, todo ello por culpa de la terquedad del rapero, quién parecía no notar las razones detrás de su claramente intencionado alejamiento. Le hacía feliz, por supuesto. ¿Quién no se alegraría por el hecho de que la persona que te gusta te busque luego de que lo dejes de perseguir? Era una gran y contundente prueba de que sus movidas anteriores funcionaron y que le importaba; pero en la otra mano, quería abofetearse por ser feliz con tan poco y por supuesto, por no ser fiel a su reciente decisión.

Tenía que ponerse firme si quería olvidar pronto a Hoseok y poder disculparse como era debido con Jimin. Lo cual era muy difícil luego de casi dos horas de película con Jung casi encima de él, con su brazo tocando su muslo (sin otra intención más que reposarlo allí) y robando de sus palomitas, provocando que ocasionalmente sus manos se rozaran cuando coincidían dentro del tarro semi-vacío.

¿Qué lo hacía aún peor? En definitiva la respuesta era una sola: la mirada de Jimin -que trataba de ser disimulada- y el no saber identificar si era una teñida de tristeza, nervios o celos. Lo estaba matando.

Por ello, como adulto civilizado que era, tomó la iniciativa que creyó correcta y se puso de pie con la idea de marcharse a su cuarto. Eso quiso hacer, pero la mano del oriundo de Gwangju en su muñeca no se lo permitía.

-¿Qué se supone que haces, hyung? -Preguntó en susurros, no queriendo interrumpir la concentración de los demás o atraer la atención prolongada del rubio.

-No puedes irte... -Fue lo único que le dijo. Su interior pegó un brinco, armándose con velocidad toda una historia con una trama salida de una película romántica del porqué el mayor no le dejaba marcharse. Pero no podía dejarse engañar con tonterías; él era un hombre honorable que no se retractaba a su palabra, así lo había educado su abuelita.

-¿Por qué no? Ya me aburrió... iré a mi cuarto, con permiso. -Mintió safándose del agarre, más, no llegando muy lejos pues nuevamente le tomó, esta vez de la punta de su dedos. -Hyung... -Volvió a murmurar.

-A ti no te aburrirían jamás las películas de superhéroes, Taehyung. -Le respondió con tono firme, y en voz normal. Se comenzó a tensar cuando los ojos de los demás en la sala se centraron en él.

-¿Está todo bien? -Preguntó Seokjin, desde su lugar cruzaba miradas con Namjoon y de nuevo a él. -¿Quieren que pausemos por algo? -Incluso Yoongi le miraba, hasta su voz se oía extraña a la hora de preguntarle eso. -Yo creo que está bien, no hay necesidad de hacerlo, ¿Verdad Tae? -Agradeció internamente a Jungkook su interrupción, pues le daba una vía libre a una huida limpia.

-No es nada -Comenzó. -Sólo estoy cansado y quiero irme a descansar, sigan viendo sin mi~ -Dijo con una sonrisa fingida, tratando de engañar a todos y dejarlos complacidos para que no le molestaran luego. Nadie dijo nada más, se marchó en silencio intentando ignorar la mirada de Park. Debía apurarse a purgar al mayor de su mente para arreglar las cosas con él.

En cuanto llegó a su cuarto entró a toda velocidad, lanzando la puerta más fuerte de lo que hubiera querido. -¡Ah, demonios! ¡No puedo hacer esto! -Gritó no muy alto pero si lo suficiente como para sentirse liberado. -Olvidar a Hobi es más difícil de lo que pensé jamás... -Comenzó a quejarse en su camino a su cama. Quedando a medio camino al notar algo que, si no fuera porque estaba alterado, no hubiera notado.

La puerta no había sonado al cerrarse, por lo que debía devolverse sobre sus pasos y hacerlo bien. Al voltear para hacerlo sintió como el color de su rostro lo abandonaba, pues frente a él y con una expresión herida, estaba nada menos que Jung Hoseok.

-¿Ol... vidarme? -Balbuceó. -Estaba pálido y estático. Quería que el piso le tragara en ese momento. -¿Esa es tu solución? -Sabía que debía decir algo, pero simplemente no podía hacerlo. -Me acosas día y noche, tienes detalles adorables conmigo... -Empezó. Él aún estaba mudo. -Me haces sentir cómodo con tu presencia, como si tuviéramos una conexión especial... ¡Haces que me acostumbre a ti! -Gritó asustándolo un poco. -No te entiendo.

Si bien el grito le había alarmado, notó que fuera de ello, las palabras del mayor le hacían sentir bien. Había fallado en cumplir su palabra, pues él tontamente estaba rompiendo su voto de olvidar al mayor con cada paso que daba hasta quedar frente a él y atacar eufórico sus labios.