(22)

19 10 0
                                    

Día 235

Querido amigo.

La cita con Lucio fue entretenida. Al parecer, el hombre comprendió que lo único interesante que puede hacer conmigo es ir a comer algo y conversar (Aunque, también, hemos ido al cine y la película fue por demás interesante)

Me ha hablado un poco más de su familia, en especial, de esta mujer que es su hermana menor, Laura. Me contó que tiene mucho carácter, que está casada y tiene dos niños, que su marido es ingeniero y que tienen un estilo de vida bastante bueno. También, me dijo que su relación es especial, que ella fue la primera a la que le contó que era bisexual y que lo apoyó desde el principio.

Debo decirte que quedé en shock cuando dijo "bisexual". Antes, cuando era más joven, no podía entender que un hombre (en especial un hombre) lo fuese. Para mí se trataba de personas que no estaban dispuestas a admitir que eran homosexuales. Con el paso del tiempo, los años, la vida, o como quieras llamarlo, entendí que no era exactamente así y que mi mente era muy cerrada.

Sinceramente, el amor no debería estar definido por el sexo, deberíamos ser capaces de amarnos los unos a los otros sin importar qué. Pero bueno, no me adentraré en el tema, debatir nunca fue algo que me interesara, sino, escuchar los diferentes puntos de vista, en especial, cuando no sé mucho del tema...No quisiera decirte alguna "burrada".

En fin, a lo que iba es que se me hace un poco complicado esto de relacionarme de manera sentimental con alguien bisexual, y otra vez parezco cerrado, aunque, en realidad, soy un poco celoso... Es eso. Siempre he sido inseguro de mí mismo y en estos momentos, la "competencia" se presenta por ambos lados, mujeres y hombres.

Soy un tonto, amigo. De igual manera, prometo que llegado el momento (si es que llega) no lo arruinaré con mis celos. Me portaré bien y entenderé que la confianza es la base de toda relación sana. Supongo que es más fácil decirlo que llevarlo a la práctica, pero lo intentaré, realmente, lo haré.

Día 239

Querido amigo.

He estado hablando contigo por este medio durante mucho tiempo y me he dado cuenta que pocas han sido las ocasiones en las que te he contado sobre mis demás amigos.

Sinceramente, no sabría cómo empezar. Tengo un par de grupos separados y diferente de ellos, en donde están mis amigos de la infancia, con los cuales he perdido casi todo el contacto, sin embargo, a veces nos juntamos solo para reafirmar -sin que me atreva a decirlo en voz alta- que pensamos completamente diferente. Luego, están los que me quedaron del secundario, tampoco te diré que nos vemos muy seguido, sin embargo, lo hacemos mucho más que con el primer grupo. Con ellos tampoco comparto las mismas ideas, aunque, solemos coincidir y hasta aprendo un poco de algunas cosas. Te diré que no siempre me siento cómodo en su compañía (Incluyo a estos dos grupos) muchas veces he notado que ni siquiera han escuchado lo que tenía para contar o que me interrumpían cuando el tema no era de su completo interés. Es muy probable que por eso siempre permanezco callado, como si no tuviese algo para decir y creo que hasta hace unos años, en los que me tardé en comprender que hay gente que si quiere escucharme, he sido por demás reservado. A lo largo de los nuestras vidas, la relación se ha visto desgastada y a pesar de que juremos que estaremos en las buenas y en las malas, sabemos que no será así. Por ejemplo: mis amigos de la infancia, no fueron al velorio de papá. Mis amigos del secundario, tienen problemas familiares, monetarios o no lo sé, de los que yo apenas me entero.

Luego de ello, debo hablar de mis amigos del presente. Una de ellos pertenece al secundario y sé que podré contar con ella (Por eso no la he puesto en el grupo anterior, además de que tampoco se conocen, porqué ella abandonó el colegio antes de que los demás ingresaran) sin embargo, no sé hasta qué punto puede contar conmigo. Nuestra relación también se ha visto desgastada y lo lamento mucho, perdimos contacto durante mucho tiempo y ahora no compartimos nada que pueda unirnos realmente. Creo que mantenemos contacto, porque ella insiste en ello y porque, a pesar de todo, le tengo un gran afecto.

Y ahora sí, el resto. Con quienes me entiendo y me llevo bien. Son personas en las que sé, puedo confiar, personas excelentes que me tienden una mano cada vez que la necesito, de manera desinteresada. Les tengo muchísimo aprecio (Sí, mucho más que a los demás) y por ello, supongo que tengo miedo.

Estos amigos son muy reservados, pocas son las veces en las que hablamos de nuestros problemas y pocas, en las que he podido ayudarlos, aunque mi intención es estar para ellos siempre. No lo sé, tengo miedo de que me malinterpreten (Últimamente he tenido esas ideas en mente) de que piensen que estoy con ellos por interés o algo parecido o, tal vez, que dejen de considerarme de su agrado. Quizás, debería hablar de esto, no obstante, no me atrevo. No diré que no he sido sincero con ellos ni que me he mostrado de una forma en la que no soy, no es así, es solo que no les he hablado de mi por completo. Me he mostrado como alguien un poco más seguro y frio de lo que en realidad soy y me resulta algo incómodo abrir la otra parte de mi ser. Esa, te pertenece a ti, mi amigo, a ti que no puedes juzgarme. Sé que ellos tampoco lo harían, sin embargo, es diferente. No sé si me comprendes y, probablemente, no esté buscando que lo hagas en estos momentos. Solo necesito que lo sepas, que me siento inseguro y que tengo miedo, pero más que eso, que sepas lo agradecido que estoy.

"Querido amigo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora