Como siempre, como cada tarde, como cada madrugada, Taehyung se sienta en la arena, no muy lejos de donde rompe las olas, pero no lo suficientemente cerca como para mojarse.
Le gusta la paz que establece aquel sitio, casi no hay personas porque es muy tarde y el otoño invita muy temprano a la noche para salir a bailar.
Su bufanda no es tan pesada como las de invierno, por lo que la mantiene vigilada de no soltarse, no quiere pasar solo y luchar contra los vientos marrones típicos de de la estación.No sabe cuando fue que empezó a ir a la playa cada día y cada madrugada, cuando fue que se acostumbró tanto a la soledad que tan bien se desenredaba entre las aguas cálidas y frías del mar, pero era su escape, su forma de desconectarse del mundo y luego afrontar todo con más calma.
Era como si el mar le revelara sus más profundos secretos para poder conllevar cada parte de su vida.
También el atardecer toma protagonismo en la escena y empieza a colorear con suaves tonos el cielo, dejando tanto gusto a la única persona sentada ahí por admirar la más bella obra.
Cerró los ojos por un momento, solo para memorizar los colores y la vista. Y de repente se cuela una imagen que calienta su interior; suave como una fogata en medio de la fría noche. Dos sonrisas; una suya, la otra es su favorita.Y es cuando siente un peso a su lado, dejando que la calidez suave del recuerdo se torne aún más voluptuosa por el presente. Y es cuando la sonrisa surge de forma natural, sin ni siquiera llamarla, aparece.
La otra persona se presiona al cuerpo de Taehyung, y éste siente que ésta es su hora favorita, sea en la tarde o en la madrugada. Porque no importa la estación, estar a un lado de él, hacía que amara el frío ya que podría abrazarlo sin excusas (aunque lo haría siempre que pudiera) y el verano era aún más dulce cuando jugaban entre el mar y la arena.El atardecer tomaba partícipe entre los dos espectadores; tomaba brío y dejaba un montón de colores a su paso. Aquella pareja eran los únicos en la playa, con los ojos entrecerrados y disfrutando uno del otro, sin necesidad de palabras o gestos que fueran más allá del abrazo y sus manos entrelazadas.
Y Taehyung amó esa hora desde que conoció a JiMin, cuando se cruzaron sin previo aviso en esa misma playa.
Aquel chico de baja estatura y cabello castaño, aquel que se enfadaba cuando lo besaba sin pedir permiso, solo para después corresponderle con aquella ternura que lo caracterizaba.Ya era un ritual aparecer ahí después de un día largo, a la misma hora en el mismo lugar, antes de volver a casa juntos, tomados de la mano.
Porque a las cuatro y punto, Kim Taehyung se enamoró de Park JiMin, y supo en ese momento que esa era la hora que solo a él le pertenecía.
Iba a matar a JiMin, pero me gustó como quedó así.
Entonces se queda así.🙌
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4 o'clock
FanfictionDonde Taehyung le gusta aparecerse a las orillas de playas a las cuatro y punto. »One-Shot