- Maldición quédate quieto - exigo mientra intento pasar el jabón por el gran capa de pelo opaca, aun no puedo hacer que se mantenga quieto y estoy perdiendo tiempo - Boxer quédate quieto por milésima vez.
El animal me mira desde la bañera lo cual aprovecho para abrir la regadera dejando a un lado el jabón, bañar a tu perro de un metro y medio es mas difícil de lo que pensé; quizás exagero pero es estoy apurada. Anoche después de tomar un ducha caí rendida a la cama, no pensé dormir hasta las diez y tampoco esperaba despertar gracias a un perro que no paraba de lamer mi cara, después de desayunar y leer el periódico me dispuse a limpiar la casa y ahora estoy intentando bañar a un perro. Una vez termino de lavarle cierro la regadera pero momentos después me doy cuenta que fue mala idea cuando aquel animal intenta secarse sacudiendo su cuerpo de un lado a otro.
En segundos me encuentro empapada gracias a Boxer, no quiero imagina como es bañar a un bebe la camisa se me apega al cuerpo gracias a que esta mojada pro ahora no quiero pensar en el desastre que causo bañar al perro. Como un resorte el labrador se sale de la bañera al escuchar el sonido del timbre, desde la llegada de Derek mi mal genio ha empeorado y a pesar de dormir varias horas no ayuda en nada. Dejo a un lado todo lo que hago y camino a la entrada sin importar mi apariencia, normalmente Derek llega a esta hora y el me ha visto en ropa interior así que no tengo porque arreglarme para abrirle
Al abrí la puerta mi sorpresa fue grande, no esperaba tener a esa persona en la puerta de mi casa y menos a esta hora; al recodar que estoy empapada y mi cabello hecho un desastre la vergüenza me ataca pero aun asi lo miro desde mi lugar mientras que el me mira de arriba a abajo con su típica mirada de prepotencia.
- ¿que hace aquí? - pregunte después de unos segundos, no pretendo sonar molesta pero no puedo evitarlo ya que el era la ultima persona que quiero ver
- no vengo por cortesía - respondió sin interés mirando el reloj. Sin invitación alguna entra a mi casa admirando a su alrededor - necesito las nominas de los empleados y si te conozco lo suficiente se que las tienes acá para pasarlas una por una
No quiero tenerlo en mi casa y menos ahora que estoy lo bastante ocupada para soportarlo, es cierto que tengo esas estúpidas nominas pero fue porque me presiono para acabar rápido el trabajo; si hubiera sabido que lo tendría aquí en mi casa el día de descanso no traigo esas nominas. El otro inconveniente es que no recuerdo donde deje el bolso de anoche, estaba tan cansada que ahora mi memoria no quiere cooperar.
- señor Anderson estoy ocupada no puedo atenderlo ahora
- quiero esas nominas ahora - exige alzando la voz y sin dejar de ser mal educado, mi mal genio aumenta cada segundo - necesito esas nominas señorita
En la oficina el tiene el control, el es quien tiene el poder, en la empresa el es quien manda y nosotros sus empleados obedecemos pero aquí no tengo porque soportarlo; quizás el día de mañana me eche a patadas pero a estas altura me importa una mierda las consecuencias. Tengo una hoja de vida impecable se no tendré problemas en trabajar en otra empresa.
- Y YO YA LE DIJE QUE NO TENGO TIEMPO PARA USTED - alce la voz ya cansada de su mala educación.
Por otro lado Boxer aparece a mi lado gruñendo como un guardián celoso, sus respiración se acelero y sus fosas nasales se abren y se cierran con rapidez, sus músculos se tensaron y su boca se vuelve una linea recta; si sigue a ese paso su mandíbula se partirá en mil pedazos por la precio que ejerce en ella. No le gusta que le griten pero es mi casa y mi día libre no tengo que soportar sus malcriadeces
- me vuelves hablar así y te puede ir muy mal - dice dando pasos cortos hacia mi de manera amenazante. La piel se me eriza en ese instante pero me mantengo firme sin dejar de mostrar seguridad
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SECRETOS EN TACONES
RomanceCharlotte Humbolt una mujer responsable que ha salido sola adelante decide salir con sus amigas luego que encuentra a su prometido en su cama y con su hermanastra, sin pensar las consecuencia decide salirse de control. Lo que era una noche de chicas...