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Inuyasha?"

Sintió aquel nudo en la garganta en le momento en que con una voz diminuta y hasta temerosa pregunto.

Frunció su mirada y respiró hondo, esto no podía estar pasando, pero no podía liberarse de ese sentimiento de intranquilidad que tenía desde que se despertó al anochecer, volteo a ver hacia su ventana viendo mas tono rojo oscuro y morado que naranja y celeste, había sido un día agotador en la escuela y había querido recostarse por un momento al regresar a casa, pero por lo visto se le había ido la mano un poco con la siesta.

Su familia había ido a visitar a unos familiares en Kyoto y no estaban presentes ya que la hermana del abuelo estaba enferma y habían ido a visitarle, probablemente sería la última vez que la vieran con vida, ella ya estaba en casa cuando se marcharon pero tenía que aprovechar que Inuyasha le había permitido regresar por estos tres días.

Este era el segundo día.

Y desde la primera noche que paso sola se sentía… intranquila.

No sabía si era porque ya llevaba mucho tiempo en el Sengoku Jidai o simplemente porque de vez en cuando… ya no se sentía como que esta fuera su hogar después de viajar tanto junto con sus amigos en la busca de los Shikon no Kakera…

Un golpe en el primer piso… en alguna parte de la casa…

Volteo a ver hacia la puerta de su habitación y encogió los dedos de sus pies… sintiéndoles deslizarse sobre la madera aun a través de sus calcetines… se sentía verdaderamente… incomoda

Ella no tenía miedo… por supuesto que no! Ella había luchado contra Youkai feroces, había sido secuestrada y casi muerto en varias ocasiones…

Volteo a ver su cuaderno y comenzó a tocar con el lapicero la página…

Sentía que debía de ir a ver pero no quería…

Podría ser Buyo…

Si… así era, tenia que se Buyo brincando en algún mueble o algo…

Volteo a ver hacia la ventana de su cuarto y suspiro…

Como le gustaría que el insolente de Inuyasha llegara a molestarla con sus estudios en este momento… se sentiría mucho más segura…

Estaba en su época! Esto era tonto! Como se podía sentir tan insegura… estaba en un templo sagrado y ella era una poderosa Miko… no tenía que estar asustada… se puso de pie con determinación y avanzo hacia la puerta abriéndola de golpe…

"Buyo!"

Le llamo, pero el gato no se veía por ninguna parte, suspiro y cerró la puerta despacio.

Estaba exagerando, no podía deshacerse de este sentimiento de temor… no temor no… incomodidad, que tenia pero no iba a dejar que eso interrumpiera sus estudios no señor, se sentó nuevamente en su escritorio y continuo leyendo y resolviendo los ejercicios que tenía como deber…

Xxxxxx

Había anochecido muy rápido para su gusto, volteó a ver su reloj.

11:37

Miro hacia la ventana, se había sentido tan… incomoda, que no había siquiera abierto la ventana. Es que le incomodaba ver todo… negro afuera.

Todo estaba en completo silencio y sentía el ambiente incómodamente caluroso, sudor en su cuerpo que le hacía sentir incomoda, pero de ninguna manera iba a bañarse con ese sentimiento que tenia de inquietud, no, no podía hacerlo, prefería bañarse en el rio de la aldea de la anciana Kaede al regresar.

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