Sex Art [2Min]

Agrexofilia

Atracción por el hecho de que la actividad sexual sea oída por otras personas.

— Estoy demasiado cansado, hyung —Se quejó el menor, mostrándole ese lindo puchero que le hizo reír sin más.

TaeMin podía ser tan lindo y tan berrinchudo algunas veces que era imposible molestarse con él... Podía estar inmensamente molesto pero cuando Lee le mostraba esas caritas simplemente era un hecho que olvidaría todo.

— No falta demasiado, TaeMin. Debemos terminar este trabajo, lo sabes —Le reclamó fingiendo seriedad.

Necesitaba convencer a su demasiado adormilado mejor amigo de terminar ese maldito trabajo si es que no quería tener un par de buenos ceros en la nota de su presentación final. TaeMin podía gozar de las mejores notas pero él apenas y estaba pasando el curso.

¡Necesitaba entregar ese trabajo!

— ¡Pero, hyuuuuuung, aún tenemos todo este fin de semana! —Gritó el menor y a él le faltaron manos para taparle la boca, horrorizado de pronto—. Yo vine aquí a ver una maratón de El Señor de los Anillos, no para hacer este estúpido trabajo.

— ¿Necesitas un megáfono tal vez? Para gritar más fuerte, digo —Ironizó—. Sabes que la vieja de mierda me quiere votar y te pones a gritar como un enfermito.

Su ex novia, Joy había sido algo... ruidosa mientras ellos follaban así que la señora que era dueña de la casa donde había alquilado una pequeña habitación porque estaba cerca de la universidad y le había resultado fácil de solventar con su trabajo de medio tiempo, le puso una advertencia.

Una más y él sería echado como un sucio perro de su departamento. No podía arriesgarse.

TaeMin se removió como un gatito arisco hasta zafar de su agarre y luego se dedicó a asesinarlo con la mirada durante los próximos cinco segundos, sin dejar de fruncir el entrecejo.

— ¿Qué? —Preguntó hastiado.

— Que no es mi culpa que la zorra de tu novia fuera tan escandalosa como una gata en celo —Soltó con veneno el menor y él solo rió— ¿De qué te ríes si es cierto? Es tu culpa por ser un maldito caliente.

TaeMin podía llegar a ser tan desesperante cuando se ponía celoso y lo soportaba porque lo había atribuido al hecho de que se conocían desde niños y Lee no era nada sociable, entonces estaba asustado de ser dejado de lado. Era una buena conclusión si lo pensaba un poco.

— No es mi culpa que seas un virgen otaku, TaeMin —Lo jodió ganándose un guantazo a toda ley.

Eran mejores amigos y las bromas siempre serían un tema de cada día pero al parecer él se había pasado un poco al ver que la molestia de TaeMin no había desaparecido ni un poco.

— Vamos, Taem; no puedes molestarte por eso —Rogó tratando de no joderla más—. Solo estaba bromeando.

— Eres un idiota, MinHo.

— Lo soy —Reconoció únicamente para complacer al menor.

TaeMin se tomó otro largos segundos antes de cambiar su expresión a solo una menos dura... Eso era lo que quería, poco a poco y sin retroceder. Su amigo podía ser tan desesperante pero él le quería así que podía soportarlo con un poco de paciencia.

— Vamos, cambia esa cara y te daré algo que mi hermano trajo hoy —Propuso como última opción, colocando su dedo encima del entrecejo de su amigo y apretándolo hasta hacerlo desaparecer poco a poco.