❝Perfectamente Imperfectos❞ || WIGETTA

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Guillermo

Quiero pensar que no tengo que ir al instituto, pero es mi último año y lo mejor que en una semana ya finalizan las clases.

No quiero ver al chico ese en mi clase, solo pido eso.

Sé que no debo ser así pero es que no me cae bien.

También sé que eso no es lo que verdaderamente siento en este momento.

Si tengo que describirlo lo describiría como presumido.

No es que solo lo sea, es que es muy exagerado.

Otra razón es que siempre fui uno de los mejores, y que venga alguien nuevo mejor que yo es extraño.

No puede ser, si antes lo digo...

Ahí está, con una chaqueta de cuero negra y unos jeans, lo digo porque yo estoy usando algo similar.

Está a una calle de mí (es obvio porque todos vamos al instituto por la misma calle duh) que no me vea por favor.

ㅡ¡Hey, Einstein! ¿Qué tal todo? -En estos momentos solo pienso en desaparecer.

ㅡH-hola Samuel -Quiero saber el por qué siempre que estoy con él me pongo nervioso.

ㅡ¿Quieres que te ayude con la tarea, o prefieres sacar bajas notas otra vez? -Dijo sacando una de sus hojas con un 10 y poniéndola en mi cara.

Será desgraciado

ㅡPor si no lo sabías, p-puedo hacer las cosas por mí mismo, no necesito ningún maestro. -Dije tirando su hoja al suelo, no tendría que haberlo hecho.

ㅡVaya, solo quería ayudar. -Se defendió mientras agarraba su hoja que había caido al suelo.

ㅡEn ese caso, gracias. -Contesté con la sonrisa más falsa que había hecho hasta ahora.

Lo que dije, es un desgraciado.

ㅡ¿Te gustaría ir a tomar algo a la cafetería antes de clases? -Preguntó, mientras caminábamos en la misma dirección.

ㅡT-tengo que e-estudiar. -Se notaba a kilómetros que estaba mintiendo.

ㅡVamos, los dos sabemos que es mentira. -Me descubrió.

ㅡN-no es m-mentira, d-de verdad tengo que estudiar.

ㅡWilly, sé que quieres pasar el año, pero no siempre tienes que ser así de aburrido. Puedes despejarte de vez en cuando también. -Dijo y tenía muchísima razón.

Willy

ㅡM-me acabas d-de llamar W-willy? -Dije mientras agachaba la cabeza de la vergüenza que tenía.

ㅡSi, ¿por qué no?

ㅡS-solo preguntaba. De hecho, si quieres, podemos ir.

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Samuel

¿Yo? ¿Invitando a Guillermo Díaz? Que alguien me despierte de esta pesadilla por favor.

Solo quería hacerle saber que lo había superado.

Nunca pensé que haría esto, espero que sea...

¿Divertido? Supongo.

En este momento me encuentro al lado suyo eligiendo algo para tomar, él eligió una malteada, se supone que debo elegir algo yo también.

Es muy adorable, cualquiera se lo querría comer... espera ¿qué?

Es mi culpa haberlo invitado así que tengo que llevar bien las cosas.

ㅡ¿Te gusta venir aquí? -Qué pregunta más tonta-.

ㅡEmm... suelo venir algunos días, sí. -Contestó mientras tomaba un sorbo de su malteada.

ㅡDime algo ¿por qué eres así? -Agregó.

ㅡSupongo que me dices eso por lo del sábado... la verdad ni yo lo sé, quiero decir, quizás sea porque necesito atención. -Dije sinceramente, espero no se moleste.

ㅡTambién quería pedirte perdón por mi comportamiento, últimamente me estoy comportando raro. -Admitió, aunque no se notaba mucha sinceridad en sus palabras.

ㅡNos conocemos hace muy poco, y empezamos de muy mala forma ¿te gustaría empezar de nuevo y qué las cosas vayan bien entre nosotros? -Propuse. Quería que las cosas entre nosotros fueran como las de dos buenos compañeros.

ㅡSi eso incluye no hacer trampa, está bien -dijo en una carcajada.

ㅡEntonces... ¿amigos?

ㅡAmigos.