Historias Variadas, Olvidadas y Abandonadas

La Campana De La Rosa

La campana de la rosa maldice a quienes nos odian.

En principio solo debía dar una vuelta, pero quien se encargaba de ella se emocionaba mucho cuando la tocaba y al final se pasó.

Las personas estaban muy molestas con eso, así que decidieron ir y a por esa persona.

Esa persona se dio cuenta de que irían a por ella, así que escapó antes de que llegasen y huyó hacia el bosque con la campana como su única posesión.

En mitad del bosque encontró una capilla abandonada, en ella monto de nuevo a la campana y se instaló allí como su nuevo hogar.

Todos los días al levantarse y volver de dar un paseo, tocaba la campana hasta sentirse satisfecha.

Alrededor de la capilla había plantado rosas, rosas que crecían muy hermosas y de colores muy vivos, incluso se veían más bonitas mientras la campana sonaba.

Ese lugar era el paraíso de esa persona, pero todo lo malo sucedió cuando los ciudadanos la encontraron para recuperar la campana.

Rodearon la capilla, con esa persona en el pequeño campanario del edificó y cuando se aseguraron de que no podía escapar, le prendieron fuego al lugar.

Las rosas ardían, el edificio se contaminaba con el humo y esa perdona atrapada por el humo, solo deseaba que su campana fuese salvada.

Cuando escucharon sus gritos de desesperación, ellos se reían como si de un mal chiste se tratase.

Una vez el fuego paró, los pueblerinos entraron para recuperar la campana, pero un su lugar encontraron a esa persona sin estar hecha cenizas.

Esa persona afirmó que no podía morir de ninguna de las maneras ya que su misión era mantener la campana a salvo de los humanos.

Después de eso esa persona desapareció sin dejar rastro junto a las cenizas de las rosas.

La leyenda más tarde cuenta que todos aquellos que llegaban a ese lugar siendo injustamente perseguidos, sus perseguidores serían castigados con una maldición.

Se dice que mientras son maldecidos, se puede escuchar la campana mientras las rosas renacían de sus cenizas, atrapando a esas personas malvadas y debilitandolos hasta que ceden a la maldición.