Yoongi pensó que luego de que su ex le había pedido perdón por no entender sus sentimientos, este cambiaría su actuar y su relación avanzaría en buena dirección, pero así como la vida no es un cuento de hadas, nada sale como uno quisiera.
Eso le quedaba en claro ahora, pues no sólo las cosas parecían igual, como si nada hubiera pasado, sino que Jungkook seguía sin comprender que lo que le lastimaba no era él sino el hecho de que nunca lo defendiera de los comentarios groseros o que no les pidiera a las chicas que parecían formar su "club de fans" que los dejaran solos cuando sacaban tiempo para ellos.
Aunque se quiso convencer muchas veces de que podría tolerarlo, una vez más concluyó que era momento de tenerse amor propio y poner un alto a aquello que le hacía daño. Con eso en mente, bajó los palillos que sostenía en su diestra, miró alrededor contemplando como otra vez su mesa de la cafetería estaba llena de compañeras del menor y sus amigos, suspiró apartando su plato y habló:
-Jungkook -Comenzó buscando su atención. No la obtuvo; él estaba hablando con Jimin. -Jungkook, necesito hablarte en privado. -Al fin logró que lo mirara, aún estaba sonriendo por lo que fuera que Jimin le dijo. -¿Podemos ir a hablar? Quisiera-
-¿Sucede algo? Puedes decirlo aquí, sabes que ahora eres parte de nuestro grupo y... -Allí iba de nuevo, ese discurso tan gastado en el que el castaño intentaba convencerlo de que nada podía estar mal porque ahora ellos eran sus amigos también, cuando ambos sabían que no era así, porque la mayoría en esa mesa lo seguía tratando como "el hyung aburrido que no pertenece aquí". En serio deseaba poder creerlo, pero no podía ya. El menor seguía hablando; todos lo miraban, escrutando sus reacciones y esperando que él se callara sus quejas para seguir cada uno en lo suyo. -Y por eso está bien que hablemos todos, ¡somos amigos! -No lo toleró más.
-Quiero romper contigo. -Dijo de forma breve y directa. -Seguido, sólo se levantó de la mesa despacio y tomó su celular de la mesa. -Y ellos no son mis amigos, son tuyos. No me gusta estar en un lugar donde no me quieren, deberías saberlo. -No añadió ni una palabra más, se fue sin mirar atrás pero notando como todo el recinto se iba quedando en silencio a medida que avanzaba hacia la puerta. Se sentía observado, más bien, sabía que todos allí lo estaban viendo pero ya no le importaba porque estaba acostumbrado a ello, era un efecto colateral de salir con el chico más popular de la escuela. Esperaba que ahora que había terminado definitivamente con él eso desapareciera y volviera a ser el simple e invisible Min Yoongi.
Al cruzar las puerta y cerrarlas detrás de él se sintió liberado, algo que no esperaba. Se mentiría a si mismo si no dijera que una parte él deseaba que Jungkook corriera detrás de él y le preguntara directamente que tenía que hacer para que lo suyo funcionara, pero sabía que eso no iba a pasar, porque eso ocurría solamente en las películas. Con eso en mente, se ocultaría la media hora restante del almuerzo en el único lugar que Jeon no buscaría jamás: La biblioteca del segundo piso. Era consciente que era una cobardía lo que hacía pero no estaba listo para enfrentarlo todavía, pues reconocía que decir aquello con toda la escuela de testigo estuvo mal; lo había avergonzado frente a sus amigos y cualquier curioso que estuviera husmeando su conversación y tal vez aquello desencadenara el enojo del castaño. Ya muchas veces había sucedido en el pasado el que sin quererlo hiriera el orgullo del menor y este se enfureciera, era algo común, ambos tenían un carácter de los mil demonios, pero justo ahora no tenía ganas de pelear y menos en la escuela.
Apenas entre el aroma de los libros le hizo sentir inmediatamente relajado. No había casi nadie, excepto...
-¿Qué te trae por aquí? ¿Acaso necesitas de tu lugar feliz? -Bromeó el bibliotecario en cuanto lo vio acercarse. -Oye, ¿Por qué esa cara? -Añadió preocupado al ver su expresión.
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Un Novio De Verdad
Short Story-Fluff. -Secuela de "Un ex de verdad" y regalo de cumpleaños para Alan.