Ella Si |Valentino Rossi|

En la cocina no.

Me levante muy temprano, Me duche y baje con la maleta que había preparado ayer. Hice un café bien cargado y comí mil galletas.

Tengo que comenzar una dieta.- pensé

Llame a mi madre para pedirle el coche..

-Hola ma.
-Que temprano hija, ¿que pasó?
-Necesito que me prestes el auto para ir a Tavullia.
- ¿Otra vez vienes aquí?
- Si, le prometí a Uccio que iba a ir.
- Claro.- dijo no muy convencida.
- En fin, tomo las llaves entonces.
- Hija...-hizo un silencio.- a mí me puedes contar cualquier cosa, ya lo sabes
- Claro que lo sé mamma.- que se traía ahora...
- y..
- y..?
- No me quieres contar nada?
- Ma, al grano.- Dije seria
- Lo que pasa es que no creo que quieras venir a ver a tu hermano Martina.- me largo así, sin más.
- Ma..- no me dejo seguir
- ¿Pasa algo entre tú y  Luca verdad?.- ¿Que? .- pasas mucho tiempo con el, y justo cuando el va a Mykonos tú dejas a Mauro.-

Ay Ma, si supieras que no fue solo...

-No, no pasa anda entre nosotros.- dije riendo.
- Ya me contaras cuando llegues.- dijo no dándose por vencida.

Luego de una corta despedida, colgó.
¿Luca? Solo me salía reír. Amo a Luca claro, pero como mi mejor amigo. Además, muchas veces lo dije ya, es una de las mejores personas que conozco, pero no va conmigo.

Llegue a Tavullia a eso del mediodía.
Baje del coche y mi hermano salió a recibirme con una sonrisa.

U- No te vuelvas a ir así.- dijo levantándome del suelo en un abrazo. Rei

M- No prometo nada.- dije levantando las manos.- te extrañe hermanito.

En la casa estaba toda mi familia.

- Que bien, almorzaremos todos juntos!.- dijo mi papá muy contento.- UCCIO!.- grito.- llama a Valentino que venga con nosotros.

Mi madre me miro a los ojos sonriendo y me hizo una señal para que la siga.

Me guió hasta el jardín de la casa y nos sentamos en unas sillas que decoraban el lugar.

- Ahora me cuentas todo...- Dijo paciente.

¿Le cuento? Estaba en el mejor momento de mi vida, que mejor que aclarar las cosas ahora. Además, es mi madre y siempre le conté todo... bien aquí vamos...

Le conté todo. Si, absolutamente todo.

- Y te fue a buscar a Grecia.- dijo dulcemente, asenti.- es un amor.- suspiro.
- ¿No me dirás nada de la edad?
- Hija, estas enamorada de ese hombre desde que eras una adolescente, además, lo conocemos, lo vi nacer, lo vi crecer. No te voy a negar que es un poco raro. Pero que más da, si son felices.- dijo sonriendo.

Me alegra mucho que se lo tome tan bien, pero, me preocupa la reacción de mi hermano y mi padre sinceramente.

Seguimos hablando con mi madre de Vale hasta que mi hermano nos llamó para almorzar... ¿cuánto tiempo habíamos estado charlando?.

Cuando entramos fuimos directo al comedor. Sentados de un lado estaban Uccio, Pamela y Eli, del otro, mi papá con Vale, charlando animadamente.

-Ciao.- le dije tímida a Vale cuando entramos al comedor.

Yo me senté a su lado y mi madre en la punta.

V- Ciao principessa.- dijo dándome un beso tierno en ella mejilla mientras pasaba su brazo por mis hombros.

Esto va a ser más incomodo de lo que pensé.

Pamela sirvió la comida, muy deliciosa por cierto, y comenzamos a comer y a hablar de cosas triviales.

E- Pa!.- grito llamando la atención de todos.- el padre la miro.- La tita Martu tiene novio.

Reímos.

U- No hija, Martina ya no tiene más novio.- dijo bajito.-
E- A la abela le dijo recién que estaba enamorada de Mauro.- ¿que le pasaba a esta niña?
U- Bueno hija esas son cosas de ella. Deja ya de hablar y come.- dijo un Uccio más serio.
E- Pero papà, la tita dijo que lo amaba y que también aveces lo quería matar.- la niña no entendía nada. Yo reía recordando lo que le contaba a mi madre de las escenas de celos de Valentino.

Terminamos de comer, por mi parte algo incomoda porque Valentino no me dirigía ni la palabra ni la mirada.

Estaba lavando los platos con mi madre cuando entro Vale a la cocina con su taza de café en la mano.
Mi madre salió excusado con que había olvidado algo.

M- ¿Me espera un buen lío por esto no?.- dije sin apartar la mirada de que estaba haciendo.

V- ¿Por lo que le dijiste supuestamente a tu madre?.- se apoyó al lado mío sobre la mesada.- asentí.- ¿Lo hiciste?

M- Si.- Dije segura... quizás no de Mauro pero lo hice. Quería saber hasta dónde llegaba.

La cara de Valentino era un poema. Como no dando crédito a lo que acababa de decir.

V- ¿Estás enamorada de él?.- dijo desesperado. Asentí dramática.- estás de broma.

Era muy gracioso. No sé porque pero me gustaba la situación.... la seguiría un rato más.

V-sabes lo que pienso de eso? Estas enamorada de él porque tienen sexo.- lo mire sorprendida.- es obvio, las parejas funcionan así, el amor dura lo que duran en la cama, yo soy mejor en la cama.- dijo muy cerca mío.- negué. No sé cómo hacía para no reír a carcajada limpia.

M- Creo que estás equivocado.- tomo un sorbo de su café y negó con la cabeza.-

V- Tu misma lo dijiste. Hay momentos que lo amas y hay otros que lo quieres matar.- iba a hablar pero me interrumpió, me señaló con el dedo.- dime, tengo razón eh, dime cuáles son los momentos en que lo amas más.

M- bien.- me senté más cómoda.- amo cuando sonríe, amo sus ojos, su nariz.- rei.- amo cuando está con su madre y con su nonna, las ama, eso es amor sincero y real.- hice una pausa.- amo cuando le da concejos a su hermano...-me interrumpió.

V- no sabia que Mauro tenía un hermano.

M- amo hasta cuando me interrumpe y ni te digo la sensación de ternura que me da cuando está con Elisa, amo cuando le habla a su moto y la pasión que siente cuando habla de ella.- Valentino me miró  sorprendido.- amo cuando me mira y cuando me reta, amo cada rincón de su ser, así loco y cabrón, te amo y no tiene nada que ver con el sexo.

V- Estabas de broma.- aseguró.- Eres mala.- reímos.-  casi muero.
M-Exagerado.- deje lo que estaba haciendo para abrazarlo. Que bien me sentía cuando estaba así con el.
V- Te amo.- dijo cuando se acercaba para besarme.

U- QUE DEMONIOS PASA AQUÍ!.- dijo Uccio dirigiéndose directo a Valentino.

Besarnos en la cocina de la casa de mi hermano no era buena idea.