My Perfect Hell

Am I Wrong?

Con la cabeza ladeada y la mirada fija en la puerta, se levantó bruscamente del sillón jIMin que estaba al fondo de la habitación en la parte más obscura, el rincón.

— ¡Mentecatos! —. Dijo la bella criatura, al ver marchar al humano. — Perfecto... Sólo tenías una cosa por hacer TaeHyung... Sólo debías llevarte a la balanza y casi te mata, NamJoon simplemente teníamos que irnos pero gracias a que tu ego es más grande que tu cerebro, se te dio por discutir con estos míseros emplumados, ¡Brillante, en serio brillante! —. Gritaba agitando las manos.

JiMin comenzó a aplaudir mientras reía con sarcasmo.

JungKook fijó su mirada ante el pequeño cuerpo que acababa de surgir de ese rincón cuyo rostro fue iluminado por el creciente relámpago que había azotado cerca de la ventana iluminando su perfecto rostro.

Sus facciones mostraban total confusión ¿Quién es ése? 

Había humillado a dos de los más grandes sirvientes de Lucifer.

— ¿Quién eres tú? — Preguntó el arcángel.

JiMin lo observó con desprecio.

— El que va a erradicar tú indeseable existencia — Contesto empuñando la daga con actitud amenazadora — ¡Mi padre estará furioso de qué..! — Exclamo iracundo.

En un abrir y cerrar de ojos el arcángel estaba posicionado frente al anticristo, JiMin retrocedió, pero no cambio su postura sólo afiló más la mirada.

Estaban nariz con nariz.

— En serio, dime... ¿Quién... eres? —. Volvió a cuestionar el castaño, tomo la mano del más pequeño quien se apartó rápidamente, amenazando su cuello con la punta de la hoja.

— Soy JiMin, príncipe de las tinieblas e hijo de Lucifer — El fastidio en su voz casi podía saborearse.

El cuerpo de JungKook sintió un cosquilleo, estaba estupefacto nunca antes había sido amenazado de ninguna manera y mucho menos intimidado por otro. 

¿Qué ocurría? Ni siquiera el más grande había conseguido dejarle la sangre helada, sin embargo, ahí se encontraba, temblando bajo la dura mirada de un chico que es centímetros más bajo que él con el rostro delicado y más hermoso que los campos que al escriba hospeda.

— ¿Cómo es posible qué un ser tan hermoso sea hijo de la criatura más despreciable y manipuladora en todo el cosmos? —. Cuestionó JungKook.

— De la misma manera en la que un Arcángel como tu es tan arrogante y presumido... — Exclamo el anticristo.

 El arcángel pudo sentir el veneno que escupía en sus palabras.

JungKook bajo la mirada, por vez primera se empequeñeció ante un ente demoniaco.

Trato de disimular con un cúmulo de arrogancia, se enderezó riendo.

— Pequeño demonio tú no eres rival para mi, soy el príncipe de la milicia celestial ¡Miguel! Mi espada ya ha derrotado a tu padre y ahora destruirá a su hijo...

Un par de alas emergieron de la espalda del castaño, casi abarcaban hasta el techo, protectoras, grandes y sobre todo fuertes, abanicaron en dirección al peli-gris haciendo que este se aferrara más al suelo, intentando no ceder ante el soplido de éstas.

Los dientes de JiMin se apretaron, mostró sus colmillos en un arranque de ira, se lanzo contra el alado para terminar con su vida.

— Tal vez... But, not today — Dice el más alto.