vii. Adentro

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Fue suficiente.

Finalmente tuvo suficiente, de todo.
El dolor se volvió inconmensurable, incapaz de soportar.

Dolía tanto saber que no debía hacer lo que su corazón le exigía desesperadamente.

Dolía tener que volver a repetir el mismo error mil veces.

Shen se alejó del templo, de Kennen y Akali; de todo. Se permitió perderse en la oscuridad incipiente de un bosque envuelto por el atardecer, y una vez ahí se entregó a la tortura que le estrujaba el pecho y le impedía conciliar el sueño.

—Ya no sé qué es lo correcto —murmuró y se despojó de la máscara, dejándola caer al suelo.

Sin ella, ya no era el Ojo del Crepúsculo, sólo Shen.

Sólo eso quería ser ahora, más que nunca: él mismo.

El dolor lo hizo jadear y exhalar una respiración lenta y tortuosa, y la vulnerabilidad tiró de sus piernas y lo hizo caer sobre sus rodillas.

Necesitaba ser libre.

Quería ser libre sólo para poder pertenecer a Zed, y saber que su deseo se hallaba más allá de su alcance le llenaba de desesperación.

Sin importar cuánto necesitara estar con él, sabía que lo más prudente era continuar fingiendo, continuar resistiéndose...

Hasta el final.

Hey unloving, I will love you { LOL Yaoi Shen x Zed }Donde viven las historias. Descúbrelo ahora