A las siete menos cuarto de la mañana suena el dichoso despertador y solo tengo ganas de darle una patada y que no suene nunca más. No he dormido bien esta noche y no he parado de pensar en la entrevista y en Daniel Cavill.
Esto es de locos.
Cuando entro en la cocina Grace ya está allí sentada tomándose un zumo de melocotón y hojeando el periódico.
– Deberías pagar la mitad de mi alquiler. Vives más aquí que en tu casa.
– Es culpa tuya por darme una llave.
– Era para emergencias ¡So gorrona! No para que atraques mi nevera cada vez que te de la gana.
– Bla, bla, bla ¿Has visto el artículo?
– ¿Tengo cara de haberlo visto? Aún tengo legañas.
– Pues deberías verlo.
– ¿Está mal?
– ¿Pero qué dices? Sale en las páginas principales del periódico.
– ¿En serio? –digo con sorpresa.–Déjame verlo.
– Mira aquí está. –mi amiga se levanta de la banqueta y me deja leer el periódico, mientras ella me prepara un poco de café. –ha sido una entrevista increíble. Como siempre has sacado el lado más humano de las personas.
– Eso parece ¿crees que Felicity se enfadará? –pregunto con preocupación. Lo que menos necesito ahora es un enfrentamiento con la "come nabos".
– ¡Anda y que la jodan! Que hubiera estado ella para atender los asuntos que tenía. Ésta entrevista es tuya y solamente tuya.
– Ya pero...
– Nada de peros, es genial , auténtica, actual, y nadie absolutamente nadie puede negar lo que es evidente.
– ¿Qué crees que dirá él?
– ¿Quién?
– Daniel Cavill.
– Bueno eso no lo podemos saber. No creo que le haya disgustado que alguien hable de algo diferente a lo que hace los demás. Da una buena imagen de su humanidad, nadie querría ocultar algo así.
– Pero es un prepotente. ¿Y si...?
– Quieres dejarte de chorradas. Es el mejor artículo que he leído para el periódico después de mucho tiempo. No pueden decir nada malo sobre ello.
– Espero que tengas razón.
El ruido que hay a primera hora en la oficina es atronador. La gente corre de un lado a otro cogiendo el teléfono y pasando informes de una mesa a otra para entregarlos a tiempo para la quinta o sexta edición de la mañana.
Hace escasamente cinco minutos que llegué a mi puesto de trabajo y Grace ya me ha mandado el primer mensaje del día. A veces es como una acosadora.
Dentro de veinte minutos tengo una reunión con Felicity, más conocida como la "come nabos" y Patrick, el gran afortunado al que se la come, y además el jefe.
Estoy nerviosa a más no poder y la dosis de cafeína que Grace me ha puesto en casa no ayuda en absoluto a que templen mis nervios.
Antes de entrar al despacho intento convencerme a mi misma de que el artículo es bueno y que no tengo nada que temer, pero cuando entro por la puerta y veo la cara que tiene Felicity sé que me va a caer la del siglo.
– ¿En que estabas pensando? –me dijo nada más entrar.
– Lo primero bueno días a ti también y lo segundo ¿a qué te refieres exactamente?
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30 Días ©
RomanceSpencer Mills tras empezar como columnista en German Phillips, uno de los periódicos más famosos de Londres, conocerá a la persona que le cambie su vida para siempre. Harta de planificar su vida constantemente decide correr el riesgo y conocer a Dan...