Capitulo 2

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A las siete menos cuarto de la mañana suena el dichoso despertador y solo tengo ganas de darle una patada y que no suene nunca más. No he dormido bien esta noche y no he parado de pensar en la entrevista y en Daniel Cavill.

Esto es de locos.

Cuando entro en la cocina Grace ya está allí sentada tomándose un zumo de melocotón y hojeando el periódico.

– Deberías pagar la mitad de mi alquiler. Vives más aquí que en tu casa.

– Es culpa tuya por darme una llave.

– Era para emergencias ¡So gorrona! No para que atraques mi nevera cada vez que te de la gana.

– Bla, bla, bla ¿Has visto el artículo?

– ¿Tengo cara de haberlo visto? Aún tengo legañas.

– Pues deberías verlo.

– ¿Está mal?

– ¿Pero qué dices? Sale en las páginas principales del periódico.

– ¿En serio? –digo con sorpresa.–Déjame verlo.

– Mira aquí está. –mi amiga se levanta de la banqueta y me deja leer el periódico, mientras ella me prepara un poco de café. –ha sido una entrevista increíble. Como siempre has sacado el lado más humano de las personas.

– Eso parece ¿crees que Felicity se enfadará? –pregunto con preocupación. Lo que menos necesito ahora es un enfrentamiento con la "come nabos".

– ¡Anda y que la jodan! Que hubiera estado ella para atender los asuntos que tenía. Ésta entrevista es tuya y solamente tuya.

– Ya pero...

– Nada de peros, es genial , auténtica, actual, y nadie absolutamente nadie puede negar lo que es evidente.

– ¿Qué crees que dirá él?

– ¿Quién?

– Daniel Cavill.

– Bueno eso no lo podemos saber. No creo que le haya disgustado que alguien hable de algo diferente a lo que hace los demás. Da una buena imagen de su humanidad, nadie querría ocultar algo así.

– Pero es un prepotente. ¿Y si...?

– Quieres dejarte de chorradas. Es el mejor artículo que he leído para el periódico después de mucho tiempo. No pueden decir nada malo sobre ello.

– Espero que tengas razón.


El ruido que hay a primera hora en la oficina es atronador. La gente corre de un lado a otro cogiendo el teléfono y pasando informes de una mesa a otra para entregarlos a tiempo para la quinta o sexta edición de la mañana.

Hace escasamente cinco minutos que llegué a mi puesto de trabajo y Grace ya me ha mandado el primer mensaje del día. A veces es como una acosadora.

Dentro de veinte minutos tengo una reunión con Felicity, más conocida como la "come nabos" y Patrick, el gran afortunado al que se la come, y además el jefe.

Estoy nerviosa a más no poder y la dosis de cafeína que Grace me ha puesto en casa no ayuda en absoluto a que templen mis nervios.

Antes de entrar al despacho intento convencerme a mi misma de que el artículo es bueno y que no tengo nada que temer, pero cuando entro por la puerta y veo la cara que tiene Felicity sé que me va a caer la del siglo.

– ¿En que estabas pensando? –me dijo nada más entrar.

– Lo primero bueno días a ti también y lo segundo ¿a qué te refieres exactamente?

30 Días ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora