Capítulo veintinueve ¿De cuantas formas existentes se puede romper un corazón?

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¿Cuántas veces posibles se podía romper un corazón? 

Porque yo, ya simplemente había dejado de llevar la cuenta.

Tal vez el escucharlo de los labios de ella, me lo rompió aún más. Quería entrar, quería ver la expresión en el rostro de Justin, ver en su rostro lo que estaba comunicándome en palabras. 

Pero alguien se me adelantó. La puerta se abrió de un tirón, Justin apenas me vio, frunció el ceño. Y Theresa, me miraba curiosa con una sonrisa muy definida en sus labios.

— ¿Te gusta espiar conversaciones ajenas?—pregunta burlonamente.

Ajenas mi trasero. 

Por mi mente estaban pasando de ideas de diferentes formas de tomarla por el cabello y dejarla sin un solo de sus rubios cabello sedosos, probablemente Jordan estaría tan decepcionado de mí. Y de mi clase, por supuesto.

Así que solo me dediqué a expresarle cuan grandes eran mis sentimientos de odio hacia ella con mi mirada. 

Maldita Theresa, ojala que te pudras en…

— ¿Qué haces aquí, __________?—pregunta él fríamente, observándome como si solo verme le molestara.

—Yo…solo…me estoy yendo. —respondí alejándome lo más rápido que me fue posible de su habitación.

Y tenía tantas ganas de volverme a encerrar en mi cueva. 

Nadie me iba a romper el corazón allí.

{…}

Si me quejaba de que Kendall en las películas solo paraba mensajeando durante toda esta, había sido un completo error. Había preferido su ignoramiento electrónico, que lo quera ir al cine con France.

Había sido un error haber ido con ella a ver “Cazadores de Sombras”. Literalmente. No sabía cuánto amor tenía France por los libros. Pero fui testigo de cuanto era su amor por ellos cuando durante toda la película, se quejaba de que el contenido del libro se diferenciaba mucho de la película. Que muchas partes omitidas. Que eso no paso en realidad. Que los jodan a los productores. 

Cuando uno de los hombres sentados a nuestro lado, le pidió que cerrara la boca, ella simplemente le gritó un: “Cállate simple mundano, no sabes lo que estás diciendo”.

Sí, una noche inolvidable por supuesto.

Cuando llegamos al departamento, aun nos seguíamos riendo de todo lo que había pasado. Era tarde, y tenía que regresar al departamento porque aquí probablemente ya no entraba ni una sola mosca. 

Además mañana tendría que levantarme temprano, ya que la cena de Jordan se había convertido en un desayuno. Y Elena y Sean venían al departamento mañana en la mañana. 

—Gracias por todo, chicos. Me tengo que ir. —les digo.

— ¿Mañana iremos de compras?—pregunta France.

—Te llamo. Aun no sé a qué hora estaré libre.

Ella asiente con la cabeza, mientras vuelve a rebuscar en la alacena algo comestible. 

— ¿Qué pasa contigo?—pregunta Thom, disminuyendo el tono de su voz, cerca de mi oído.

—Nada.

— ¿Enserio? No puedo creer que acabas de usar esa palabra, pensé que nos contábamos todos. 

—Me estoy empezando a cansar, Thom. Quiero seguir luchando por esto, lo juro, pero si el ya no quiere luchar por esto. Es mucho solo para mí si él ya no quiere esto. 

—Está bien, ángel. No pasa nada, ¿de acuerdo? Vas a estar bien, créeme. —deposita un beso en mi frente y me estrecha en sus brazos—Ahora ve a tomar esa noche larga de sueño que te mereces.

Lo abracé de regreso, y le di un beso en su mejilla. Me despedí de France, con nuestro habitual saludo que consistía un choque de puños y uno de caderas. 

Apenas salí del departamento, y cerré la puerta a mis espaldas. Una risa chillona que venía de la azotea me llamó la atención. Obviamente no era de Theresa, porque la maldita tenía una risa perfecta, lamentablemente. Pero lo que más me sorprendió, fue que después de esa risa chillona, se escuchó la de Justin.

Subí las escaleras de dos en dos, y llegué hasta la puerta, antes de entra a la azotea. Me detuve de golpe al ver a Justin, solo con su bóxer encima, y una chica solo en bragas a su lado. 

Justin le dio una calada a su cigarrillo y dejó escapar todo el humo de una sola vez. La chica que lo acompañaba se sentó encima de él. Y este era el momento donde iba a vomitar todo lo que había comido. 

Iba a huir corriendo, cuando los escuché hablar nuevamente.

— ¿Qué es esto que tienes? ¿Es un corazón o qué?—pregunta la chica, recogiendo el dije en forma de corazón que colgaba de su cuello.

Sabía lo que era porque, había sido yo la que se lo había regalado en su cumpleaños hace dos años. Ahorré como toda la mitad de un año, solo para poder pagarlo. Era un regalo que quería que fuera solo mío para él. Y lo había conseguido para él.

Él sabía lo mucho que significaba eso para mí. Lo importante que era para mí. Porque a pesar de ser una simple cadena, para mí lo era todo. Por el significado que tenía.

Justin se encogió de hombros, y volvió a llevarse el cigarrillo a la boca.

— ¿Puedes prestármelo, tal vez?—pregunta la chica.

Justin se saca la cadena de una sola vez, y se lo extiende a la chica.

Por favor, no la dejes usarlo. Por favor.

La chica se lo colgó en el cuello y miro el dije emocionada.

— ¿Significa algo importante para ti?—pregunta.

—Nada importante. —responde él.

Y acababa de obtener mi respuesta. 

Él ya no quería más esto.

Y había esperado tanto por querer saber esta respuesta, de verdad quería hacerlo. Pero haberlo descubierto al fin, había chocado contra mi corazón, el cual ahora estaba más que solo roto. 

Bajé las escaleras corriendo, tratando de no tropezarme y caer de cara, peor fue un intento fallido porque cuando llegué al último tramo me tropecé con mis propios pies, y me caí de cara contra el suelo. 

Lagrimas caían por mis mejillas, pero no por el golpe que acababa de recibir. Ese dolor era insignificante comparado con el de mi corazón. 

Volver a vernos {tercera temporada RDM} (Terminada)Where stories live. Discover now