Volver a vernos. Capítulo treinta y nueve.

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— ¿Qué va a pasar con nosotros?—pregunta Justin, sin soltar mi mano sentándose en la banca del parque cerca al departamento.

Habíamos salido a caminar, y yo realmente agradecía este momento a solas que estábamos teniendo. Era momento de afrontar esta conversación, y especificar qué era lo que iba a pasar entre nosotros.

—Buena pregunta. —Digo, sentándome a su lado. —Quiero saber la respuesta también.

Justin pasa su dedo por encima de mi anillo, el cual no me lo he quitado en ningún segundo desde que me lo dio. Y no lo haría. 

—Yo solo sé…que no voy a dejar que me apartes de tu lado nunca más, ¿entiendes eso, bubbles?—pregunta.

Asiento con la cabeza, con en una enorme sonrisa.

—No iba a hacerlo. 

—Creo que es momento de hablar de nuestra boda. ¿Quieres que sea algo grande o…

—Solo algo lo suficientemente hermoso para que quede en nuestras memorias por siempre. He soñado con mi boda desde que tengo cuatro años y veía todas esas películas. 

—Y estoy dispuesto a hacer todos tus sueños,—sostiene mi mano, y deposita un beso en ella—realidad.

—Definitivamente tenemos que terminar la universidad. Tú en Washington y yo en Nueva York. Además, Pattie te va a necesitar mucho. 

—Nos va a necesitar, porque si regresas a Nueva York, voy a asegurarme de traerte aquí cada vez que sea posible.—me dice. 

—De acuerdo. Entonces, nos vamos a casar cuando terminemos de estudiar. Igual tienes que hablar de esto con Jordan, no eres su persona favorita en el mundo que digamos.

—Lo sé. No sé qué tanto le va a gustar esto—comenta, riéndose.

—Más te vale serme fiel, Bieber. O me voy a encargar de que lo seas, créeme. Tengo ojos en todos lados—juego con él, haciéndole reír nuevamente.

—Oh créeme, lo seré. Seré el mejor novio que vas a poder tener.

Un globo pasa por encima de mí y logro atraparlo antes de que se vaya con el aire que hacía. Una niña se acerca a nosotros, y mira al globo rosa con timidez.

—Ese es mi globo—me dice.

—Oh, toma cariño—le digo entregándoselo.

La niña me da una tímida sonrisa antes de salir corriendo hacia dónde están, los que supongo que son sus padres. El hombre la alza en sus brazos y la niña ríe. 

—¿Nos imaginas así?—pregunta Justin—Con hijos.

Pensé que estaba bromeando, pero cuando veo la expresión de su rostro me doy cuenta de que no. Recuesto mi cabeza en su hombro y sonrió.

—Serías el mejor padre de todos. 

Justin sonríe, y besa la sien de mi cabeza.

—Nos vamos a casar.—susurró en su oído.

—Vas a ser mía…por siempre.—concluye él.

{Un año y medio después}

Recorro nerviosamente la habitación, caminando de un lado a otro, como hago siempre que estoy nerviosa. Pero hoy siento que mi cabeza va a explotar de toda el nerviosísimo que estoy conteniendo, realmente.

—Deja de torturarte, ________. O vas a terminar mal—dice Thom, quien esta recostado en la cama de mi habitación.

—Creo que voy a morir de los nervios—le digo.

—Solo respira. Y dime…¿Por qué estás tan nerviosa?¿acaso no estas segura?—me pregunta.

Niego con la cabeza automáticamente.

—Claro que no. Quiero esto, de verdad lo hago.

Justin habíamos tomado la decisión de casarnos mañana. Después de un año y medio. Aun no habíamos terminado la universidad, a mí me faltaba un año y a Justin dos. 

Pero la universidad me dio a escoger prácticas en diferentes estados, para poder terminar mi último año. Y obviamente apenas vi un puesto libre como columnista en una pequeña revista de Washington acepte. 

No sabía cuántos fines de semana había pasado en Washington después del accidente de Jack. Probablemente todos. 

Jake ha estado yendo al psicólogo después de eso, y ahora está mejor. Por lo menos sonríe y es capaz de bromear con nosotros, pero aun así puedes ver la pena que lleva consigo, y lo entendemos, todos lo hacemos.

Decidimos casarnos en Nueva York, ya que era donde habíamos pasado más tiempo juntos. 

Kendall iba a hacerla dama de honor, al igual que Jake iba a ser el padrino. Todo estaba completamente perfecto. Todos nuestros amigos más cercanos estaban viniendo.

Aunque claro, Jordan aún no estaba completamente de acuerdo con la boda, diciendo que éramos muy jóvenes aun y que aún nos faltaban experiencias por las cuales pasar. Y lo entendía. 

Pero no podía esperar más para estar casada con el hombre que amo. 

Mañana es la boda. Y hasta ahora mis manos siguen temblando de los nervios que contengo.

—¿Quieres que llame a Kendall, o a France? ¿O a Kendall y a France? Creo que esto es algo que entenderían mejor las chicas—dice Thom, levantándose de la cama.

—No , está bien. Solo… oh dios no puedo creer que me vaya a casar mañana.

Thom se ríe y me atrapa en un abrazo. 

Y estoy contando los segundos para que sean mañana.

{Justin}

Mi madre ha sido muy estricta con la regla de “Los novios no pueden dormir juntos la noche antes de la boda”. Y esa es la razón por la cual Bubbles no está conmigo en este momento. 

Pero no puedo aguantar más.

Por esa razón me visto lo más rápido que puedo, y salgo corriendo e la habitación de hotel que hemos alquilado para todo lo que va a haber mañana. 

El edificio de Jordan está cerca, así que llego rápidamente a pie. Toco desesperadamente el timbre, y después de un minuto la puerta se abre.

—Justin—dice Jordan, riéndose—Supongo que has venido aquí a romper la regla.

—¿Esta Bubbles?

—No, acaba de salir para tu mala suerte.

—¿A dónde?—pregunto curioso.

—No lo sé, las chicas se la llevaron y no eres bienvenido con ellas porque también obligaron a marcharse a Thomas.

Asiento con la cabeza, y estoy a punto de irme cuando me detengo. 

—¿Puedo hablar con usted un segundo?—pregunto.

Jordan frunce el ceño, pero después asiente con la cabeza. Me abre la puerta de su departamento permitiéndome entrar.

—Mire yo no tengo padre, y necesito preguntarle esto a alguien, y sé que usted aún no se ha casado, pero necesito preguntárselo a alguien. 

—De acuerdo.

—¿Usted cree que cambia algo después del matrimonio? No quiero que nos convirtamos en esas parejas que pelean todo el tiempo, por dinero u otras cosas. Quiero que seamos tal cual como somos ahora.

—No creo que sea difícil entre ustedes. Tienen la suerte que han convivido antes de casarse, lamentablemente, yo nunca hubiera permitido eso créeme.—me rio—Pero solo asegúrate de una cosa. Nunca pierdas la oportunidad de decirle lo mucho que la amas, y cuanto significa para ti. Porque no hay veces suficientes, para expresarle a alguien cuán importante es para ti. ¿La amas, verdad?

—Lo hago—le respondo.

—Más te vale. Porque hazla sufrir, y créeme, puedo hacer que te deporten a Alaska si es posible.

Me rio, y en mi interior me alegro de que mi bubbles tenga a alguien que está dispuesto a protegerla con su vida, como haría yo. 

Y cuento en mi mente, los segundos para el día de mañana, llegue al fin.

Volver a vernos {tercera temporada RDM} (Terminada)Where stories live. Discover now