Alternativo

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- ¡¡Te destruiré!!

Me abalanzo sobre ella, sintiendo cómo lanzan mi cuerpo hacia atrás, evitando que la toque. Mi ira está tomando fuerza y no me importa nada en estos momentos; excepto por él.

Veo el cuerpo de mi mejor amigo y todavía puedo escuchar su corazón latir con debilidad conforme pasan los segundos. Me acerco a él, ignorando todo a mi alrededor, levantándolo entre mis brazos.

- Bran... - Mis lágrimas hacen recorridos por mi rostro, cayendo sobre el suyo.

- C-co-ol... - Niego para que no hable.

- Te transformaré, Brandon. Vivirás.

Me acerco a él, deteniéndome en su cuello.¿¡Cómo carajos se hace esto!? Levanto mi rostro inundado de lágrimas asesinas, desesperado, buscando ayuda; llega en menos de un segundo.

- Déjame a mí, hijo. - Miro a mi padre en silencio y asiento, entregándole a Brandon. Él lo levanta con rapidez, mirándome con enojo. - Destrúyela, Col. No la dejes escapar.

Asiento ante su petición, viéndolo echar a correr, saliendo del lugar con un Brandon bastante inconsciente y débil. Me giro con lentitud, observando a Amelie con ira contenida; casi logra matarlo. Claro, si no es que de verdad lo hizo.

Me estremezco al escuchar aquello en mi mente y niego, acercándome a ella. Escucho una suave voz dentro de mi cabeza, pero logro reconocerla con rapidez: Esther.

- Aquí estoy, Col. Dentro de ti, junto a ti, para ayudarte. Hazlo. Acaba con ella. - Sonrío de manera macabra y asiento.

- ¿Quieres jugar? Entonces: juguemos.

Miro a mi alrededor, viendo que mi familia se está encargando de la mayoría de los soldados que están aquí. No me sorprendo al ver los buenos movimientos de Carlo; sé que él es bueno.

Miro a Amelie, comenzando a moverme con lentitud y sigilo, sintiendo el color de mis ojos cambiar mientras una extraña explosión de odio hacia ella va creciendo en mí; ella sonríe con algo de triunfo, pero conforme pasan los segundos y ve que no me detengo, su sonrisa se transforma en terror.

- ¡¡Intentaste asesinar a MI hermano!! - Respiro, intentando hablar con calma. - ¿Crees que escaparás de esta? ¿Después de todo lo que has intentado hacer? ¿Incluso matarme?

Veo a sus lacayos acercarse a mí, pero a todos los envío a volar con rapidez, dejándome el camino y la vía libre para llegar a ella. Sólo uno de ellos se interpone en mi camino, haciendo que me detenga para observarlo y acabarlo con rapidez.

- Tranquila. Sólo me tomará dos segundos, Amelie. No te vayas; tendrás toda mi atención en unos momentos. - La observo mientras ella retrocede y es cuando decido sujetarla a la pared, evitando su escape.

Su grito de miedo hace que sonría con euforia y me dedique a mi nuevo oponente: Sean.

- ¿Habrás aprendido algo o ya se te olvidó todo lo que te enseñé? - Sonrío nuevamente.

- Oh, creéme: no se me ha olvidado nada.

Dejo que mi ira explote como bomba, sintiéndome fuerte y asesino, dejando que aquellas ondas de fuego escapen de mi cuerpo, buscando el cuerpo de mi oponente. Intenta esquivarme y dejo que piense que ganará, pero sólo estoy jugando con él.

Veo los intentos frustrados de Amelie por soltarse de mi agarre y niego, mirando a Sean.

- Vamos, Sean. Puedes hacerlo mejor que eso. - Él me mira con enojo y confusión. - Creí que eras "el mejor".

Sólo esas palabras bastaron para que se abalanzara sobre mí, intentando golpearme. Mi cuerpo se movía con agilidad, esquivando con suma facilidad sus golpes, patadas y demás. Cuando me cansé de sus intentos, en un movimiento rápido, lo tomé del cuello, levantándolo del suelo. Su mirada era de terror vivo y puro.

Verdades Ocultas (COMPLETA Y CORREGIDA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora