Capítulo 25

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-han pasado ya dos días desde que lexa salió del hospital y efectivamente tal y como lo predijeron los detectives, bellamy llego a casa de Octavia con el pretexto de querer saber que tal le iba en la vida a su hermana, pero que la conversación de este supuesto "interés" no duró ni 5 minutos... ahora mismo estamos viviendo en una casa bastante grande y amplia, la verdad a lexa y a mi nos sorprendió, todo estaba modernizado, anya nos dio una habitación enorme con una cama matrimonial en medio, la habitación contaba con un baño y aire acondicionado, no creo poder quejarnos porque es muchísimo más de lo que ambas pudimos imaginar, la comida no era problema porque anya tenía mucha comida y como no pasaba en casa dejaba que nosotras le diéramos un buen uso, se podría decir que todo estaba bien, pero la verdad es que no es así... desde que salimos del hospital lexa a empeorado, la noto más pálida, con ojeras bastante notorias alrededor de sus ojos, sin energía y todo lo que come lo termina vomitando la mayoría de las veces, no podemos volver al hospital porque lexa esta en peligro y anya tampoco nos deja salir de casa aún que se muy bien que afuera se encuentran agentes encubiertos por lo que no termino de entender esa reacción de no dejarnos salir sin ella o lincon.


-Volviendo a al tema principal, me preocupa el estados de lexa, nada la ayuda... ni las inyecciones o las medicinas, intente llamar a mamá para pedirle ayuda pero no contesta mis llamadas según me comento mi hermana se fue de  vacaciones con papá... y en un muy mal momento.

-c...cla-clarke...- la voz de la ojiverde atrajo su atención, se notaba el esfuerzo que hacía para poder pronunciar su nombre correctamente.

-te sientes mal de nuevo?- pregunto la rubia con visible preocupación.- te duele la herida ?-

-no...es-estoy bien... sólo quiero a-agua.-forzó sus ojos para poder abrirlos mientras respiraba con un poco de dificultad lo cual no paso desapercibido por clarke que lo dejo pasar por el momento.

-lexa en ese momento se encontraba sentada en el sillón mirando a clarke sin saber bien que decir, sabía bien que aún que dijera mil veces que se encontraba bien clarke no le creería.


-no tienes que mentirme lexa... no me mientas más por favor - tomó una botella de agua que se encontraba en una mesa y se lo acercó a la castaña.- no tienes porque mentirme... se que no estas bien, no has podido comer te duele el brazo constantemente, pasas cansada y yo... me siento como una completa inútil por no poder ayudarte, mi corazón late de forma dolorosa al verte así.- clarke le miro con ternura intentando contener aquellas lágrimas rebeldes.- es dificil para mi verte asi... desearía ser yo la que sufra en tu lugar.


-no quería pre-preocuparte...- le contesto lexa arrepentida mientras parpadeaba repetidas veces para poder despertarse.- ya bastantes problemas tenías conmigo...no queria sumarte uno más, disculpame. - miro la botella de agua unos segundos y luego bebió grandes sorbos de esta.

-no eres ningún problema lexa. -hablo rápidamente la rubia al escuchar las palabras de la ojiverde.- eres lo mejor que a podido pasarme, así que por favor deja de ser tan egoísta y comparte tu dolor conmigo.- suplicó clarke mientras se sentaba a un lado de lexa y tomaba las frias manos de la castaña dándole suaves apretones para que entrarán en calor.

-perdona mi actitud...- se disculpó la castaña.- es sólo que hoy me siento realmente ...cansada- confesó mientras soltaba un pequeño bostezo.- y con mucho sueño...

-cansada y con sueño. ?- pregunto temerosa y al ver como lexa asentia, clarke pudo sentir como su corazón se estrujaba de forma dolorosa, ella estuvo buscando información sobre los medicamentos, no había nada fuera de lo normal pero lexa empeoraba más con el pasar de los días lo cual no tenía sentido alguno para clarke.- llamaré a lincon... se que el podrá ayudarnos, se que probablemente no te va a gustar escuchar esto pero puedes dormir mientras tanto, estaré aquí a tu lado hasta que despiertes.- Clarke se levanto y en un rapido movimiento se sentó al final del sofa, un poco más cómoda, atrajo las piernas de lexa para que estas quedarán sobre ella.

Mi mejor casualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora