Cuando te tengo a mi lado...

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–¿Por qué estás enojado?

Preguntó ___ cautelosa mientras se quitaba un patín. Midorima permaneció con su cara de póker.

–Esa rutina, es cada vez más... e-erótica.

__ soltó una risita. Midorima frunció el ceño avergonzado.

–¿Estás celoso de que me vean otros hombres? Besides, no es la primera vez que hago algo así.

Midorima se sobresaltó y ___ carcajeó debido a la expresión que le mostró.

–¡Por supuesto que no! ¡Ni siquiera me gustas! ¿¡¿Por qué habría de sentir eso?!?

____ dejó resbalar el patín, y tras el golpe sordo del choque de este contra el suelo, hubo un escandalosamente incómodo silencio. ___ recogió el patín y los guardó. Se quedó cabizbaja y sonrió. Definitivamente había sido hasta capaz de oír como su corazón se quebraba en pedacitos.

–Lo sé jaja, no tienes porqué recordármelo de esa manera.

____ recogió sus cosas y caminó directo a la salida sin decir nada más. Midorima se quedó en un tipo de transe por unos segundos pero logró seguirla a tiempo, antes de que saliera por completo y la agarró del brazo.

–¿Qué quieres?

Preguntó fríamente.

–Todavía. No me gustas todavía... Lo suficiente. De todas formas no sería de esa manera aunque me gustases.

____ se atoró de la nada y Midorima le dio unas cuantas palmaditas en la espalda para que le pasara. Los dos se quedaron varios minutos mirándose a los ojos sin decir palabra. ____ le dio una de sus mejores sonrisas y Midorima se estremeció por dentro.

-¿___?

El padre de ___ se sobresaltó al ver la escena. Quería que la tierra lo tragara. Midorima lo miró neutro y lo examinó precavido. ___ estaba en shock debido a la sorpresa que le dio su padre. Luego de unos minutos de análisis, Midorima dedujo cómo un rayo que ese era el padre de ___ por lo que la soltó de la mano. ¿En qué momento la agarró de la mano?

–¿¡Papá!? Wow, llegas temprano.

El padre de ___, Tenzou, recuperó la compostura y estiró la mano en dirección a Midorima, para saludar, y para saber que clase de hombre era. Cuando un hombre estrechaba la mano de otro, de acuerdo a la manera como este aprieta la mano, su postura y sus ojos, se podían saber muchas cosas de él.

–Oh, padre, este es Midorima Shintarou... un amigo y compañero de la escuela.

Midorima mantuvo una expresión seria y estrechó la mano del padre de __ de vuelta. Tenzou se sorprendió del tamaño de las manos del joven. Eran manos cálidas y por la manera en que apretó el agarre, dedujo que era un hombre confiable. Cuando lo miró a los ojos y vio que lo miraba de vuelta con su expresión seria, se dio cuenta de que era seguro de sí mismo y que tal vez, demasiado para su edad. Y de su posición corporal dedujo que era un hombre educado, tal vez de una familia pudiente.

–Ya veo, un amigo. Mi nombre es ____ Tenzou y soy el padre de ____. Espero que mi niña no te haya dado muchos problemas.

___ resopló, avergonzada.

–¿A qué viene ese comentario? ¡¿¡Que problemas te he dado yo!?!

El padre de ___ rió y de reojo vio que Midorima miraba a su hija con una sonrisa de medio lado. La verdad él nunca esperó que un chico como él pudiera ser capaz de darle a alguien esa expresión. Comprendió que su hija estaba en buenas manos, aunque la idea no le gustara mucho.

–En fin, Midorima-kun, ¿te gustaría ir a cenar con nosotros?

___ se sonrojó todavía más avergonzada, pero no negó qué tal vez eso fuera divertido.

–Lo siento, señor ___, mi hermana menor está entrenando aquí en este momento, es mi deber llevarla a casa, por lo que no puedo irme.
–Ya veo. Será en otra ocasión entonces.
–Harumi saldrá algo tarde hoy... las competencias están demasiado cerca y todavía hay mucho que hacer.

Dijo ___ con un suspiro. Tenzou la vió extrañado.
–¿Por qué saliste tan temprano hoy?
–Ya terminé mis presentaciones. Ahora lo que Luciano quiere es que las interprete de manera correcta. Hoy hice algo con el programa corto que lo sorprendió a tal punto que me sugirió ir a casa antes a descansar. Aunque todavía tengo que trabajar en el largo.

___ se cruzó de brazos pensativa. Tenzou desvió la mirada cuando cayó en cuenta que había detenido algo importante.

–En fin ___, te espero en el auto. Midorima, un placer conocerte.

Tenzou le sonrió al peliverde quien se inclinó un poco despidiéndose con respeto. ___ vio sorprendida cómo se alejaba, en otros casos se la hubiera llevado de la oreja con él.

–Bueno, supongo que tengo que irme. Por favor despide a Harumi de mi parte, la veré en dos días.

Midorima asintió. Quería decir algo más pero no sabía que.

–Estamos bien, ¿verdad?

Preguntó después de un rato, avergonzado. ___ se acercó a él. Las diferencias de altura eran más evidentes así de cerca.

–Estamos bien, idiota.

___ sonrió y le dio un débil puño en el torso. Midorima sonrió de medio lado, devolviéndole el gesto, acto seguido, estiró la mano un poco y tomó un mechón de pelo y lo acomodó detrás de la oreja. ___ no se sorprendió, pero si se alegró mucho. Maldito tsundere. Finalmente se dio vuelta y se encaminó al auto. Midorima no quitó los ojos de su espalda hasta que se montó al auto. Y la vio perderse en el tráfico.