Ella Si |Valentino Rossi|

Duele.

Perfecto ahora tenía que verlo.

Prepare un bolso de mano para llevarme a Tavullia. No pretendía quedarme mucho, ahora que me acuerdo todavía tengo ropa mía en la casa de Valentino, le voy a decir a Luca que la vaya a buscar.

En fin, entre esto y lo otro se me hicieron las diez de la noche, comi una ensalada y me acosté a dormir, no sin antes subir una foto a insta de mi última sección de fotos.

@MartinaSalucciOK a publicado una foto.

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- Versace 🤓

Ver los 7382 comentarios.

@LewisHamilton - ¿Diosa del Olimpo?

@Luca_marini_97 -Photoshop seguro. 👅

@AdrianaLima -Diosa!

@Donatella_versace- MI diosa del Olimpo @LewisHamilton

@Cristiano -TOP!

@ValeYellow46 - La más hermosa😍

Luego de leer los comentarios me puse peor, ojalá pase algo que lo borre de mi cabeza.

Finalmente me dormí. Pero ni durmiendo paraba de pensar en el. Tuve un sueño bastante... como se podría decir.. bastante hot.
Lo que me faltaba, tener este tipo de sueños, lo extrañaba muchísimo, no voy a mentir.

A la mañana siguiente, me duche me cambie lo más liviana posible ya que hacía mucho calor y salí rumbo a Tavullia.

En el camino pensaba en la pileta y el sol que iba a tomar, en todo lo que tenía que hablar con mi cuñada, la tenía un poco descuidada y por supuesto en Valentino.

Cuando llegue salió mi hermano a recibirme. Muchos besos y un abrazo fuerte.

U- Te extrañe, estás muy desaparecida desde que te separaste de Valentino.-

Ellos sabían que me había separado, pero no sabían porque.

M- Si, Uccio, amo tus comentarios.- dije sarcástica. Le di el regalo y entre en la casa a saludar a mi cuñada y sobrina.

Hicimos licuado y nos fuimos a la pileta.

Estábamos charlando con Pamela desde la tarde, mi sobrina estaba feliz con su nuevo juguete de princesas que le había traído.
Cuando comenzó a anochecer me fui a duchar así ayudaba a preparar las cosas para el cumpleaños, según mi hermano no eran muchos, solo familia y un par de amigos.

Me puse un vestido blanco corto, y mis converse blancas también.. si me viera Donatella con estas zapatillas me despide.

Cuando yo aparecí en la cocina mi cuñada se fue a bañar con Eli. Yo me quede preparando algunas cosas.

- Cuantas cosas pasaron en esta cocina..- escuche y mi cuerpo se estremeció. Me di vuelta y ahí estaba el, tan simple como el. Tenía un pantalón verde oscuro y una buzo gris y aún así estaba guapísimo.

M- Hola Vale.- dije cuando le di dos besos.
Reconozco mis ganas de besarle los labios, pero no, no iba a perdonarlo, no se lo merecía.
V- Te extraño Martu.- agarro mis manos. Y quiso besarme pero corrí mi rostro.
M- No Vale.- negué con la cabeza.- No.

La cena paso entre risas y tranquila, yo solo pensaba en Valentino, cada vez que lo veía sentía que me dolía un poco más.
Nunca había sentido algo así en mi vida. Estaba tan triste. Me dolía muchísimo.

P- ¿Qué pasa?.- me pregunto Pamela cuando fuimos a la cocina a buscar la champaña.
Pareció que todo el llanto que tenía acumulado salió en ese mismo momento.
M- No puedo más Pame, te juro que no puedo más, pensé que sería fuerte, pero me duele verlo, lo amo tanto.- dije entre sollozos como pude.- no puedo más.- me caí en la cocina y tome mi cabeza con mis manos.- no puedo más.- repetí.
P- Tranquila amor, esto es así, te va a doler.- me abrazo.- ¿Porque se separaron si se aman tanto?.- no podía contarle.
M- Eso ya no importa, no voy a volver con el y tengo que ser fuerte, pero viéndolo tan seguido es difícil, siento que lo voy a querer toda la vida.-

- ¿El champagne?.- entro preguntando Valentino. Que se quedó atónito al verme como estaba. Me pare enseguida y mi cuñada se fue.- Otra vez te hice llorar.- afirmó
M- No es tu culpa, es mía por confiar en ti.-
V- Martina yo te amo.-
M- Y yo no quiero verte .- Dije agarrando la botella para salir de la cocina.
V- Hablemos por favor.- me pare en seco.- yo te quiero enserio.
M- Que manera tan extraña tienes de quererme, yo si te quería, no te hubiese hecho eso nunca Valentino, nunca!.-
V- Ya te explique que estaba enojado contigo y no pensé lo que hacía.-
M- Así no voy a confiar en ti nunca más, si cada vez que nos peleemos vas a estar con otra, no te entiendo.- dije triste.-
V- ¿Ya no me amas más?.- no le conteste.- si, me amas, y yo a ti, dame una oportunidad.- me rogó.
M- Va a ser más difícil que eso.- y salí de allí decidida a no perdonarlo y seguir con mi vida. Dolerá, claro que dolerá, pero tendré que ser fuerte.

A la mañana siguiente me desperté con un dolor de cabeza que me partía.
No me quise levantar de la cama.