Voy bajando las escaleras con rapidez, pero teniendo cuidado para procurar no rodar por ellas. Mi mamá espera en el auto, ella a veces suele ser muy impaciente, le estresa lo mucho que tardo en arreglarme. Un día íbamos al centro comercial a comprar ropa, y tarde tanto tiempo que ella se enfureció y me dejo en la casa, luego a las horas llegó ella con bolsas llenas de ropa, obvio ropa solo para ella. Desde ese entonces trato de apresurarme más a la hora de salir.
-¡Por fin Ema! Estaba apunto de dejarte de nuevo.- dice ella, algo molesta, pero a la vez se le nota despreocupada.
-Lo siento mamá.
Fuimos a un restaurante muy conocido en la cuidad, por la muy buena comida que sirven en el. Por lo normal para venir acá hace falta una reservación, pero ya que este no estaba tan lleno, nos dejaron pasar sin reservación previa. Pedimos lo que queríamos comer, y ahora venía la peor parte de ir a un restaurante, esperar tanto por la comida.
-¿Como te ha ido en el día cariño?-pregunta ella, seguido de tomar un sorbo de agua.
-Bien, está mañana casi deje plantada a Lore. Yo estaba en las nubes.- respondo, viendo para todos lados.
-Pues créeme que se nota que lo sigues estando.- comenta, y ríe sutilmente.
Al cabo de unos minutos, veo como un ángel se queda cerca de mi mamá por mucho rato, comienzo a suponer que ese es su ángel guardián. Tiene un aspecto un poco mayor al de Tomás, pero sigue teniendo una apariencia joven y fuerte, respectiva de los ángeles, o por lo menos de los que he visto hasta ahora. Este tenía una tez algo morena, ojos castaños claros y sus alas eran muy grandes. Lo veo fijamente, y noto que cierra sus alas, ¿se supone que hacen eso? Me pareció extraño. Este me ve fijamente, su cara hace una expresión como si estuviese viendo un espanto, pero a los segundos me sonríe con normalidad, y susurra su nombre... "Gabriel".
Supongo que de ahora en adelante tendré que acostumbrarme a que los ángeles me vean como un ser diferente, debido a que yo también puedo verlos a ellos.Por fin llega la comida, a la final la espera no fue tanta de la que pensaba, mi mamá comienza a contarme sobre su trabajo, y yo la escuchaba atentamente mientras disfrutaba de mi lasaña, pero al mismo tiempo yo solo podía pensar en una sola cosa...ángeles.
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Ángeles caídos
FantasíaTodo cambio el día de su cumpleaños, desde esa noche sabría que su vida no sería la misma, descubrirá la verdad, vendrán amores, difíciles decisiones, grandes oportunidades, y lo más relevante, conocerá a su ángel guardián ¿sentirá algo por el? ¿To...