Era 2 de septiembre de 2017, los alumnos estaban en el gran comedor desayunando y en uno de los pasillos se encontraban dos niños de once años. Eran Rose Weasley y Albus Potter, ambos estaban hablando sobre lo que sucedió en la ceremonia de selección, de como él Albus Potter había terminado en Slytherin.
-No lo sé Rose-le dijo Albus por cuarta vez.
-Ya, esta bien, me rindo, pero ten cuidado, sabes que a pesar de que los tiempos han cambiado siempre van a ver personas con intenciones de hacer daño.
Cuando Rose termina de hablar se acercan 5 alumnos con el uniforme de Slytherin y le lanzan hechizos a Albus, Rose en su intento de protegerlo salió expulsada hacía atrás y logra divisar una cabellera rubia que se acerca hacía ellos.
-¿Qué sucede aquí?- pregunto el niño rubio.
-No te metas Malfoy, esto no te incumbe.-le dijo uno de los alumnos.
-Claro que me incumbe están atacando a un niño inocente.
-Por culpa del padre de este mis padres perdieron todo- dijo otro estudiante.
-¿Y a mi eso qué me importa?- preguntó indiferente.
-Solo déjanos en paz.
-No lo haré, ahora suéltenlo, o puedo hundir aún más a tu familia, sabes que tengo el poder.
-¿Un Malfoy defendiendo a un Potter? ¿Qué dirá tu padre de esto?- le pregunto con malicia
-Mi padre solo quiero mi felicidad, no le importa a quien defienda o no, además él no es como tu padre, él cambio.- Malfoy, a punto de perder la paciencia lanzo un hechizo simple pero potente- ahora váyanse antes que les haga daño de verdad.
-Para ser un mocoso sí que fastidias.- y dicho esto se fueron.
Albus y Rose quedaron sorprendidos por lo que acababa de ocurrir, el padre de Rose le dijo a esta que no se hiciera amiga de él, pero ya no le importaba, ese niño los había ayudado y estaba dispuesta a conocerlo mejor.
-¿Cómo te llamas?- le pregunto Rose.
-Soy Scorpius Malfoy, un placer- y le tendió una mano a Rose, que ella aceptó.
-Rose Weasley.
-Oh, sé quiénes son, él-apunto a Albus- es tu primo Albus Potter.
-Muchas gracias por ayudarnos-le dijo Albus- no sé que hubiera pasado si no hubieses llegado.
-No se preocupen, me gusta ayudar a las personas- dijo desinteresadamente.
-¿Puedo ser tu amiga?-pregunto abruptamente rose. Scorpius la miro sorpendido- Si quie-eres, disculpa soy precipitada- dijo con pena en su voz.
-Oh claro que me gustaría ser tu amigo, ¿Pero ustedes quieren ser mis amigos?
-Claro que sí- dijo Albus con seguridad- No tenemos que cometer los mismos errores que nuestros padres.
-Pues no, no tenemos- dijeron Rose y Scorpius a la vez.
Los tres rieron sin saber que desde ese día se convertirían en mejores amigos, en el "trio de plata" para algunos y "dolor de cabeza" para otros. Se apoyaban en todos los ámbitos posibles, si castigaban a uno, castigaban a los tres, y así se aseguraron de seguir con esa amistad llena de cariño, problemas, bromas, amor y risas.
-¿Por qué sonríes Rosie?- le preguntó Scorpius.
-Porque me acordé de cuando nos hicimos mejores amigos- le respondió.
-Oh si, fue un día bastante movido, ¿No? Pero al final Flint salió más perjudicado, no creo que le haya gustado oler a basura durante una semana- dijo riendo Scorpius.
-Ni la enfermera le sacó el olor- acotó Albus riendo.
-Esa semana de castigo valió la pena- indicó Rose.
Cuando ya habían terminado de reír, llego Alice y se sentó junto Albus, sin darle un beso como se esperaría, pues nadie sabía lo que había ocurrido ayer, ya que nadie los vio tomados de la mano. Ambos se pusieron serios de repente y Rose y Scorpius se miraron extrañados ante la actitud de sus amigos y tuvieron miedo de que algo hubiera salido mal. Todo estuvo en silencio hasta que Alice hablo al fin.
-Albus y yo estamos saliendo- dijo Alice.
-Te lo dije- gritó Rose a Scorpius- me debes dos galeones.
-No es justo, ¿todos estos años sin hablarse sobre lo que sentían y lo hacen ahora? Son los peores amigos de la vida- les expresó Scorpius a Albus y Alice.
-¿Qué está pasando?- preguntó Albus.
-Pues Scorpius y yo apostamos sobre cuánto tardarían en salir, yo dije una semana y Scorpius un mes, ya ven quién ganó- se señaló a sí misma con expresión de jubilo- así que gracias por hacerme ganar dos galeones- le sacó la lengua a Scorpius- y felicidades chicos, me alegro mucho por ustedes- y les dió un abrazo.
-Gracias Rosie- respondieron a la vez.
-Yo igual me alegro por ustedes, aunque me hayan hecho perder dos galeones.
-Son los mejores amigos de la vida- dijo Rose y los cuatro se dieron un abrazo.
Quizá les faltaba muchas cosas por aprender y no solo académicamente, para algunos todavía eran muy niños, para otros eran muy maduros, a pesar de sus bromas, pero todos estaban convencidos de que lograrían grandes cosas, incluso Mcgonagall pensaba que Rose en su estado iba a lograr todo lo que se propusiera. En cambio Rose estaba segura de que mientras se tengan entre ellos y se apoyen, su amistad duraría toda la vida, y por eso no dudaba de quienes quería que fueran los padrinos del bebé que se desarrolla en su vientre, porque una amistad como la de ellos no se encuentra en todos lados.
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Una Weasley embarazada.
Fanfiction17 años. Tres años de relación. Un pequeño descuido. Una nueva vida por nacer.