Apariencia [YS, JS]

Apariencias

--- Cállate estúpido --- Gritó el pálido dándole otra bofetada a su menor --- Estoy cansado de ti ---

HoSeok no dijo nada, tenía la mano en su mejilla, el ardor no se comparaba con lo que sentía en su corazón.

--- Te hubiera dejado hace años si no fuera por la estúpida familia --- Volvió a hablar --- No sabes cómo te odio, te odio ---

Dejó a su "esposo" en el suelo, con lágrimas en los ojos, no era la primera vez que le gritaba todo eso, había peores insultos, sin embargo, otra vez tenía que quedarse callado.

HoSeok se levantó del piso, yendo al baño para revisarse aquel nuevo moretón.

Su vida era así, gritos, golpes y silencio, hace más de cinco años que estaban casados, el menor si estaba enamorado del pálido, pero nunca obtuvo el amor que merecía.

Después de tener sexo con él, su familia los había obligado a contraer matrimonio.

Su familia es muy conservadora, dos hombres juntos, por lo menos debían casarse ¿No?, por primera vez su marido había llegado borracho.

Esa noche había recibido muchos golpes, intentó protegerse, pero no pudo, el pálido sólo le daba patadas.

Eres un estorbo...

Sacudió su cabeza intentando eliminar esos pensamientos, se lavó su cara y fue directo al cuarto de huéspedes y se encerró con llave.

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Al día siguiente HoSeok bajo directo a la cocina, preparó el desayuno del contrario dejando lo en la mesa con una pequeña nota, tomó sus cosas y salió de esa casa.

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El pálido despertó, con un dolor de cabeza enorme, se quedó unos minutos en la cama.

Se levantó y fue a la cocina, vio la comida haciendo una mueca, sin embargo, solo se limitó a comer, para luego bañarse, vestirse e irse a su trabajo.

Poco le importaba esa basura, como le decía a HoSeok

Pasaron las horas, su trabajo había terminado, lo único que quería era dormir.

Al llegar a la casa, su comida en la mesa como en la mañana. La casa estaba limpia, pero al parecer no había nadie.

El silencio era lo que reinaba, eso era bueno, estaba feliz.

Pero algo en su interior se revolvió, era el primer día en cinco años que no veía a su esposo, que no recibía sus buenos días.

Revisó la casa, pero no estaba aquella persona.

Era raro no le gustaba estar sólo, pero ya no estaba ese estorbo.

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Los días y todo se repetía, la comida en la mesa, la casa limpia y silenciosa.

Algo que en esos momentos empezaba odiar. No había visto a HoSeok en ningún momento y está feliz o eso creía.

Nada podría ser mejor, la casa limpia, comida en la mesa, su ropa limpia y ordenada, y sin ningún idiota que lo molestara. Era un abogado respetado, por lo cual tenía mucho dinero, sin más cada noche le pagaba aún chica diferente para follarla, pensaba que eso era felicidad.

Una invitación fue recibida, una cena con otros abogados, tenía que llevar a un acompañante, y como todos sabía que estaba casado, no tuvo de otra que ordenarle a su esposo que asistiera con el.

Dejó una nota en la mesa, la cena en esa noche, tenía la hora.

Esa tarde que llegó, estaba HoSeok en la casa, quedó boquiabierto cuando lo vio.

Tenía un traje negro, ajustado a su cuerpo, con frente descubierto, el color negro le quedaba muy bien

--- Estoy listo --- Habló recibiendo un asentamiento.

--- Me cambiaré --- Informó.

No tardó mucho cuando regresó a la sala --- Recuerda siempre sonreír --- -Ordenó --- Mi apariencia es lo más importante ---

Entraron al recinto, HoSeok con una enorme sonrisa, aparentando una vida feliz junto el pálido. Saludaron algunos colegas, yendo a sentarse a la mesa indicada

--- Señor Min --- Saludaron.

--- YoungJae, háblame por mi nombre --- Regaño el pálido.

--- Disculpe, pero no hablaba con usted --- YoonGi frunció el ceño --- HoSeok un gusto volver a verte ---

--- El gusto es mío --- Por fin HoSeok habló nuevamente con una hermosa sonrisa, esa sonrisa que no había visto hace años.

Las dos personas se quedaron hablando ignorando a la tercera persona.

Llegó el momento en donde YoonGi se había hartado de ser ignorado, tomó el brazo de HoSeok y lo llevó a la salida. Condujo lo más rápido que pudo, al llegar, ambos salieron y entre empujones lo introdujo a la casa.

No lo dejó hablar, una bofetada llegó la mejilla del pelinegro, esta vez sí se resistió, pero la fuerza del mayor era más que las suyas.

--- Eres una zorra --- Otra bofetada que hizo que cayera al suelo --- Enfrente de mí ---

Una patada de hizo presente, sangre salía de su boca.

--- Ya por... favor --- Susurró, pero no fue escuchado.

Otro golpe llegó a su estómago.

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El cuerpo del menor se encontraba en el suelo, el pálido ya se había ido de la casar a emborracharse y follarse a una desconocida.

Con esfuerzo se levantó, yendo a la habitación de invitados, tomando una maleta y poniendo algo de ropa.

Caminando despacio, sintiendo esos dolores, pero con una decisión ya tomada, esa noche se iría.

En la casa sólo había silencio, sólo recuerdos de dolor.

Una sonrisa pequeña se posó en los labios de HoSeok, por fin sería libre.

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YoonGi regreso hasta el día siguiente, directo a dormir, sin notar la ausencia de esa persona.

Durmió por mucho tiempo, no fue a trabajar, pero cuando despertó no había comida en la mesa. Busco entre las habitaciones a su esposo, no lo encontró.

Al día siguiente llegó YoungJae a su oficina, en la mano tenia aquel documento.

La petición del divorcio.

Yoon rechazó firmar, tenía que ver a HoSeok.

--- Yo no le daré nada de mi dinero --- Aseguró.

YoungJae negó con la cabeza --- No quiere nada, sólo el divorcio ---

--- Tengo que hablar con él ---

--- No, ya le has hecho mucho daño, sólo firma y acaba con esto --- Suspiró.

--- No lo haré --- Repitió --- ¿Qué dirán mis amigos y familia? ---

--- Si no firmas, levantará una demanda, el aún tiene las marcas de los golpes --- Aseguro --- Eso sería mucho peor ---

Con un suspiro pesado, firmó quedando nuevamente soltero.

--- No vuelvas buscarlo --- fue lo único que dijo, saliendo y cerrando de un portazo.

Está vez si sentía la soledad al llegar a su casa esa noche.

Lo sintió más, unos meses después, al ver el periódico la nota de la relación de HoSeok y YoungJae.

Vio aquella sonrisa que él no pudo mantener, se dio cuenta de los miedos que tenía en esos momentos.

Pero qué importa si YoonGi tenía que mantener esa apariencia y los más importante su dinero.