Lenta intoxicación

Besana

''Tienes un mensaje nuevo''

Masia estaba tan metida en su aburrida vida de adolescente que ni siquiera había notado la vibración de su celular. La verdad es que estaba harta. Estaba harta de la normalidad del mundo, ya no le prestaba atención a nada. Con 13 años ya se había cansado de todo. Hacía tres meses había comenzado la secundaria, y ya se había cansado. Era todo tan monótono. Quería algo más, una historia que contar, una marca a la cual señalar, un poco de eso que escuchaba en las canciones. Quería sentir.

Cuidado con lo que deseas.

Cuando notó aquella notificación azulada en su pantalla, la abrió.

''Muy lindos ojos tenés, soy Luka'' 

Intentó recordar la cara que se le venía a la mente al escuchar ese nombre. Y lo hizo. Sintió mucho desagrado al recordar quién era él.

Hacía días un grupo de su escuela la estaba molestando, y ella no podía comprender por qué. Primero aquella vez mientras compraba algo para comer y después esos ¿piropos? no, claro que no. Los piropos son agradables, ellos no lo eran. Eran molestos, y mayores. Iban a último año y ella los consideraba demasiado grandes, con una mente demasiado perversa. Eran mayores pero muy menores intelectualmente, o al menos eso demostraban al gritarle esas cosas molestas, o al invadir su espacio de tranquilidad y soledad. Básicos.

Luka era uno de ellos, el peor de todos. No pensaba contestarle con buena onda, para nada. Le caía mal y no lo quería cerca.

La conversación que mantuvieron fue tan corta como el agrado que le generó él a ella. Porque lo generó, al menos durante un momento. Él a pesar de los malos tratos por parte de ella, se mantuvo firme con sus halagos. Ella mantuvo el sentimiento de rechazo hacia él e intentó no dejarse invadir por su buena forma de tratarla. Y lo logró, o eso creía.

Así comenzó todo. Abril de 2015.

Vos entrando en mi vida y yo destruyendo la mía.

Esto va dedicado a vos, el de siempre y el de nunca.