Capítulo venticinco

25 0 0
                                    


Me paré entero rápido y fui pa allá, sí, allá donde se estaba agarrando mi andante con mi ex, los cabros del fútbol y más de la mitad de la media, no me acuerdo si les dije, pero tenía un presentimiento malo antes de esto.

Sabía que si me metía, iba a pasar lo mismo que la otra vez, pero agradezco que esta vez no fuera en la tierra sino en la cancha de pasto sintético.

- ¡Paren la weá! -grité a todo pulmón, pero no me pescaron. Tuve que pasar entre todos y llegar hasta el Ethan. El Grayson logró separarlo, mientras que al Brandon lo tenía agarrado el Matías, los dos estaban enteros rojos y con marcas rojas en los pómulos.

-Ethan culiáo, ¿cuándo chucha voy a poder estar tranquila de que no te agarrí con algún weón?

- ¡Sueltame! -le decía al Gray. -De ahí hablamos, Jenni -dijo acercándose a mí.

- ¡No tengo nada que hablar contigo, me tení chata weón! Ahora si se acabó, Ethan -volví a la orilla de la cancha, recogí mi morral, y caminé pa la sala.

Sentía mis ojos llorosos, pero no por estar mal, sino por la presión que ejercí al gritar y el nudo en la garganta que tenía. Cuando llegué a la sala, pasé de largo porque quería cambiarme.

Ahora si, fui a la sala y me senté en mi puesto, crucé los brazos sobre la mesa y me recosté sobre estos, me quedé un buen rato ahí.

Me da rabia que el Ethan sea tan celoso weón, sabe que lo que pasó entre el Brandon y yo, ya es pasado -aunque en realidad no, si supiera toda la weá que no le he contado, estoy segura que lo hubiera matado ahí mismo- las chiquillas saben que cuando estoy así, tienen que dejarme sola, porque soy capaz de todo con este carácter con el que podría mandar a la chucha a todos si es posible.

En poco rato más, sentí que alguien llegó ganándose a mi lado, antes de decir alguna weá, giré la mirada pa cachar quién en verdad era.

- ¿Estai bien? -era el Matías, la persona que jamás pensé weón.

-Sí, no te preocupí -aspiré los mocos piola. -Es que me da rabia cuando se pone así de aweonao.

-Esos weones ya se han agarrado dos veces po, o no?

-Sipo, y por puras weás, más encima la primera vez empezó el Brandon.

-Ah, sipo, si me contó... pero esa vez lo hizo de webeo, pero igual te seguía queriendo -webeenme, será weón.

-Weá de él, si yo igual lo quería pero no funcionó nomas, a lo menos con él podemos ser amigos... con el Ethan ni siquiera estábamos pololeando y se agarró tres veces por mí.

-Chaa el weón celoso, pero es que la cagó...

-Ya, sabí, no hablemos más de ese weón, ya las perdió todas conmigo -le dije siendo sincera.

Tocaron la campana y el Matías se despidió de beso en la mejilla, y antes de salir por la puerta.

- En volá, mañana se reanuda el partido... ¿supongo que vía a jugar? -dijo desde la puerta.

-Seguro po, ustedes son enteros maricones, no dan ni pase.

-Yapo, juega mañana -se acercó a mí. -Te prometo que te voy a dar todos los pases necesarios, pero achuntale al arco sipo -se cagó de la risa.

-Soy pesao weón -lo empujé mientras trataba de estar sería. Ya andate -me devolví pero me llamó otra vez.

-Jenni... -le hice un oyuo y alguien me abrazó por detrás.

- ¿Pa que te enojai? Si sabí que es broma.

-Ya oh, aweonao, me di vuelta quedando a milímetros de sus labios, y me poniendome entera roja.

La típica mina piolaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora