*Zayn pov*
He estado de voluntario por algunos días en el hospital, me he decidido por terminar el último semestre que aún faltaba. Un extraño escalofrío se apodera de mi cuerpo, haciendo incluso que deje de redactar el informe de un paciente que estoy terminando. No sé qué diablos ha sido eso, pero hasta mis dientes han dolido. La imagen de Lauren viene a mí en ese momento. «No debí ser tan duro con ella», me digo. Tengo que abrirme más y aprender a manejar este tipo de situaciones. Realmente no creo que ella me esté engañando, la conozco desde niña y Lauren es toda una dama. Es mi miedo el que me hace actuar así. Lauren no es como las demás. Vuelvo a recordar su posible embarazo y me pongo nervioso. Pase lo que pase hoy, hablaremos. Y si hay que buscar soluciones, las buscaremos juntos. Llegará con Jeremy en media hora y sabré lo que está pasando.
Me sorprendo a mí mismo pensando así. Estoy siendo capaz de razonar en un momento tan delicado. Es un gran avance. «Tengo que conseguirlo», me digo. «Tengo que ser capaz de controlarme. Trabajaré duro, ella lo merece».
Acabo el papeleo, tomo los informes y abro el cajón donde guardo los caramelos. Atrapo unos cuantos con mi puño y me dirijo a la sala de curas. Hoy me ha tocado venir para sumar algunas horas profesionales, requisito indispensable de la universidad, y estoy en la planta de urgencias.
—Gregory Daniels —le nombro cuando llego, y veo cómo el pequeño que atendí hace un rato se pone en pie. Su madre viene con él hacia mí.
—Hola de nuevo, doctor —me dice con su amplia sonrisa. Le faltan varios dientes. Eso le hace parecer más simpático.
—Hola, machote —despeino su cabello. Aunque estoy preocupado, me siento de mejor humor—. Ya puedes irte a casa. Tendrás que venir dentro de siete días a qué el médico de base te quite el yeso. ¿De acuerdo? —asiente con su pequeña cabecita—. Dame una de tus manos —le digo y hace lo que le pido. Pongo los caramelos en su palma y sus ojos brillan—. Te lo has ganado, por no llorar —sonrío.
—¡Oh, sí! —dice ilusionado. La madre me sonríe.
—Gracias, doctor, es muy amable —me despido de ellos.
Me giro para marcharme cuando oigo el timbre del hospital. Cada vez que suena un timbre así es porque traen a alguien muy grave. Nos indica que tenemos que prepararnos y que hay que despejar la entrada. Meto la mano en uno de los bolsillos de la bata y saco un par de guantes. Mis compañeros también están protegiendo sus manos. Nunca sabes con que te vas a encontrar.
Las puertas que dan a la calle se abren y ahí viene el paciente. Por la cantidad de sanitarios que entran con él la cosa pinta fea. Unos sujetan botes de suero y sangre, otros empujan y gritan indicaciones al personal del hospital. Uno de los médicos viene subido literalmente encima de la persona que está tumbada en la camilla. Intuyo que está presionando alguna herida profunda, porque una de las sábanas está ensangrentada y varias gotas de sangre van cayendo al suelo.
—¡Heridas múltiples por arma blanca! —oigo decir, y se confirman mis sospechas.
Hay un niño en el pasillo por donde tiene que pasar la camilla, y para que no vea lo que ocurre me pongo delante de él.
—Hola, pequeño. ¿Cómo te llamas? —le pregunto para llamar su atención, quiero que me mire a mí.
—Alesso, señor —me dice.
—¿Qué haces aquí solo, Alesso? ¿Y tu mamá?
—Me he perdido —baja la cabeza.
Por el rabillo del ojo compruebo que está la camilla con el personal está pasando detrás de mí. Suspiro profundamente. Un aroma conocido inunda mis fosas nasales. «Qué extraño» me digo. Cuando me aseguro de que ya están dentro de la sala de reanimación y que el niño no verá nada desagradable, me aparto de él.
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Don't Say You Love Me |Terminada|
FanfictionTenía la vida perfecta, la mujer perfecta, los amigos perfectos, el trabajo perfecto, pero no lo supe valorar. solo me pedía un hijo para completar nuestra Unión, teníamos las condiciones para traer a un bebé al mundo pero igual se lo negué. le neg...