En muletas -•MarkJin•

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-¡Eh, JinYoung, puedes subir esas cajas!-Gritó YoungJae desde el nuevo piso que se habían comprado los dos juntos.

-¡Ya voy!-Gritó de vuelta Jinyoung, estaba por la mitad de las escaleras cuando una mini relámpago, llamada Coco,  pasó corriendo con un hueso de juguete en la boca. Jinyoung sin darse cuenta de que el perro pasaba corriendo, tropezó con ella y se cayó escaleras abajo.

-¡Mierda!-Gruñó, se había hecho daño en el pie por haber caído mal, seguía maldiciendo en bajo cuando su compañero de piso bajó las escaleras a toda velocidad gritando:

-Coco, ¿Qué te ha hecho este patoso?-utilizando un tono lastimero con la perrita de raza Maltés.

-Gracias por preocúpate.-Se quejó con sarcasmo el pelinegro desde el suelo.

-¡Oh, tú cállate, mira lo que le has hecho!-Chilló señalando a la perrita que seguía jugando con el pequeño hueso de goma.

En ese momento la puerta que daba a la calle se abre.

-¿Qué ha pasado?- preguntó sorprendido Mark arrodillándose al lado de Jinyoung.

Jinyoung desde el suelo lo miro fascinado, estaba precioso con el pelo rojo y esa gabardina negra que dejaba entrever su camiseta a rayas negras y blancas, que iba combinado con unos tejanos claros y unos zapatos negros de charol.

-Nada...-suspiró el chico tirado en el suelo. Mark lo coge por el brazo para que se levante.- ¡Ay!

Mark desconcertado lo sienta en las escaleras.

-¡Park JinYoung! ¿Que pasó?- Repitió enfadado Mark. Mientras, YoungJae subía con cuidado las escaleras y Coco entre brazos.- Tú, no te muevas.-señaló al chico con la perra.

YoungJae silencioso se sentó en las escaleras soltando al animal.

El pelinegro empezó a contar lo sucedido hace unos momentos.

-¡Dios, mi vida!-Abrazó Mark a su novio Jinyoung.-Vamos ahora mismo al médico, y no me vale un no por respuesta.

Un resignado JinYoung intenta levantarse, pero uno de sus pies se lo impide y casi se cae, si no fuera por el apoyo de Mark.

- Sunshine, ¿Vienes?-Preguntó más tranquilo el pelirrojo.

-No, me quedo aquí, ordenando cajas- respondió asustado mirando hacia el suelo de losas blancas.

-Okey... ¡Chao!- Dijo con rapidez JinYoung.

-¡Eh! Tranquilo, con calma...-rió Mark andando despacito al lado de el pelinegro.

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-¡JinYounnie no te des tanta prisa, vete despacio!-regaño Mark.

-Maaaaaaark..., es que tú vas muy despacio.-replicó en un tono un tanto infantil.

-Porque no quiero que te hagas más daño y tu esguince empeore, y si se te resbala una de las muletas, ¿eh?-

-¿Por qué te preocupas tanto?- hizo un puchero JinYoung.

-Porque  eres mi novio y me preocupo por ti.- le devolvió el puchero.-¿Sabes qué?