-Oye Ross, ¿cuantos años llevas sin un novio?- Me pregunta una chica de mi escuela, mientras pasaba por el lado de ella y su amiga. Decido ignorarla, ya que esa misma pregunta la escucho constantemente, ya me tiene cansada, así que decido pasarla por alto y seguir caminando... Bueno... A paso rapido... Bueno ya... mejor dicho corriendo.
-Es tan obvio que han sido 16 años- Escucho a lo lejos, pero decido seguir huyendo, de ellas, y de los mismos comentarios que me hacen siempre.
Se me vienen a la cabeza todos los comentarios que dicen sobre mi de repente, ¿Por qué en este momento?, Mierda.
-"Peor que no tener novio, es no tener amigos"-
-"Ahora que lo mencionas, nunca la eh visto juntarse con alguien mas"-
-"Y creo que, tampoco he escuchado su voz"-
Típicos comentarios sobre mi, acompañados con una risotada. Yo realmente no necesito amigos. Prefiero ser una solitaria chica dificil.
Tengo 16 años y nunca he tenido un novio, no me gustan los corazones rotos, además nunca he tenido algún amigo, siempre decidían dejarme.
Siempre que estoy en mi trabajo a tiempo parcial en una panadería, me encuentro atendiendo a grupos de amigos que siempre tienen la misma conversación, acerca de compartir sus tortas de nutella, blanca o negra, tengo que admitir que esas tortas son ambas deliciosas, y sería un desperdicio no probarlas ambas, me estoy desviando del tema... En fin, típica charla, de típicos amigos que típicamente comparten, la típica torta de nutella... Creo que me he pasado con el "típicamente".
He tenido muchos de esos que dicen ser amigos, pero que no eran amigos de verdad.
Siempre me mentían, cada vez que hacían algo mal, me echaban la culpa, y se largaban, después de utilizarme, adivinen, me echaban a la basura, nadie volvía a pesar de lo mucho que los llamara, o simplemente se olvidaban de mi existencia, y nunca volvían a hablarme, al perecer es demasiado fácil olvidarse de mi, o notarme....
Cuando llegue a casa después de la escuela, abrí la puerta y de repente olí algo delicioso proveniente de la cocina.
-¿Mami?- pregunto agarrando a mi gato oreo, esperando por una respuesta.
-Hola maggy, ¿Qué tal la escuela?- me pregunta mi mama, mientras se quita los guantes de hornear.
-Genial, como siempre... ¿Y papá?- le pregunto a mi mama, sin mucha curiosidad, mientras oreo se escapa de mis brazos. Mi gato me quiere, o eso creo yo.
-Tu papá dijo que hoy volvía tarde de trabajar, porque tenia que acabar algo- me respondió. Me quedo pensativa ante su respuesta, mi papá es un abogado muy reconocido, siempre le dan muchos trabajos, y eso significa que casi no tiene tiempo para nosotras. Al parecer mi mamá se da cuenta de lo que estoy pensando porque me dice:-El se esfuerza por mantenernos con todas nuestras comodidades, entiéndelo Maggy- y me muestra su cara compasiva y una sonrisa. No necesitaba que me lo dijera, eso ya lo sabía, así que decidí irme a mi habitación.
Apenas entré en mi habitación, me cambie a mi pijama, y me puse a estudiar en mi escritorio, ya llevaba un buen tiempo estudiando, cuando mi mama entra a mi cuarto con una bandeja de galletas y un vaso de leche.
-Mira, hice tus galletas favoritas- me dice, mientras me mira con sus ojos color miel. Eso solo podía significar algo, mi mamá no siempre hace galletas, pero no me atrevo a preguntar, así que tomo una galleta y la pruebo.
-Están deliciosas mami, gracias- le digo y acto seguido, me volteo hacia el escritorio y sigo estudiando.
-De nada hija, disfrutalas- me pone las galletas a un lado de mi escritorio y se va. Eso iba a hacer, disfrutar las galletas.
Ya cansada de estudiar, cierro todos mis libros, los acomodo en mi bolso de la escuela, me recuesto en mi cama, con las galletas, el vaso de leche y mi gato, quien miraba el vaso con deseo, esperando a que yo le diera un poco.
Dejo el plato vacío de galletas encima de mi mesa de noche, junto con el vaso, y apenas toco la almohada, me quedo profunda. Había sido un día agotador.
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Mi sueño se ve interrumpido por la alarma de mi celular, eran las 6:20, me levanto de la cama, no sin antes madrear a mi celular, y me dirijo a la ducha.
apenas salgo de la ducha, suena mi celular, veo la pantalla, y era un mensaje de la compañía de celular, promocionando algunas ofertas, ¿Quien mas podría ser?, ignoro el mensaje, y me dirijo a mi armario, saco un jean ajustado y una camisa sencilla blanca lo suficientemente ancha para esconder mi cuerpo, junto con una sudadera que resaltaba lo poco interesada que estaba en vestirme bien, después de vestirme, me pongo unos zapatos dorados, me miro al espejo, no soy fea, solo no me gusta arreglarme.
Bueno, creo que todo el mundo trata de subirse el autoestima diciéndose mentiras, y ese también era mi caso. ESO QUE VEO EN EL ESPEJO ES HERMOSO...... Bueno ya... Mejor no me paso.
Agarro mi bolso de la escuela, y me dirijo a desayunar, me sirvo una taza de cereales y miro de nuevo mi celular, eran las 6:50 y ya me tenia que ir a la escuela, así que termino rápido mi cereal.
-Adios, ya me voy para la escuela- digo gritando a mis padres para que me pudieran escuchar ya que estaban en la habitación de ellos, pero no tenia ganas de verlos, ni a mi madre y mucho menos a mi padre, así que agarro mi bolso, y las llaves de mi carro Geely LC, los mas rápido que puedo para evitar a mis queridísimos padres y tampoco llegar tarde. Pongo mis cosas en el asiento del copiloto y enciendo el carro.
Mi recorrido a la escuela dura 15 minutos, llegando justo a tiempo. Apenas llego al salón de la primera hora de clases, suena el tiembre. La puerta se abre, lo primero que se ve de la bonita chica que acaba de entrar no es su cara, son sus prominentes pechos, se podría decir que es mas bonita que yo, ademas parecía ser modelo.
Se abre de nuevo la puerta, y entra mi profesor de Lenguaje, Mr. Rochkind, topándose con la hermosa chica, quien lo mira con cara de angel.
-Disculpe, señorita......- pregunta Mr. Rochkind, esperando a que ella continuara.
-White, Allison White- Le dice ella.
-Muy bien, tome asiento señorita White- dice Mr. Rochkind, y dicho eso, ella se dirige a un asiento vacio..... A mi lado.
-Mucho gusto, soy Allison White ¿y tu?- dice la chica, dirigiéndose a mi con su cara de angel.
-Igual, soy pechos Ross- Le respondo, y me doy cuenta de que me mira con cara confundida, que después se torna en una cara avergonzada apenas ve mi cara en llamas- Perdón, soy Mag.... Margaret Ross- Me corrijo, aun con la cara completamente roja de la verguenza. No conocía a esa chica lo suficiente como para darle la confianza de llamarme por mi apodo, lo único que sabia de ella es que tenia unos muy grandes pechos y que siempre sonreía con una cara de angel.
-Genial maggy- Pero que chica tan confianzuda en esta vida, de pronto mal interpreto mi escena de timidez.
Y si, me di cuenta de que era cierta mi suposición después de que durara toda la clase de lenguaje tratando de evitar a la pechi-confianzuda.
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Bueno chicos, he aquí mi primer capítulo, espero les haya gustado.
Recibo comentarios, criticas, ideas, todo es bien recibido, siempre y cuando se enganchen a mi novela y la compartan con sus amigos.
Muchas gracias por leer, nos leemos el siguiente capitulo.
*En la foto, nuestra protagonista Maggy Ross*
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Dime que me amas. (DQMA#1)
RomanceMargaret Ross es de esas chicas calladas, que no confía en nadie, y en sus 16 años de vida, no ha hecho una verdadera amistad y mucho menos ha conseguido novio. Un día normal, se topará con una persona, que muy pronto se convertirá en alguien muy im...