Orgullo.

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Su noche de insomnio seguía, se retorcía en la cama giraba de un lado a otro, pensaba si en verdad su lucha sería próspera, ya pasó mucho tiempo ¿Qué tal si esa persona no se acuerda? O si ya tiene una buena vida o si ya no tiene vida, tragó saliva.

Su madre era su adoración, la única que da todo por él pero su madre vive triste sonámbula y perdida, siempre ha sido así pero ya no lo podía soportar, en verdad su causa era justa, necesitaba traerla sea como sea.
Buscaba su celular en la oscuridad, tenía un mensaje, era Marianno.

"Buenas noches niño ¿ya dormiste?"
Sonrió un poco y respondió.

-Buenas noches, no puedo hacerlo, ya no sé donde buscar. -envió.

-De eso quería hablarte, el oficial Yanneké me ha hablado.
Dudoso miró para el techo dejando el celular a un lado, por su mente pasaron malas noticias pero necesitaba afrontarlo. Lo volvió a agarrar.

-Cuéntame. -se quedó mirando el celular.

-Basicamente resumiendolo dijo que no tienen nada en sus oficinas, y que tal vez lo mejor sería dejar de buscar en ese lugar, que en esa época los maleantes acechaban al país y en especial en estas zonas, ya sabes trata de blancas.

Lo procesó unos minutos, en realidad lo que decía tenía sentido y él también lo había pensando.
-Tiene razón, lo mejor será dejar esto así.

-¿Qué? Eso no tiene sentido, al contrario, mira se que ahora no puedo estar contigo, ya sabes mis problemas pero te doy un contacto. Él sabe mucho de eso puedes preguntarle o algo. Se llama Luka.

Se despidió de él agradeciéndole, no estaba seguro de ir. No perdía nada intentándolo pero no quería otra decepción.

Su mañana era monótona, hoy no iría al colegio, Mariann le había dicho que sería mejor ir por la mañana, cuando no hayan personas por todas partes, aprovechó la salida de su tío para que este lo acercase a la parada.

Dominik

Estaba cansado, mi trasero dolía, llevaba sentado como 40 minutos en ese bus, era bastante molesto escuchar a esos niños llorar, vendedores, y personas desubicadas. Por fin llegué a mi parada.
Caminé unos minutos por un barrio bastante concurrido y comercial no sabía si estaba en el lugar indicado hasta que un cartel bastante llamativo se cruzó en mi camino, no creo que un lugar nocturno sea así pero de todos modos entré.
Una mujer estaba en la entrada limpiaba las mesas con pocas ganas, cuando me vio dejó lo que hacía y se me acercó.

-Buenos días. -saludé.

-Buenos días, ¿en qué puedo ayudarlo, joven? -preguntó amable.

-Busco al señor Lukas. -dije algo dudoso, no recordaba bien su nombre. Ella río un poco y esto me hizo sentir un tonto.

-Luka. -dijo corrigiendome. Y no es una señor.

-Oh lo siento, un amigo me dijo que estaba esperándome.

Ella solo se adentró al lugar y luego de unos minutos volvió a salir.
-Pase a esperarlo. -dijo haciendo una seña para que pasara.

Entré al lugar, estaba oscuro se veía sucio y desordenado, había un escenario con micrófonos, hay cantantes supongo. La luz se prende y me asusto volteo y no hay nadie vuelvo a mirar hacia el escenario y entre las cortinas sale un chico pelirrojo con el pelo más o menos largo y algunos reflejos negros y rubios, ojos verdes y muchos tatuajes. Me quedo mirándolo mientras se acerca, parece una persona muy seria así que intento verme lo más rudo posible, fracaso en el intento pues cuando me levanto casi me caigo. Él se ríe sutilmente.

Recuerdos De Una Prisionera. [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora