Decidida

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Aún estaba en shock. Pero su presencia me calmaba. Ese chico ni siquiera me conocía. Apenas sabía mi nombre y estaba siendo muy lindo conmigo. Mike es un buen chico.

Todavía se me hacia difícil procesarlo, decidir qué hacer. No podia hacer nada, ya estaba hecho todo. Estaba inscripta en ese jodido internado y no había tiempo de anotarme en otro instituto.

Le conté todo a Mike y el realmente ayudó a tranquilizarme.

- Ya veo señorita James...- me hacía reír - y cuál es el drama del internado? tan horrible lo ves?

- Claro Holland.- seguí su chiste - El simple hecho de tener que convivir con gente que no soporto demasiado y tener que verle las caras todos los días, no sólo por la mañana durante el horario escolar, me da náuseas. Realmente me produce malestar.

- Exagerada! - dijo a carcajadas - No es taaaan malo, mira el lado positivo, no tienes que verle la cara a tus padres ni hermanos, si es que tienes, y tienes una mesa de billar gratis para cuando tu quieras. Te gusta el billar?

Buen punto. Despues de lo sucedido no podría soportar verle la cara a mi madre todos los días, las dos necesitábamos distanciarnos un poco. Aunque no tenía hermanos, ese tema no sería un problema. O si tenía. En alguna parte...

- Billar?! Adoro el billar! - me emocioné - Si acepto quedarme, prometes llevarme a jugar?

- Por supuesto! - dijo sorprendido ante mi efusiva respuesta - Pero la verdad es que mis amigos son algo duros y muy buenos para jugar...

- Puedo patearles el trasero a todos muy fácilmente.- lo interrumpí

Largó una gran risa alegre y luego nos paramos para irnos. Me extendió la mano y, sin dudarlo ni por un segundo por primera vez, la tomé con una sonrisa.

- Vamos, no te conozco mucho pero siento que puedes hacer esto. Ve y habla con tu madre y dile que te quedas. La vas a pasar muy bien, lo prometo.- me incentiva con una amable sonrisa.

Y era cierto. Podía hacerlo. Confiaba en mi esta vez. Había pasado por muchísimas cosas peores, esto no era nada. Y él me hizo sentir fuerte. Me dio fuerzas para seguir adelante en este momento. Y fue ahí cuando me di cuenta de que estaba perdiendo mi tiempo. Con quejas. De que estaba exagerando, estaba haciendo un mundo con algo que no valía la pena, que en comparación con mi pasado eran puras insignificancias.

Recorrimos un largo pasillo luego de aquel lugar y al final volví a agradecerle y le regalé una sonrisa.

Me separé de el y guiandome por mi corrida anterior terminé en la oficina del director.

En frente de la puerta estaba mi madre también alarmada tratando de encontrarme. Al verme me abrazó fuerte y por un segundo pensé que estaba llorando. Esperen, ¿no era yo la que exageraba?

- Te busqué por todas partes. Lo siento de veras. No puedo irme sin que me perdones y sin saber que estarás bien. Por favor, dime algo Amber.- me suplicaba.

- Mamá esta bien enserio, no dramatices, te perdono. ¿Cómo podría seguir enojada? Se que todo lo que haces lo haces por mi bien, y a veces no piensas muuucho en cómo me lo tomaré, pero se que lo haces con la mejor de las intenciones. Y te agradezco en serio por todo lo que hiciste por mi durante toda mi vida.

Y era cierto. No podía estar más agradecida con aquella mujer. Se que muchas veces no me dejaba ser muy libre, o no me entendía en ciertos momentos. Pero por otro lado la entiendo, y creo que hizo lo que pudo todo este tiempo, lo que estaba a su alcanze, y lo que realmente sabía hacer. Y eso es lo más importante para mí.

- Oh mi cielo, no puedo creer que estés diciendo todo eso, estoy tan orgullosa de ti. Y no quiero irme si estás mal aquí. Enserio, se que actué mal muchas veces, pero esta vez quiero hacerlo bien. Por ti. - confesó entre lágrimas.

- De verdad madre mia, tranquilízate por favor. Estoy bien, y voy a estar perfectamente. Conocí ya a un chico que prometió mostrarme la escuela y presentarme a algunos amigos.

- Estupendo! Ya conociste gente! Me alegro tanto por ti hija, quiero que pases muy bien este año y ahora puedo dejarte e irme un poco más tranquila.

¿"Ya conociste gente"? ¿De veras madre? ¿Tan sorprendente era eso de mi? Ese comentario fue un poco insultante. Aunque admito que nunca me interesaron demasiado las personas y la paso mejor conmigo misma. 

Le terminé de explicar las cosas a mi madre, la despedí y, alegre y decidida, me dirigí a mi habitación con las maletas que me habia traido de casa. Me guió la misma mujer de antes y en la puerta me entregó las llaves. Le agradecí todo con una sonrisa.

Tarde unos minutos en abrir esa maldita puerta por el peso de las maletas que las terminé tirando en el suelo para hacer todo mas rápido y fácil.

Al abrir la puerta por fín, quedé anonadada y me dije a mi misma "Oh santo cielo, no me esperaba esto".

N/A: Gracias por llegar hasta aquí! Tienen que seguir leyendo, se viene lo mejor. La verdad es que no se cuándo publicaré el siguiente capítulo, todavía no organizo mis tiempos demasiado bien, pero espero hacerlo lo antes posible!.

Les agradezo muchísimo a mis amigas, que me incentivaron para seguir con esta especie de 'proyecto' y llegar hasta aquí. Es un verdadero logro para mi.

Mucho amor negro para todos.

Empezar de ceroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora