CARRY ON

I

AHORA

Ya han pasado dos meses desde que termine con él. La noticia había corrido como pólvora, todos querían saber las razones de nuestra ruptura, porque, no es como si las cosas hubiesen estado mal entre nosotros, todo iba bien, como dicen algunos "viento en popa", al menos eso creía yo y al parecer también la prensa amarillista. Pero, si, estaban mal, muy mal y apenas me di cuenta, yo simplemente, hui. Y si, ya se que a mis veintitrés años, y a seis meses de convertirme en madre soltera, cualquiera pensaría que al menos había tenido el valor de enfrentar a mi en ese entonces novio sobre la situación, pero no lo había hecho, simplemente tome mis cosas y me fui, sin dar ni esperar una explicación.

Ahora vivo cerca del centro de Londres, en un pequeño departamento, a unas cuantas cuadras de mi trabajo en la Royal Ballet School, como profesora de ballet, al menos por estos meses, luego pienso volver a la compañía, como bailarina solista, al menos esos son mis planes por ahora.

Estoy en casa aun, y se que llegare algo tarde a mi clase, estoy dandome una ducha rápida, desperte hace unas horas atrás y me siento algo pegajosa. El agua caliente, recorre mi cuerpo, y me enjabono con cuidado cuando paso la esponja por mi vientre, aun así siento pequeños calambres, como si jalaran algo dentro de mi, paso mis manos por mi estómago, acariciándolo, se que eso no fue normal, y al bajar mi mirada lo que veo es sangre, corriendo por mis piernas y disolverse en el agua, que empieza a tornarse roja. Con cuidado salgo del baño y me envuelvo en mi toalla, intentando me secar lo más rápido que puedo; tomo mi teléfono de la mesa de noche, y llamó a emergencias. Mi bebé, mi bebé no, porfavor.

- 999 ¿Cuál es su emergencia? -- me responde al otro lado la voz de una mujer.

- Soy Ava Edevane, estoy embarazada y creo que estoy sufriendo un aborto, necesito una ambulancia -- digo rápidamente, a lo que temo que no me halla entendido nada entre tanto lloriqueo, porque ni siquiera yo me entendi.

- Ava,¿te puedo llamar Ava? -- a lo que murmuro un sí rapido -- Mi nombre es Penelope, ¿Me puedes dar tu dirección? -- Me dijo con voz firme, pero aun así amable.

- Es Acton Ln./B4492 pasado Nicoll Rd. en Willesden, es una calle privada en la segunda planta depto. 6 -- volvi hablar entre el llanto y la desesperación.

- Ava, la ambulancia ya va para allá querida -- me confirmó -- respira cariño, respira y ahora, dime, Ava ¿Hay alguien contigo? -- Me pregunto con voz seria la mujer.

- No, estoy sola, no hay nadie aquí... -- Dije en medio de balbuceos y pequeños sollozos pausados -- Y me empiezo a sentir cansada -- Había logrado vestirme entre la llamada, con un vestido holgado de verano que ya se encontraba manchado por la sangre que corría por mis piernas.

- Entonces me quedaré al teléfono contigo, y te hare compañia -- Me dijo Penélope, con voz calma, pero, con aquella urgencia oculta -- Cuéntame ¿Qué edad tienes pequeña?

- Tengo 23 años -- respondí algo somnolienta, la pérdida de sangre estaba empezando hacer efecto y a decir verdad empezaba a temer lo peor, así que paso mis manos por mi vientre, intentando retener a mi bebé. Aguanta pequeño, solo aguanta.

- La misma edad que mi hijo... Noto que tu acento no es de aquí, eres estadounidense ¿Cuánto tiempo llevas aquí ya? --  Me pregunta un poco más animada, la mujer del teléfono

- No soy de Ontario, Canadá... llevo ya seis años aquí soy bailarina de ballet, de la compañía The Royal Ballet -- Cierro los ojos con fuerza concentrandome en cada palabra que sale de mi boca, y me obligó a volverlos abrir y mirar a mi alrededor.

- Bailarina de ballet profesional, yo cuando joven quería ser bailarina... -- Me dice Penélope con ánimos, de una juventud pasada, pero la interrumpo, aunque se que me sigue hablando intentando distraerme con las mejores intenciones, no tengo cabeza para seguir pensando en ello