Redención.

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Siento dentro de mi cuerpo como la maldad se apodera de mi. Lo siento en las venas, en la punta de los dedos, en las piernas, en los ojos, en todo lo que veo y en mi respiración, pero sobretodo, lo siento en el corazón, en el alma. Negro, todo es negro y oscuro, no hay luces y ya nada brilla, no hay salida. Mi decisión, mi camino, yo lo elegí, y no me arrepiento. Decidí vivir así y lo volvería a hacer si tuviera la oportunidad de repetirlo. Ese vacío extremo se apodera de mi y lo disfruto. Estamos llenos de vacío, de huecos, de dolor, de llantos, de odio, de golpes y heridas. No somos humanos, ¿por qué querríamos serlo? Por una vez destaco en algo, no voy a dejarlo atrás. 

Hace años un anciano, de aspecto decrépito y desagradable, se acercó, me dio una carta y se fue, lo más rápido que pudo. Ésta decía lo siguiente:

"No sos nadie, y nunca lo vas a ser. Nadie te quiere, y nunca lo van a hacer. ¿Sabes por qué? Porque son humanos y su naturaleza es así. Podrías estar horas, días, semanas, meses y hasta años encerrada en tu cuarto y no lo notarían, no les importaría. Sé lo que se siente ser infeliz, sé lo que se siente no encontrar tu lugar. Pero ya no más. Te estuve observando, tenes potencial. Si queres volver a sentir alegría, felicidad, te quiero en Amsterdam para el viernes, tres días, calle Beethovenstraat, a las 3:00 en punto".

Y fui, y allí estuve, y cumplí. Quería mi felicidad otra vez. Con tan solo 15 años ese mismo día fui a mi casa, junté mis cosas y simplemente me fui. Pasaporte, DNI y permiso para salir del país en mano, una valija con algo de ropa, un Jack Daniel's robado y tres Malboros mentolados de 20, nunca fui buena controlando la ansiedad. 

Con muy poco que perder y todo por ganar, un viernes 13 de Agosto del 2013 me conocí a mi misma.

La calle llena de gente, de repente se oscureció, al final se podía ver una luz como violeta, no brillante, ni llamativa, pero era lo único que se movía, todo lo demás estaba paralizado a mi alrededor. Esa luz de repente se transformó en 5 luces más. Y de esas luces, cinco sombras, cinco personas. Murk, Bane, Prospect, Line y Rally. Oscuridad, Perdición, Esperanza, Camino y Recuperación. 

-¿Estás lista para cambiar?

-¿De qué se trata esto?- me temblaban las piernas, los brazos, todo el cuerpo.

-Te vamos a reconstruir Myth.

-Vamos a hacerte sufrir, arrancar cada pedazo de felicidad restante dentro de tu cuerpo.

-Vamos a dejarte sola, hacerte sentir que nunca en la vida volverás a poder sonreír con sinceridad.

-Vamos a darte la oportunidad de juntar tus pedazos y volver a empezar desde cero.

-Vamos a ayudarte a avanzar, enseñarte a ser mejor, demostrarte que siempre se puede seguir.

-Y por último, vamos a verte ser feliz otra vez, vamos a convertirnos en lo que siempre quisiste y nunca supiste como conseguir, ¿estás lista ahora?

-Pero, ¿cómo es eso posible?- seguía sin entender.

-Si todavía queda algo de bondad en tu corazón, vas a tomar nuestras manos, vas a contar hasta tres, y vas a saltar. Tenes 20 segundos para pensarlo.

                  Y contando los segundos, justo al límite, al último segundo, lo hice.

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