Capítulo 12.

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Colgó el teléfono sin escuchar las palabras que Jacob tenía preparadas para ella, seguramente era poesía mal hecha.

- ¿Sucedió algo? - Se atrevió a preguntar Rebecca, recuperándose emocionalmente, la cara de Ashley lo decía todo.

- No es nada, es mi padre que pregunta mi ubicación. - Mintió y fue la primera mentira que le dijo, primero lo primero, los negocios. - Debo irme pero el Lunes te buscaré. - Se acercó a ella para darle un pequeño beso en la frente y sin mucha emoción se volteó para subir al automóvil. - Oh, mañana mandaré a alguien para componer tu jardín, quería ponerle un poco de dramatismo a mi declaración y resultó un desastre con resultado deseado.

Oh, aquí vamos, aquella Ashley Fliehr enamorada y tonta, dispuesta a ser cualquier locura por amor, no había cordura alguna dentro de su cuerpo y estaba queriendo perder un poco su estabilidad.

Llegó casi tirando todas las cosas que habían en las oficinas, pocos se atrevieron a saludarla y en cambio recibieron una mirada fulminante, estaba enojadisíma, al final del pasillo se encontraba la puerta más grande del establecimiento, ahí se resguardaba el creador de su circo y su dolor de cabeza en los últimos meses.

Thomas Hoggard era probablemente el hombre más poderoso de Detroit, cotizado e inalcanzable, todos sabían de su nacionalidad rusa y eso lo hacía más temeroso, Ashley no queriendo caer en su juego y darle la cara aquel despiadado hombre, abrió la puerta de un solo golpe.

- Al fin tengo tu atención, Elizabeth. - Sin expresión alguna, sentado en su sillón y con los brazos recargados en el escritorio de caoba, se notaba impaciente y predecía el momento.

- No me casaré, sólo vine a eso. - Dijo sin rodeos, Thomas comprendía su decisión pero no la aprobaba.

- ¿Por qué no te sientas y conversamos como la gente civilizada?

- No hay nada que conversar, cancela el compromiso. - Thomas río sutilmente, casi burlándose de la firmeza de sus palabras.

- No puedo. - Ashley acarició su cabello y se dejó caer en la silla, mirándolo. - No quiero.

- ¿Por qué?

- Mi hijo es la mejor opción que tienes, Elizabeth, no habrá otro como el. - El dolor crecía en su estómago, necesita un respiro, necesitaba un médico. - Eres como las demás, te gusta el dinero fácil.

- No quiero su dinero y tampoco quiero a su hijo, estoy segura que mi padre no está de acuerdo con esto. - Su suegro dibujo una pequeña sonrisa en su rostro, irónica y asistió con diversión mientras sacaba algo de su cajón.

- Eso mismo me preguntaba yo. - Ashley levantó la cabeza para notar que tenía en su poder un simple celular, menos mal. - ¿Qué pensará Richard al ver a su hija declararse a una mujer?

La rubia intento soltar una risa ante su declaración pero fue detenida por Thomas, seguía sosteniendo el teléfono con un video.

- Me gustas, Rebecca.

- Mi parte favorita. - Comentó Thomas, guardando de nueva cuenta el celular. - Así que esto haremos, Elizabeth.

Fue un total de dos horas encerradas con aquel ser despreciable, abriendo tratos y cerrando los que faltaban, habían llegado a un acuerdo pero sin la declaración de su padre aquel papel no tenía valor alguno.

Al salir de la oficina, azotó con todas sus fuerzas la puerta y solo bastaron dar cuatro pasos para caer desplomada al suelo.

[...]

Bajó del automóvil como si fuera el primer día, cubriendo sus ojeras con unos lentes negros, una cara de pocos amigos a la mayoría de la población y atrás de ella se encontraban sus guardaespaldas, impuestos por Thomas.

Man Killer |CHARLYNCH|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora