Su voz me calmo por completo. A las cuatro de la mañana, sentada en aquella cama, no quería hacer otra cosa que abrazar al chico que tenía a mi lado. Quería olvidarme de los problemas y disfrutar el placer de su compañía.
— ¿Puedes abrazarme hasta que me duerma?
—Esperaba que me lo pidieras
Quitamos mi ridículo intentó de barrera, y nos acurrucamos. Harry cumplió su promesa, y me sujeto entre sus brazos hasta que ya no estuve consciente. Cuando se aseguró que no podía escucharlo, acerco sus labios a mi oreja, y susurro:
—Siempre que lo desees estaré aquí para abrazarte, y siempre, aunque no lo desees estaré aquí para cuidarte
Unas horas más tarde, tuve que despertar por los repetidos golpes en la puerta. Lance un gruñido seguido de un estiramiento de músculos, y al voltear, vi que Harry también se acababa de despertar. Aunque ya habían pasado unas horas, mi camiseta seguía empapada en sudor, y unas ojeras se dibujaban tanto en el rostro de Styles, como en el mío. Al verlo en la misma cama que yo, una ola de calor me invadió por completo y no pude evitar sonrojarme cuando me dedico una sonrisa matutina.
—Siento mucho lo de anoche... No te deje dormir
Antes que pudiera responderme, los golpes se hicieron más intensos, y pocos segundos después se abrió de golpe la puerta. Voltee a ver el reloj digital de Harry, y todo indicaba que eran apenas las nueve y media de la mañana. ¿Quién demonios...? Claro, era Gemma con el reluciente cabello castaño escurriendo, y los inmensos ojos verdes brillando. Al verla bajo el marco de la puerta, me di cuenta que al igual que Niall y yo, el parecido entre Gemma y su hermano era gigantesco.
— ¿Hermana? ¿Qué haces tocando como loca a estas horas? —Pregunto levantándose rápidamente de la cama
—Ya llego la diseñadora, y tanto Steph como tu mejor amiga te esperan abajo para que empecemos con la planificación de la boda
Hablaba tan rápido que llego un punto en el que no escuchaba lo que decía, y únicamente la miraba fijamente mientras asentía. En momentos como este compadezco a Liam, ha de ser extremadamente difícil ser el esposo de una chica tan obsesiva, y caprichosa. Al parecer ya había terminado de hablar, porque Harold me miraba fijamente a modo de disculpa.
—Ayer le avise a Camille... —concluyo
—Si, jamás pensé que sería tan temprano pero ahora me visto —aparte la colcha y me encamine hacia el baño. Cuando cerré la puerta, pude escuchar como el chico de ojos verdes —alias mi marido— reprendía a su hermana.
—Lo único que haces es hartarla. Por favor deja de ser tan intensa
—Cálmate Har, a ella le encanta — ¿En serio estaría convencida que a mí me gustaba ser presionada de esa forma? No entiendo que hice para que pensara eso— no te tomes todo tan en serio
—Tienes que aprender cuando es tiempo de parar
Al parecer Gemma se enfadó, ya que después de un estruendoso "ASH" salió del cuarto. Disfrutaba estar en esa casa con él, pero también detestaba estar rodeada de gente que me dijera que hacer. De pronto sentí que estaba en mi casa, hace más de cuatro años, y me sentí superficial y vacía. Al parecer uno nunca cambia, tan sólo aprende a camuflajearse en el entorno en el que está.
Olvidando todo, me di una rápida ducha —si me tardaba más, era seguro que Gemma me sacara a la fuerza, aunque estuviera desnuda— y saliendo me cubrí con una toalla blanca.
— ¿Harry? —Grite al otro lado de la puerta
— ¿Necesitas algo?
—Tápate los ojos
ESTÁS LEYENDO
Durmiendo con el Enemigo.
FanfictionCamille y Niall Horan lo tienen todo. Dinero, propiedades, acciones y popularidad. Sin embargo, un evento cambia su vida. Inesperadamente se quedan al cuidado de su nana Stephanie y su sobrino, Harry. Camille hace todo lo posible para humillarlo...