"Soy importante"

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 Finn y Dylan se quedaron solos en el cuarto de Haden mientras él, aparentemente, estaba hablando con su mamá al otro lado de la pared. Finn no habló con Dylan durante todo ese tiempo  a no ser por unos comentarios estúpidos como "Hace calor" o "¿Sabés la hora?"

Haden apareció una media hora después de que salió. Tenía los ojos llorosos y las manos le temblaban, su expresión reflejaba fracaso y eso podía significar que lo castigaron más tiempo o que su madre no aceptó su propuesta o muchas cosas peores. Haden no cambió de expresión, ni siquiera cuando se sentó en la cama frente a Dylan y a Finn y los miró con sus ojos vidriosos. Nadie pronunció palabra durante lo que parecieron años, aunque la expresión de Dylan y de Finn expresaban lo mismo, ansiedad por saber lo que hablaron o por qué llora e infinitas preguntas que ninguno de los dos se atrevía a pronunciar.

Haden se apretaba con fuerza los ojos con las manos como si quisiera devolver las lágrimas hacia adentro. Deslizó sus manos apartándolas de sus ojos y las deslizó por sus pómulos hasta que se desmoronaron en su regazo pegándose en los mulos y rebotando con fuerza. Miró a sus amigos y les contó que su mamá había aceptado la propuesta de Dylan, pero que no pensaba verla en su casa nunca más (Finn pensó en que era imposible no querer ver esa cara todos los días) ¿pero por qué lloraba Haden entonces? No pareciera que a Dylan le molestara no poder estar en la casa de Haden y no se entendía por qué a Haden le molestaría la idea si es que igual se podían ver en el bosque y en cualquier otro lugar. Ninguno preguntó la razón del llanto, no era el momento apropiado.

El horario se distribuyó en que Haden pasaría las mañanas en familia, las tardes se turnarían y las noches serían totalmente de sus amigos. No había horario que determinara la vida de Haden, después de todo era su vida y él era su dueño, pero él quería dejar en claro los horarios para que esto no pasara otra vez.

En las próximas semanas Haden parecía más alagado que molesto con lo de su familia y sus amigos, pues se estaban prácticamente peleando por él, significaba que él era importante, y así se sentía, ya no sentía que era "el sobrante" de su familia ni el que tiene amigos por coincidencia. Y no solo se sentía importante sino el más importante y gracias a eso descubrió que el orgullo no es malo, solo es una extensión del cuerpo que no se puede usar en exceso.          

Antes de morirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora