12.Quinto placer: Obediencia

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Ya era tarde, había cenado con Lidia y Rose.

-Hola. - entran los dos chicos por la puerta.

-Hola. - contestamos las dos serias.

-Bueno... - dice Lidia. -Os dejaré solos. Buenas noches. - y se retira, la verdad es que ella no tiene aquí nada que ver, pero todas somos victimas, puede que pasara hace cien años que dos meses.

Se sientan a nuestro lado, Klein actúa como si nada, pero Ray está diferente.

-¿Estas mejor?- me pregunta al oído.

-Si. - me levanto y les hablo.- Necesito dormir hoy con Rose, en mi habitación.- Klein empieza a reirse.

-De eso nada.- Rose se tapa la cara.- Rose duerme conmigo, pase lo que pase.

-¿Incluso cuando le das esas palizas?- le desafío, Ray se levanta ya que Klein se me encara.

-¿Quien te crees para hablarme así?Mi vida con la de Rose no te interesa, preocúpate mas por la tuya. Aun no eres completamente de nuestro clan.- me habla seriamente acercándose a mi cara.

-Solo era una idea...Da igual.- dice Rose.- Dormiré contigo cariño.- le besa a Klein.

-Controla a tu novia tío. Está pasando demasiado tiempo.- le dice Klein apretándole demasiado la mano a Rose.

-Quizás deberías controlarte tu. La tienes sometida pedazo de cabrón, y yo- le miro a Ray.- No voy a estar así nunca. Que quede claro.

-¿De verdad vas a creértelo?- Klein vuelve  a reírse.- Te invito a que te vayas y pases la noche en la puerta, ¿quieres saber que es el dolor de verdad?¿Esas ganas de no poder tocar a nadie? Adelante.- sinceramente no me veo capaz de hacerlo, ya no.

-Vamos a dormir Jud. Debemos hablar. - dice Ray finalmente.- Buenas noches.- les dice a ellos dos.

Me coge de la mano y nos subimos arriba.

Versión de Rose.

Veo a Jud subiendo con Ray a la habitación yo también quiero ir y pasármelo bien.

-Ahora, ¿vas a explicarme que se está pasando por la cabeza?- me dice Klein.

-La quiero a ella, quiero hacerlo con ella. - le miro con rabia, como una niña pequeña. -Los quiero a los dos.

-Los tendrás cariño, pero debes de dejar que Jud te vea como una sumisa sin nada que hablar. No queremos que se vaya, ¿no? - me susurra.

-No quiero eso. - le digo obediente.

-Muy buena chica. - me mete el dedo en la boca. -¿Que quieres hacer ahora?- me dice juguetón.

-Vamos a la habitación común, a nuestra sala. - Le cojo de la mano.

Vamos besándonos hacia la sala, quiero que me ate ya. Llego desnuda y me tumbo en la cama.

-Vamos a ver por donde empezamos.... - dice pensativo. -Cuerda roja, así no puedes moverte...

Me ata los brazos y las piernas a la cama, estoy a su disposición. Empieza a tocarme y a masturbarme.

-¿Quieres que siga?- me dice.

-Si...sigue. - le suplico.

Empiezo a retorcerme, voy a llegar al orgasmo, pero de repente para Klein.

-¡No pares!- le grito.-¿Por que paras?

-Te voy a poner esto.- me tapa la boca con una venda, empieza a tocar los pezones,¿y mi orgasmo que?

Tu me darás la vida. ReeditadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora