Espejo de Cantina

Cuando me dijiste que no me querías

quise olvidarte, arrancarte de mi

refugiándome en la bibida y sin pensarlo

me dirigí a una cantina.

Entré y frente a la barra me senté

¿Qué le sirvo?, preguntó el cantinero

una doble le respondí muy seguro de mí

fuí tomando mi copa lentamente

y mientras la tomaba un grupo musical tocaba

aquella melodía que tanto te gustaba

y yo al escucharla tu rostro evocaba

y por mi mejilla una lágrima rodaba.

Terminé mi copa y pedí la otra y otra

y muchas más, perdí la noción del tiempo

y no supe en que momento llegó aquel compañero

de parranda y sentimiento

que lloraba y lloraba sin cesar.

¿Penas de amor compañero?, pregunté con recelo

"No sabes cuanto la quiero"

respondió con tono sincero.

Quise darle consejos o recomendaciones

y lo único que logré fué unir mis lamentaciones.

El dolor que a aquel infeliz embargaba

era igual que el que a mi me mataba

todo coincidía, hasta tu nombre era el mismo

de la que a aquel desgraciado había despreciado.

No supe cuanto tiempo pasó, ni en que momento se marchó

me sumí en una agradable inconsciencia

sin pesadillas ni sobresaltos

como me sucedía antes de que mandaras al diablo.

Al abrir los ojos, y un poco más tranquilo

pregunté al cantinero "¿Cuánto tiempo llevo aquí?"

"¿Donde está mi compañero?"

y me respondió "Llevas sólo unas horas,

eso sí, tomando fuerte con ganas de embrutecerte,

en cuanto a tú compañero, ¿a cual te refieres?,

con la única persona que has hablado

es con la que refleja el espejo 

que frente a tí tienes..."

Salí de ahí decidido a no volver a beber

aunque quien sabe si algún día

al volverte a mirar,

ésta pena y tu recuerdo

quiera con vino, volver a matar....