Capítulo 19: Otra sorpresa

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-- ¡No se si matarlos, o agradecerles! --les gritó Eddie a sus amigos--

-- ¿Que tal tu cita? --preguntó Stanley con una sonrisa burlona--

-- Perfecta.

-- ¿Y-y entonces porque qui-quieres matarnos? --cuestionó el tartamudo--

-- No lo sé --se encogió de hombros--

-- ¡Estas muy sonriente! --exclamó la pelirroja-- ¿Que ha pasado?, ¡cuenta ya!.

-- Hemos vuelto --susurró sin quitar la sonrisa de sus labios-- ¿¡Pueden creerlo?!, ¡hemos vuelto!. Estoy más que feliz.

-- Fe-felicidades, E-E-Eddie.

-- Somos Buenos en juntar parejas --dijo Beverly enternecida mientras apoyaba su cabeza en el hombro de Bill-- ¿Ella vendrá ahora?.

-- No lo sé,  espero que si.

-- Dinos, ¿como sucedió? --preguntó Stanley con curiosidad-- ¡Cuenta, cuenta!

-- B-bueno.

-- ¡Aburrido!.

-- ¡Beep Beep, Richie! --exclamó algo molesto-- Nos bajamos de la rueda de la fortuna y me sentí mareado-

-- ¿Y casi la cagas?.

-- En parte si, casi nos volvemos así sin más, y... Eso pasó.

-- ¿Por qué mejor no vas a la parte interesante? --Mike bufó mentiras reía-- ¿En donde se lo pediste?.

-- Fuera de su casa --contestó con una sonrisa-- Ella me dijo: ¿Por qué aún no me haz invitado a salir?".

-- ¡Anne tomó la iniciativa! --Beverly secó una lágrima facil-- Mi niña ha crecido tan rápido.

-- ¡Shhh! --la calló Richie, y la chica Lo fulminó con la mirada--

-- Y se lo pedi --suspiró risueño-- Fue genial.

-- ¿Les estás contando todo? --Anne dejó caer su bicicleta-- ¡Hola, chicos!.

-- Hey, ¿es cierto lo que Eddie dice?.

-- Si, Richie, es verdad.

  Se acercó a Eddie, tomó su mano y besó su mejilla con cariño. El se sonrojó y rió por lo bajo. Después de tanto, aún sigue siendo algo tímido.

-- Ustedes son muy tiernos juntos --Los señaló-- ¿Ya se los había dicho?.

-- Si, Bev --Eddie rió-- Creo que ya es la quinta vez.

-- ¿Por qué no vamos a celebrar su unión en Rosie? --propuso Mike--

-- ¿Por qué no inventas una excusa más creíble?  --Richie lo empujó a modo de juego, y el moreno no se quedó atrás--

-- Extraño los licuados de Rosie --suspiró con nostalgia-- Muero por probarlos otra vez, ¡Vamos!.

  Como de costumbre, Eddie y Anne conducían par a par. De vez en cuando se lanzaban miradas, y se dedicaban tiernas sonrisas.

  Al llegar a Rosie, un lugar con paredes viejas, un poco despintadas, pero el mejor lugar para pasar el tiempo en Derry, se bajaron de sus bicicletas y entraron. Cada uno ordenó lo que se les apetecía y en cuestión de varios minutos, las ordenes estaban sobre la mesa.

-- No era tan malo, ¡Muchas personas me escuchaban! --se defendió el de lentes-- Anne, yo se que tu me crees.

-- Aja, claro --rodó los ojos divertida-- Ah, y los niños sordos no cuentan.

Mi Loser -Eddie- ITDonde viven las historias. Descúbrelo ahora