Tres personas, tres hermanos, tres opuestos (Terminada)

Epilogo

Años despues:

Una niña corría por los pasillos de la casa, estaba siendo perseguida por sus dos hermanos.

-Ven aquí Diana!-le grito su hermano, Aiden. Quien la estaba alcanzando-

-En tus sueños!-le grito la niña, entrando a la oficina de su padre-

Tras un enorme escritorio se encontraba el padre de los niños que jugaban, tranquilos sin preocupación. La niña corrió a su padre, y se abalanzó a su padre, quien estaba ocupado con unos papales de su trabajo.

-Papi! Dile a Aiden y Hunter que no me persigan!-le pidió su hija-

Su padre se acomodo sus anteojos, dejo los papeles en su escritorio y coloco a su hija en su regazo, con una sonrisa en su rostro. Segundos después la puerta de su oficina abrió, allí entraron otras dos figuras que corrieron al lado de su padre también.

-Lo que sea que ella diga es mentira-dijeron al mismo tiempo los gemelos-

-Yo nunca miento!-exclamo la niña-

-Chicos, ¿Qué dijo su madre sobre estar corriendo y gritando por la casa?-le pregunto con calma y cariño-

-Que podemos mientras no molestemos en tu oficina, porque estás trabajando-replicaron los tres de memoria a las palabras de su madre-

-Exacto, y ¿Qué dije yo sobre estar molestando entre ustedes?-les pregunto con paciencia-

-Que no deberíamos, que debemos ser buenos caballeros y no molestar a las niñas-respondieron Aiden y Hunter al mismo tiempo una vez más, tratando de poner su rostro más inocente posible-

Su padre solo meneo la cabeza, bajando de su regazo a su hija. Se cruzo de brazos, mirándolos.

-¿Qué ocurrió?-pregunto a sus tres hijos-

-Estaba tranquilamente practicando para la clase de ballet cuando Hunter vino y comenzó a distraerme. Y luego Aiden vino y comenzó a reírse de mí. Y vine corriendo hacia ti, pero ellos comenzaron a perseguirme y amenazarme-explico su hija-

-¿Estás segura Diana?-pregunto su padre sin emoción en su rostro, Diana solo asintió- ¿dice la verdad Hunter y Aiden?-pregunto mirando a los dos hermanos que se miraban culpables-

-Si papa-respondieron, avergonzados de decepcionar a su padre-

-No me acompañaran al trabajo mañana será su castigo-les dijo su padre-sin quejas-les dijo al ver que sus hijos estaban a punto de quejarse- ahora, ¿Por qué no van a prepararse para el día de picnic con los tíos?-les dijo, con ello los tres hermanos salieron corriendo de la oficina-

Marcel se levanto de su silla, y caminando fue donde se encontraba su querida esposa. Ahí en la cocina acomodando las últimos detalles para el picnic, Lux su ángel, su esposa y su primer amor. Vestida con unos jeans gastados y una remera de verano. La abrazo por detrás robándole un beso.

-¿está todo listo?-pregunto después de haberse separado por aire-

-Todo listo, todo lo que preparaste. Se ve delicioso-le comento su esposa, besándolo una vez más-iré a buscar a los chicos, ya regreso-le dijo separándose de él y desapareciendo de su vista-

Marcel aun no podía creer cuantos años habían pasado desde que había conocido a Lux. Recordó el primer año después del juicio donde habían encerrado a sus padres biológicos. En esa época donde había perdido una amiga, Diana. Fue así en su honor que a su primera hija le había puesto Diana, en su memoria de una persona que había marcado algo en su vida y había significado tanto aunque estuviera poco tiempo con él.