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A medida que las semanas pasaban, era más y más evidente que entre Midorima y ___ algo estaba ocurriendo, evidente no solo para ellos, si no para los que les rodeaban. A pesar de que la relación de ambos era extraña debido a la forma en que se hablaban entre sí, habían momentos en los que hasta Takao se sentía incómodo.

–¿No crees que ya es hora de que le digas como te sientes?

Midorima siguió lanzando sin hacerle caso, sin fallar ningún tiro.

–Todavía no.

Respondió después de unos minutos. Takao se sorprendió de que no lo mandara a callar. Rió encantado, si que era tsundere.

–Ella no te va a esperar toda la vida. Recuerda qué hay más de un chico que estaría dispuesto a declarársele una y otra vez. Como ya sabes, es una chica encantadora.

Midorima se detuvo y se limpió el sudor con una toalla que colgaba de su hombro. Frunció el ceño mirándose las manos. Por mucho que lo odiara, Takao tenía razón. Recordó a los chicos que la veían mientras hacía ese programa... chasqueó la lengua frustrado. No era que todavía no supiera que ___ le gustara. Simplemente no encontraba como decirle. No podía, por alguna razón. Tal vez porque era demasiado orgulloso.

–¡Midorima-kun! ¡Takao-kun!

Tonya se adentró al coliseo corriendo. Se inclinó un poco, como disculpándose.

–Perdonen que interrumpa su entrenamiento pero, ¿han visto a ___-chan? La he buscado por toda la escuela, pensé que estaría aquí.

Takao vio a Midorima de reojo.

–¿Cuál es la urgencia?

Preguntó Takao extrañado.

–Ya han anunciado todos los competidores aspirantes a la Grand Prix, por lo que Luciano-kun, su entrenador, la ha estado llamando pues necesita darle unos detalles, pero tampoco contesta el teléfono. Faltó a geometría y ahora que estamos en receso tampoco la he visto.

–Creo que sé dónde puede estar.

Anunció Midorima mirando a Takao. Él lo entendió rápidamente.

–Iré a buscarla donde los hombres suelen declararse a las chicas.

Dijo Takao riéndose por lo bajo.

–Iré a la azotea.

Dijo Midorima y se encaminaron a sus destinos. Tonya no entendió mucho sobre lo que acababa de pasar, pero decidió seguir a Takao.
Midorima frunció el ceño mientras casi trotaba. Subió las escaleras de dos en dos hasta que llegó a la puerta que conecta con la azotea.
Entró, y miró a todos lados hasta que en una esquina vió sus zapatos. Resopló aliviado. ___ lo miró y suspiró. Midorima se sentó a su lado.

–¿Por qué suspiras de esa manera?

Preguntó Midorima. ___ pensó detenidamente en que responder, pues lo que estaba apunto de decir iba a ser incómodo.

–Mmmm... sigue siendo incómodo y algo triste el tener que rechazar a chicos que se me declaran. Me siento como la bruja mala de la historia.

Midorima frunció el ceño y se cruzó de brazos. Definitivamente, Takao tenía razón.

–Esa no es razón para faltar a clases y desaparecer. Tonya nos buscó preocupada, al parecer tu entrenador tiene algo importante que decirte sobre la Grand Prix.
–Oh... Luciano... bueno, es cierto que ya salió mucha información acerca de los posibles competidores de la Grand Prix. Es momento de dejarlo todo perfecto... pero hoy me siento demasiado cansada como para pensar en eso...

___ se recostó en el hombro de Midorima rendida. Se sentía débil tanto física como mentalmente.

–¿Cuanto duró tu entrenamiento de ayer?
–5 horas y media. Luciano está haciendo que me parta el trasero en el programa libre.
–¿Qué te pide?
–Dice que el programa corto tiene a Eros, pero que el libre requiere de sentimientos profundos, casi tristeza, casi alegría. Dice que no me estoy entregando al 100% y que si sigo así, no ganaré la Grand Prix.
–¿Cuál crees que es el sentimiento específico que puede definir el programa en general?
–¿Uno solo? Diría que es... mmm... la añoranza de permanecer con alguien que vale mucho para mí, tal vez de valorar cada detalle entre esa relación hermosa...
–¿Se te viene algo a la cabeza?
–Se me vienen muchas cosas a la cabeza.
–¿Por qué no piensas en eso mientras patinas?
–...

___ se quedó varios minutos mirando a la nada. Midorima enredo los dedos en su cabello y le brindó un beso en la cabeza. ___ lo vió sorprendida, Midorima a veces salía con unas cosas...

–Supongo que lo intentaré.

Respondió ella por fin, toda sonrojada y con una sonrisa en el rostro. Midorima adoró su expresión y sonrió mostrando los dientes por primera vez. ___ sintió que se derritió por dentro. Aunque luego de unos segundos Midorima volvió a estar serio. Si que le molestaba que Takao tuviese razón.

–Me gustas.
Le soltó él de golpe. ___ se sobresaltó y se echó para atrás.
–¿De verdad?
–Sí.
–¿O sea que podemos ser novios?

Midorima se sonrojó ¿por qué decía las cosas de esa manera?

–Sí.
–¡Lo logré!

Exclamó ___ felizmente y brincó hacia él con tal fuerza que terminaron acostados en el piso, con ella encima de él, abrazándolo.

–No digas "¡lo logré!" como si fuera un trofeo. ¡Que mal educada! ¡Y muévete de encima!
–¡Me importa una mierda!

Dijo ____ entre risas. Había logrado que un tsundere le correspondiera.
Midorima avergonzado la abrazó de vuelta y sonrió para sus adentros. No fue tan difícil después de todo.

Cuando te tengo a mi lado...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora