VIERNES
Capítulo 1:
-¿Cómo se llama?
- Guillermo
Guillermo, otro más, a saber cuanto dura con este… dos semanas o tres, aunque no sepa quien es. Sonia habrá tenido más novios y rollos en este año que Laura en su vida. También es verdad que Laura nunca ha tenido novio, así que si en alguna ocasión se presenta alguno, a quien debe acudir para pedir consejo es a su mejor amiga, no hay duda.
- ¿Y cómo os conocisteis?
- Es amigo de Raúl, no se por qué le habrá dado mi número, pero se lo dio. Me empezó a hablar, quedamos y bueno… nos gustamos.
- Me alegro, pero… es un poco sospechoso que tu exnovio te haya buscado ligue una semana después de romper ¿no?
- Ay bueno, que mas da, Raúl es agua pasada, si quieres te doy su número y le devuelvo el favor…
- No, gracias.
- Cómo quieras
Sonia está loca, ¿cómo se plantea darle su número? Es su mejor amiga, no un animal a quien tirarle las sobras de la comida. Ella quiere pareja, sobre todo por que es la única del grupo que nunca tiene nada, la menos mirada por los chicos, y eso, aunque intente demostrar lo contrario, le duele.
-He quedado con él a las 8, ¿quieres venirte?
-Para estar sola prefiero irme a mi casa.
-¿Quién te ha dicho que vas a estar sola? Van a ir varios amigos suyos, a ver si te gusta alguno- guiña un ojo.
-Bueno está bien, pero me iré temprano, te recuerdo que es viernes y esta mañana madrugué para el examen de Lengua.
-Precisamente porque es viernes deberías estar más optimista, son las siete, nos queda una hora, ¿vamos a ver tiendas antes de que cierren?
Laura asiente, si hay algo que le encanta es la ropa, y más en la calle en la que se encuentran, allí están todas sus tiendas favoritas, una seguida de la otra.
Pasan 50 minutos en los que ambas amigas miran ropa y se la prueban, pero ninguna compra nada ya que no tienen suficiente dinero.
-En 10 minutos quedé con Guille en la plaza central, deberíamos ir yendo.
-Si quieres vete yendo tú, tengo sed, necesito agua, voy a la cafetería, ¿quieres algo?
-No, gracias. No tardes.
Laura entra en la cafetería y pide una botella de agua pequeña, pero cuando va a salir escucha su nombre.
-¿Laura?
-¡Hola Paola! No sabía que salías hoy.
-Ya bueno, yo tampoco, pero al final decidí quedar con unas amigas del antiguo instituto y ya se han ido así que me iba a mi casa ya.
-Ah vaya, yo estaba con Sonia hasta hace un momento pero quedó con un chico y vine a buscar agua antes de ir a dar con ella.
- ¿Sigue con Rubén?
-Que va, ahora está con un tal Guillermo.
-Ah, ni idea…Pero bueno, espero que le vaya bien.
En ese momento, un grupo de cuatro chicos se acerca. Paola les mira, y les pregunta:
-¿Quieren algo?
-Pues tu número y el de tu amiga si no es mucho pedir.
Laura se empieza a poner nerviosa porque uno de ellos le mira de arriba abajo, cosa que le acelera el corazón.
-Vale.
A Laura casi se le sale el corazón del pecho, este tipo de situación tan normal para sus amigas, es increíble para ella. Pero sobre todo tiene miedo de que si les da su número, ninguno le hable. Solo el hecho de que un chico muestre la mínima atracción por ella, le emociona, así que les da su número a los cuatro, al igual que Paola.
Mira su reloj, son las ocho y diez, debería irse a la plaza ya o Sonia va a pensar que le ha pasado algo.
-Bueno Paola, tengo prisa, nos vemos otro día ¿si?
-Claro, saludos a Sonia.
