20. Two words, four letters

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ZAYN:

Le había dicho lo que sentía. Tal vez ella no sienta lo mismo, pero yo tenía que decírselo. Ella me miraba, confusa, aturdida, con miedo, indecisa... Y sí, tal vez no sentía lo mismo.

—No es necesario que digas nada. —dije yo con algo de decepción.

—Yo también te amo, Zayn. —dijo ella mirándome a los ojos. Sincera, con amor.

Me había sorprendido que me correspondiera. Ciertamente no me lo esperaba, ya que yo pensaba... que ella me veía sólo como un amigo. Un amigo con el que tenía relaciones.

—¿Me amas? —susurré con sorpresa y esperanza.

—Te amo. —repitió ella, y yo sonreí feliz a la vez que me sonrojaba. —Te amo como nunca he amado a nadie. —dijo estirando su brazo para acariciar mi mejilla.

—¿Puedo preguntarte algo? —ella asintió. —¿Por qué decías... que no eras la indicada para quitarme la virginidad? —pregunté con cautela, y ella cerró los ojos. Estuvo un rato sin responder, pero finalmente lo hizo.

—Porque... yo nunca he amado a nadie... hasta ahora... Yo pensaba que lo único que sentía hacia ti era atracción física, y sabía que tú me veías... diferente... como si fuera... un ángel. Pero yo antes sólo pensaba en sexo, yy no quería hacerte daño. —explicó, y yo asentí.

—Pero yo tenía razón. —susurré. —Eres un ángel. —completé, y ella medio-sonrió.

—Te equivocas. —dijo ella. —Aquí el único ángel que hay, eres tú. —plantó un suave beso en mis labios. Aunque tal vez eso fuera una despedida, había sido la mejor de mi vida. —Avril... —susurré, y ella me miró. —¿Vas a olvidarme? —pregunté con algo de miedo. Yo nunca la olvidaría a ella. Jamás.

—Nunca. —dijo ella con una pequeña sonrisa. Pero esa sonrisa se esfumó rápido. No podía ocultar, que no quería que me fuera.

—¿Mantendremos contacto? —ella asintió.

—Claro. Al fin y al cabo... Somos amigos. —dijo ella con una sonrisa divertida, y yo asentí feliz, pero a la vez decepcionado. Yo quería más, pero no era lo correcto sabiendo que mantendríamos una relación a distancia, y lo más probable sería terminar mal y perder el contacto.

Mi móvil sonó, desorientándome por un momento. Lo cogí y miré el identificador.

—Son mis padres. —le dije a Avril.

—Contesta, seguro que están preocupados por ti. —yo asentí. Descolgué la llamada y puse el teléfono en mi oreja.

—Hola. —respondí.

—¡Hijo! ¿Estás bien? ¿Dónde estás? —dijo mi madre preocupada.

—Tranquilos, estoy bien. Estoy en casa de Avril. —respondí yo.

—¿En casa de Avril? —dijo mi madre algo extrañada.

—Sí, mamá. Lo recuerdo todo. —dije yo, y pude imaginarme su sonrisa.

—Oh, hijo no sabes cuánto me alegro. —dijo mi madre feliz. —Ha estado muy preocupada por ti. —yo la miré. Estaba escuchando la llamada atentamente.

—Lo sé. —fue lo único que dije, y cogí su mano haciéndola sonreír.

—Pero... tenemos que decirte algo... y necesitamos que vuelvas a casa. —dijo ella. Yo suspiré y Avril sonrió tristemente.

—De acuerdo, ahora voy para allá. —y colgué. Avril me abrazó fuertemente y hundió la cara en mi cuello.

—Te voy a echar de menos. —susurró, y algo húmedo cayó sobre mi cuello. Una lágrima, supuse.

—Y yo a ti. —dije abrazándola también y poniendo mi barbilla encima de su cabeza.

Se separó de mí y cogió un papel y un boli. Apuntó algo y me lo dio. Era su número de teléfono.

—Zayn, quiero que me lo cuentes todo, ¿está bien? Cualquier cosa. Si siguen haciéndote daño... dímelo. —dijo ella entregándome el papel.

—Avril, estoy acostumbrado a ello. Y además... tú ya no estarás ahí. —dije con algo de decepción.

—Zayn... por ti soy capaz de coger un avión hasta donde sea que vayas y colarme en tu instituto con una capa y un antifaz. —yo reí un poco.

—Gracias... por aparecer en mi vida. —dije acariciando su mejilla y, ella sonrió débilmente.

BAD Girl | Zayn MalikDonde viven las historias. Descúbrelo ahora