~¿Me quieres?~

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─¿Qué mierda?- había olvidado el dolor en mi cadera más al despertar me sorprendió, me tallé los ojos intentando desviar mi atención y entonces pude recordar mi sueño húmedo con Alva, y Dios que lo había extrañado.

      ─¿Haz despertado ya?- su voz me sacó de mis pensamientos íntimos con Alva haciéndome dirigir mi atención a él, su pequeño hermano que estaba recargado en la pared fungiendo de almohada para mí.

─Supongo que sí- entrecerré los ojos ligeramente para adquirir un toque seductor en la mirada, el recuerdo del sueño me había dominado excitándome y el dolor tan cerca de mi virilidad no me estaba ayudando para nada; para su suerte, buena o mala según se mire, el objetivo de mis pensamientos obscenos terminaba por ser Yalek─ aunque perfectamente podría ser un sueño.

      ─¿Cómo te sientes?...-su pregunta me hizo saber que no había entendido el doble significado que había en mis palabras, denotando su inocencia y lo adorable que era.

─A tu lado, mejor que nunca.- No voy a mentir, me encantaba verlo sonrojado y no iba a desaprovechar una oportunidad en tenerlo de esa forma frente a mí, sobre todo cuando podía estar descansando en su pecho mientras me propinaba caricias como lo estaba haciendo en ese momento.

      ─A...m...me...alegro...- ahí estaba el tan deseado rubor, tiñendo sus mejillas de un rosa que si fuese más claro sería color pastel y, sin embargo, resaltaba en su rostro como si su piel fuese de papel─ ¿Te...te puedo cambiar la venda?...- bajé mi vista hasta donde mi anatomía era cubierta por una fina tela envuelta cuidadosamente a mi alrededor que estaba teñida con mi sangre.

─Puedes hacer lo que quieras conmigo, soy todo tuyo- respondí pícaro contando que, además de la venda, no llevaba ni una sola prenda. Se levantó acomodándome sobre la cama y dirigiéndose a una bolsa, supuse que Carlos la habría dejado, y extrajo una venda ancha.

      ─Tal vez duela...- advirtió con tono preocupado que no podía más que causarme risa y ternura.

─El dolor es algo que no me incomoda si me lo produces tú- dije sinceramente sin dejar mi expresión pícara, en verdad me fascinaba que no se diera cuenta de lo que le decía en realidad, pero al mismo tiempo me desesperaba un poco, mínimo, ya que de esa forma no podía jugar conmigo o complacerme sin que se lo dijera directamente. Comenzó con la labor de retirar la venda sucia, limpiar la herida y colocar la nueva, haciendo todo como si fuera de cristal y con cualquier movimiento brusco pudiese quebrarme en mil pedazos.

      ─Ya...ya está...

─Y, cariño, ¿se puede saber por qué estoy en pelotas?- solté por fin logrando mi objetivo haciendo que se sonrojara hasta el punto de convertirse en una fresa de ojos verdes.

      ─¿E...eh?...pa...para...que no te lastimara la ropa.

─¿Estás seguro que no ha sido otra cosa?- guiñé un ojo solo para poder disfrutar de sus reacciones provocadas única y exclusivamente por mí.

      ─S...si...-desvió su mirada retirándome de esa forma el privilegio de ver sus ojos bailar al compás que su agitado corazón marcaba, reí por lo adorable que lucía consecuencia de mi pequeño afán de molestarlo.

─Está bien señor, fingiremos que le creo.- ladeé la cabeza.

      ─¿Por qué no habrías de creerme?- pasó de la vergüenza a la indignación y aun así seguía siendo la cosa más tierna que hubiese visto en toda mi vida, más aún con el puchero que formaban sus labios de forma inconsciente.

─Porque, el que tengas la cara más mona del mundo no significa que seas un santo cariño- pellizqué una de sus casi inexistentes mejillas estrujándola entre mis dedos.

      ─Pe...pero yo solo te he curado la herida...na...nada más...-comenzó a negar con la cabeza logrando liberar su mejilla de mi agarre.

─Está bien, si insistes te creeré- suspiró aliviado y no resistí la tentación de seguir molestando─ o al menos creamos eso- dije para luego besar su moflete, miró mis ojos para acto seguido bajar la cabeza con resignación, le había ganado─ Yalek- llamé.

      ─¿Qué ocurre Aki?...

─¿Tú me quieres?- mi voz sonó tranquila a pesar de que por dentro se agitaban miles de sentimientos que me arrastraban a lugares desconocidos para mí; nunca, desde la muerte de Alva, me había importado la respuesta a esa pregunta, sin embargo estaba ahí, expectante a una respuesta, guardando la esperanza de que lo que yo sentía y acababa de aceptar fuera correspondido.

      ─Eh...eh...eh...de...demasiado Aki...- sus nervios me comprobaban la veracidad de sus palabras y una inmensa dicha me inundó, no podía querer más a ese chico de orbes verdes que se había colado en mi corazón como un intruso y que a pesar de todo se había vuelto tan importante para mí que ya no me imaginaba sin tenerlo conmigo.

─Gracias- lo abracé ocultándome en su cuello y sin pensarlo demasiado hundí mis dientes en la suave piel de este arrancando un pequeño quejido de su parte, me hubiera detenido pero junto con el quejido ladeó la cabeza dándome más acceso a su tibia carne, invitándome a disfrutar de la peligrosa tentación que era su sangre corriendo justo debajo de esa fina capa de tejido, capa que no tardó en ceder ante la presión que mis caninos hacían en ella, liberando dos delgados hilos de sangre que se deslizaron bajando por su clavícula arrancando a sus cuerdas vocales más quejidos.

      ─A...Aki...

Una parte de mí pedía fervientemente ignorarlo, estaba disfrutando demasiado de ese acto como para detenerme, pero otra parte me recordaba que no debía lastimarlo, que estaba muy débil para soportar mis juegos en ese momento y que debía cuidarlo; al final ganó mi parte racional consiguiendo que liberara su cuello y depositara un suave beso sobre la herida en un intento de apaciguar un poco el dolor, seguido de más besos esparcidos por el comienzo de su torso que poco a poco provocaron sus suaves risas, una risa tan dulce y tierna que definitivamente valía cada cosa que tuviera que hacer para escucharla a menudo.

      ─Aki...¿T...tú...me quieres?

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Hola...

Un capítulo cortito pero es la compensación del que subí el domingo...

¿A poco no son una monada?...

Si les gustó el capítulo pueden compartirlo con sus amiguit@s...y si no...pueden compartirlo con sus no amiguit@s y a tomar por saco...

Nos leemos luego...

Los Recuerdos Duelen [BL]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora