Capitulo 3

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Temari se sentía impaciente. Salir con su madre al centro comercial era con seguridad momentos incomodos y vergonzosos. No era la típica madre que se encontraba a una vecina y hablarían sobre lo mismo durante dos horas, o que quizás la haría probarse miles de vestidos. Era la madre que comenzaba a regañarla de todas las cosas del mundo delante de mucha gente, la que la obligaba a esperar mientras ella entraba a la tiendas de ropa de chicos, la madre la cual si sonaba cualquier canción comenzaba a bailar y gritar, sobretodo si era Chayanne. Era como salir con Kankuro, pero versión mujer.

— ... te lo dije Temari, limpia tu habitación pero carajo como siempre me llevas la contraria. — y otro regaño más. — y tu hermano, dejas que llegue borracho de ver esos partidos, eres la mayor Temari... Ten responsabilidad.

— Si mamá.

— Si mamá, siempre dices lo mismo.

— Ma, ¿puedes hablar en vez de gritar?

Si madre alzó la ceja y se quejó. — Yo hago lo que quiera Temari... Te recuerdo yo soy la madre y tú la hija.

Continuaron haciendo compras y recorriendo todo el mall, era muy grande y había tantas cosas que ver que solía parar para descansar.

— Es tan grande hija. ¿Habías venido antes? — le dijo su madre completamente feliz.

— Si mamá, tiene como diez años el mall... Todos han venido. — Su madre le dedico una mirada y bufo.

— Eres igual a tu padre... — Su madre se puso de pie y suspiro. — Vamos por un café.

Temari la siguió, irían a la cafetería de siempre, donde tomarían el café de siempre y los bocadillos de siempre para luego tomar el camino de siempre al estacionamiento y montarse en el auto, ir a casa y revisar todas las compras antes de entrar. Estaba aburrida de la monotonía con si madre, pero era su madre, y estaba agradecida de tenerla con ella. —¿qué sería de mi vida sin ti?. — pensaba.

Se sentaron en las mesas de siempre, las cuales siempre estaban libres porque estaban justo al lado de un gran matorral, y cuando estaban ocupadas su madre miraba fijamente a las personas hasta que se sintieran incómodas y se fueran. Si, así era su mamá.

— Buenas tardes, bienvenidos a Sugar Choffe ¿Qué puedo servirles?

Temari continuaba viendo el menú sabía que pediría lo mismo de siempre, y que quizás si madre comenzaría con los chismes del vecindario.

— Dios mío. — Su madre se puso de pie y Temari apartó la mirada del menú. — Estas tan grande Shikamaru.

Genial. Otra vez Shikamaru.

— Oh, hola Señora Karura... Apenas y la reconocí. — dijo el sonriente.

— Temari, mira Shikamaru. — Le dijo su madre señalándolo. Temari le sonrió como saludo, él hizo lo mismo. — Déjame invitarte algo.

— Oh no puedo... Estoy trabajando. — El parecía tan incomodo. Temari necesitaba salvarlo.

— Ay mamá ya déjalo, no puede darse el lujo de perder el trabajo. — Temari intentaba hacer sentar a su madre.

— Cállate Temari. — Le dijo su madre. — Señorita. — comenzó a gritarle a una chica de la cafetería, Shikamaru miraba a Temari en busca de ayuda. — Déjeme invitarle un café a su mesero, es un amigo de la familia.

— No se preocupe señora. — Le indicó la chica de caja.

— Ya ven. — Tomó asiento. — todo arreglado.

Temari llevó las manos a su cara. — Dios mamá que vergüenza. — Miro a Shikamaru avergonzada. — Lo siento tanto, últimamente solo te molesto.

Un amor indeleble. SHIKATEMA fanfic Donde viven las historias. Descúbrelo ahora