∞¤∞Capitulo 6∞¤∞ Incontri∞¤∞

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-¡¡Bienvenuto, Decimo!! (¡¡Bienvenido, Decimo!!)...- coreo la multitud a su alrededor haciendo una pequeña reverencia.

La mayoría de los hombres en el lugar hacían un esfuerzo por sonreír pero en sus ojos claramente se podía notar el desprecio, los celos, la envidia y la ira con la que veían a los recién llegado. Ninguno de ellos les prestó atención –ni a las simples miradas, ni a las sonrisas- pues Reborn bien les había advertidos sobre la hipocresía que mostraría la gente hacia ellos con el fin de ganarse su favor, al mismo tiempo que les tendían una trampa para derrocarlos. Sin embargo, no pudieron evitar sorprenderse ante la "calurosa bienvenida", pero a pesar de todo ninguno bajo la guardia.

Reborn y Lal se pararon al lado de Tsuna y el noveno, cubriendo el flanco de ambos en caso de algún peligro.

El cielo con lentitud comenzó a pintarse de unos suaves colores entre naranja y amarillo, dejando a la vista que el sol estaba a punto de salir. En Italia apenas estaba amaneciendo, el viaje en Jet había sido rápido tan solo había durado alrededor de ocho horas. Para los chicos recién llegados esta había sido la noche más larga de sus vidas, no solo por el tiempo, si no por lo sucedido. Los jóvenes y el resto de la multitud que los rodeaba observaron al cielo tornarse de rojizo y al sol alzarse en su esplendor, esta vez en sentido literal dándoles una calurosa bienvenida.

-Sera mejor que nos retiremos lo más pronto posible...-murmuro él bebe con tono bajo a ambos hombres – estamos demasiado expuestos.

-Tiene razón - reconoció el noveno – aunque antes de eso...Tsunayoshi-Kun sería bueno que al menos conocieras a algunos de los jefes aliados con la familia –hizo un ademan con la mano a la multitud – hoy vinieron a darte la bienvenida y vaya que hubo una gran disputa para decidir a los selectos para acudir al aterrizaje.

En los ojos de Tsuna se podía apreciar que no estaba de humor para eso pero solo asintió con cansancio y miro frente a él.

-¡Yho, bienvenido Tsuna! -grito con emoción un chico rubio que se acercaba a ellos.

-¡Dino-San! - un sonrisa se formó en el rostro del castaño – es bueno verte...

Dino parecía que seguiría siendo el mismo con o sin recuerdos del futuro, Tsuna extendió una mano para saludarlo y Dino lo observo con ternura.

-¿Porque tan educado, hermanito? - el chico revolvió los castaños cabellos y lo abrazo dándole la bienvenida, abrazo que también fue correspondido por un agradecido Tsuna. De repente Dino se sintió en peligro y se encontró con una mirada negra que lo veía con la clara intención de mandarle a volar muy lejos – ¡Hey! ¡Kyoya tú también has venido! – saludo observando los penetrantes ojos negros sin soltar a Tsuna por completo, manteniendo un brazo sobre los hombros del pequeño en un sentido protector e ignorando la causa del enojo fuera de lo normal de su alumno, pues que supiera hasta ahora no lo había provocado.

Con un movimiento de la mano del noveno, uno a uno los representantes de algunas familias fueron acercándose para saludar y presentarse ante el joven de traje blanco. La gente avanzaba con lentitud y peleaba por ser los primeros, Tsuna saludo a algunos cuando repentinamente volteo a ver el cielo.

-Chicos...-hablo con seriedad al tiempo que tragaba una pastilla.

Sus seis guardianes, Reborn y Dino se pusieron en guardia de inmediato, Lal, el noveno y sus guardianes solo se sorprendieron ante tal reacción y se mantuvieron en silencio expectantes. De repente una explosión retumbo a lo lejos, alterando y poniendo alerta a todos, miles de bombas circulares comenzaron a caer del cielo hacia todos los presentes en la pista.

Coperti Dal CieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora