Bonus Cap. 25

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Salí enojado del lugar, tanto que terminé tomando sus llaves para salir a tomar un respiro. La vi encaminarse al bosque, pero estaba tan molesto que ese momento me importó poco. En serio, ¿Ha Neul pensaba llevar esto de esta forma? ¿Cómo más podía explicarle? Me aparqué para pensar. ¿De verdad iba a dejar las cosas aquí?

Lo pensé por unos instantes, y entonces recordé su rostro cuando mencioné esas palabras. Su mirada había sido de horror y miedo, a pesar de que pronunciar las palabras contrarias. Entonces di con la conclusión que se me escapaba. Ella sentía miedo. Miedo a pasar por lo mismo otra vez, ¿tal vez? Encendí el auto y decidí tomarme un tiempo para pensar las cosas. ¿Estaba dispuesto a dejarla ir? ¿A que eventualmente ella le sonría a otro de la misma forma que sonreía al verme? Una punzada en el corazón me dio la respuesta. No. No quería que fuera amorosa con nadie más, porque yo sentía que no volvería a ser el mismo si ella de pronto no está.

Vi una pequeña tienda y me detuve a comprar las cosas antes de volver. Necesitaba decirle una vez más lo que sentía y se lo diría mil veces más de ser necesario si eso quería decir que iba a perdonarme. Una vez con los artículos en mano, me dediqué a volver. La casa estaba en increíble silencio cuando llegué. Eso no me dio buena espina, y comencé a preocuparme.

-¿Hannie? -Llamé desde la cocina, pero no me contestó. Subí las escaleras hasta su habitación, con la esperanza de que estuviera dormida y no encontré ningún rastro.

Salí nuevamente y comencé a llamarla por los alrededores, ninguna respuesta. ¿Se habrá perdido en el bosque? ¿Le habrá pasado algo peor? No lo pensé dos veces y tomé mi móvil para alumbrarme y me fui directamente por donde la vi desaparecer. La llamaba a viva voz. A más me adentraba al bosque, más preocupado me ponía. Iba a volverme loco si algo le pasaba. No debí haber dejado que se fuera enojada. ¿Caminó hasta que se hizo tarde y no pudo volver? Intenté llamar a su móvil, pero mi móvil no tenía cobertura. Caminé lo suficiente para perder los estribos. Algo le ha pasado... Volví a llamarla más fuerte y la nada me contesto. Lo intenté de nuevo, rezando por alguna respuesta.

-¡Aquí!- escuché a la distancia. Corrí apresuradamente hasta encontrarla. Casi muero al verla encogida hasta casi meterse en sus propios huesos. ¿Llevaba todo este tiempo allí con el frío? Sin pensarlo bajé hasta donde ella.

-¿Estás bien? -Comencé a buscar frenéticamente alguna herida más profunda. Era la única persona que conocía que en pleno invierno solo llevaba una camisa de mangas cortas, y ahora veía en sus manos unos rasguños y gotas de sangre saliendo de ellos.

-Lo estoy.

-Estás helada -Me quité el abrigo en menos de un parpadeo y se lo puse. Ella temblaba tanto que parecía una gelatina. Debía llevarla a la cabaña y hacer que entrara en calor.

-¿Cómo es que estas aquí? -Se veía conmocionada como si se debatiera en la realidad o en que lo estaba imaginando. Me reí un poco. Chica adorable. Si fuera el caso de que no estuviera allí, entonces quería decir que pensaba en mí, incluso en un momento tan horrible como este.

-¿De verdad piensas que iba a dejarte sola? -Asintió como si fuera la absoluta verdad en la faz de la tierra.

-Te vi irte.

-Fui a una tienda cerca por lo que faltaba. La verdad es que no importa cuanto lo diga no puedo dejarte - Estaba diciendo toda la verdad. No importa cuánto diga, cuánto me enoje, iba a seguir volviendo a ella. Porque a pesar de todo, Ha Neul era mi puerto seguro.

-Lo siento, de verdad lo siento. He sido una total insoportable -Me reí al escucharla. De todos los momentos, ella escoge preocuparse por esto ahora.

-Lo sé de primera mano –La abracé fuertemente, porque no importa si fuera el momento indicado o no, para Boo esto era importante -. Yo tengo la culpa de todo lo que pasó, pero tú también la tienes por creerme.

-Pero nunca me hizo sentido que te fijaras en mí –Lloró fuertemente en mi pecho-. Tus palabras fueron eco de las mías. Fue como si me dijeras lo que es obvio -Ah, esa niña pensaba muy poco de sí misma. ¿Cómo no iba a fijarme en ella siendo como era?

Ahora que la veía preparando la comida en la mañana tan animada, después de recordar lo que paso anoche, no pude evitar pensar que estaba en el cielo. Ella era perfecta de muchas maneras. La escuché tararear mientras se movía, escuchando mi música. Ha Neul por fin me había perdonado y me sentía como si hubiese salvado al mundo. Luego de escucharla decir que me amaba, sentía que podía casi con cualquier cosa que se avecinara con tal de tenerla conmigo. Me amaba, ¿puedes creerlo? Yo aún lo pienso y hace que una gran sonrisa se extienda en mi rostro y que la respiración se me atascara en los pulmones. No existía melodía más perfecta que su voz diciéndome esas palabras.

-No deberías estar forzando tu pie -Dije abrazándola por la espalda. Recosté mi barbilla en su hombro y observé sus manos volviendo la comida.

-Estoy mejor. Buen día -Se sentía casi milagroso que no se estuviera resistiendo al contacto.

-Son los mejores que he tenido desde hace mucho tiempo -Hannie lograba ese efecto de paz.

-¿Dormiste bien??

-Luego de estar seguro que estarías bien, sí. –Pudo haber sufrido un golpe en la cabeza por la caída y no pude encontrar el sueño hasta que me aseguré que iba a estar bien. Con todo y eso, terminaba levantándome de vez en cuando para verificarla. Fue una noche larga-. Eso huele genial.

-Iba a sorprenderte llevándolo a la cama pero te levantaste primero -Ah, por eso se había desaparecido de la habitación como fantasma. Sus detalles me hacían sentir único.

-Ahora vuelvo a la cama. Olvida que me has visto aquí -Se rio a carcajadas, regalándole la mejor música a mis oídos.

-Ah, ¿sí?

-No, mentira. No puedes caminar casi, no te dejaré llevarlo. Mejor espero a que termines y yo lo llevo a la cama. Luego podemos fingir que has hecho todo el trabajo.

-Hombre adorable -No importaba lo que fuera a sus ojos yo era la mejor persona y no podía esperara para poder demostrarle que era el hombre que cree que soy.

Me dedicó la mirada más dulce cuando tomé la bandeja, antes de dirigirnos a la habitación. Hice que se sentara en la cama para revisarle las heridas. Estaba seguro que Boo no hizo nada más que mirar sus heridas, encogerse de hombros y seguir caminando. Para alguien quien tiene que cuidar su piel ahora, estaba siendo un poco irresponsable, pues no se preocupaba mucho por sí misma. Entonces mi trabajo consistía en velar por ella, así como velaba Hannie por mí. Luego de asegurarme de atender sus heridas, me dediqué a darle de comer. Ella me observó con una sonrisa tierna y se dejó mimar. Encontré que esta era una de las cosas que más me gustaba hacer... darle lo que quería y necesitaba era una de las cosas que más me alegraba. ¿Quién lo hubiese imaginado?

Contesté el móvil cuando comenzó a sonar, eran mis hermanos con la noticia de que venían de camino. Y aunque yo quería tener estos días a solas con Hannie, en compensación de todos esos días que estuve sin ella, entendía que quería ver a mis hermanos también. Eso era algo con lo que no podía ni quería competir. Mis hermanos la querían como su hermana menor, y era una relación bonita de ver. Desde que estamos juntos, todos hemos crecido de una manera que no podía llegar a entender todavía pero era grande y magnifica. Por eso cuando ellos llegaron una hora después, me sentí contento al ver la sonrisa en el rostro de Ha Neul, era como si todo su mundo hubiese estado completo en ese momento. A continuación, cuando vieron los golpes en sus brazos, la preocupación que los arropó fue tanta que casi la arrastran hasta el hospital más cercano. Me reí de ellos en una esquina, yo intenté lo mismo la noche anterior y ella solo se negó rotundamente.

Estademás decir que se salió con la suya, haciendo que mis hermanos se relajaran y comenzaran a disfrutar del día soleado. La risa de Ha Neul flotaba por todo el lugar, no la había escuchado reír así en mucho tiempo. Estaba volviendo a ser quien yo conocía. Por fin íbamos juntos por el camino correcto y no iba a volver a ser interrumpido, porque los dos nos íbamos a encargar de cualquier cosa que se interpusiera. La miré reír junto a mis hermanos desde donde estaba, al ver que la estaba mirando, me guiñó un ojo y sopló un beso en mi dirección. Eso me hizo mantenerme firme en que no tenía nada más que buscar, ella lo era todo. 

Amor de Invierno (Vixx's Love Season Serie, #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora