Capítulo 1

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La alarma había sonado, estruendos, gritos y demás se hacían presentes en las calles de la ciudad. Todos estaban dispuestos a asesinar a sangre fría, otros quizá dándole un poco más de dedicación. El rizado, por su parte, caminaba tranquilamente, con una mochila no tan pesada colgando de su espalda, toda su vestimenta era negra para evitar que le vieran, y llevaba botas militares. Se detuvo al oír jadeos en un callejón. Al momento de adentrarse, portando su arma con firmeza; fingiendo así ser común y corriente, no significaba que tuviese miedo. El cuerpo que se encontraba en el suelo sostenía su pierna con desesperación, removiéndose en el frío pavimento. –Hey, hey, tranquila, princesa. –Mencionó el más alto, mordiendo luego su labio inferior y levantando ambos manos cuando aquella lo apunto con su arma luciendo atemorizada. –No te haré daño, lo prometo. –Y era así, no pensaba producir daño alguno a aquella desconocida, ¿por qué? No le había hecho nada, y merecía vivir para la próxima depuración. Aerys, el rizado, se acercó de cuclillas lentamente a ella, observando la herida. Hizo una mueca, intentando aguantar la sed de sangre, arrancando segundos después un pedazo de su playera para colocar el mismo hecho un nudo para parar la hemorragia. –Ven aquí. –Murmuró, tomándola en brazos y llevándola hacia el lugar más cercano y cerrado que pudo encontrar. Al estar allí, la dejó nuevamente con delicadeza en el suelo, acariciando su cabello. –Vas a estar bien, te lo prometo. –Acariciaba tu cabello y posteriormente su mejilla con sus nudillos, intentando calmarla. –No veas, por favor. –Hizo a un lado su manga, para así morder la muñeca propia, de ésta brotaba sangre; la llevó a su boca, curando así cualquier herida que tuviese, dejando el lugar a la velocidad de la luz, y literalmente acabando en una de las avenidas más conocidas de la ciudad. Después de todo, la sangre de los vampiros era curativa para los mortales.
No quería tener nada que ver con las personas la cual salvaba, aquello de ayudarlos era solo algo insignificante y sin importancia para el. Siguió caminando por la calles de la ciudad, aun nada extraño como suele ocurrir cada mes en todas las depuraciones a pasado. Momento después de pensar eso oyó unos pasos detrás de él, no quiso girarse ni mucho menos hacer notar que el ya sabia que lo seguían, probablemente eran el grupo de chicas de segundo año con sus estúpidos trajes de chica malo queriendo pasar el rato en el lugar menos indicado. A veces se preguntaba por qué esa necesidad tan repentina de suicidio en esta jodida ciudad, podrían sólo quedarse en casa como gran parte de la gente mayor, la mayoría de "personas" que participaban de la depuración eran más que nada sobrenaturales en busca de su nueva manada o grupo de lo que sea que eran ellos mismos y la parte que sobra eran adolescentes estúpidos que se creían invencibles.
Las manadas constaban de un grupo de Vampiros, Lobos, Banshees, etcétera con su mismo poder "especial" es decir, estan los tipicos vampiros básicos que leen mentes, esos fueron transformados por su original y son una "manada". Están los vampiros que te hipnotizan por ejemplo, un original busca a un mortal muerde o marca a éste y luego debe matarlo con su poder, de esa manera se transformaban y hacian sus propias "Manadas" o legiones.
En fin, solo siguió caminando hasta llegar a cierto límite donde no pudieran verlo y se dirigió a la casa de su mejor amigo Nate desapareciendo de la misma manera que cuando curo a la chica y se fue a la velocidad de la luz.
Al llegar al lugar se dirigió al patio trasero y abrió la puerta de ese lado con total libertad. Eran amigos desde hace años, no era parte de su legión, Aerys no tenia legión ha decir más bien, no quería que nadie tuviese su mismo poder. Su grupo conformaba en Nate, Tywin, Abby, Nora y Ángel.
Nate era un lobo alfa, su especialidad era el poder de meterse en el cuerpo de los seres sobrenaturales y humanos podido también controlar su cuerpo mentalmente. Tywin, era un lobo beta, su especialidad era adormecer por días, su garras emanaban un tipo de líquido baboso transparente que dopaba inmediatamente a la persona que fuese rasguñeada, si clavaba sus uñas por más de 5 segundos en el cuello de la víctima, moría también de inmediato. Abby y Nora, Banshees, las banshees sienten una fuerte atracción hacia la muerte. Esto las lleva a encontrar cadáveres y escenas de asesinato con facilidad, incluso cuando no las están buscando. Su especialidad es su grito, que puede ser escuchado por las demás criaturas sobrenaturales aún cuando están muy lejos. el grito de las Banshee puede ser empleado como un arma ofensiva. Puede ser proyectado como una onda de choque capaz de repeler objetos y personas a corta distancia a una muy lejana y violentamente, el grito de una Banshee puede incluso reventar el cráneo de un ser humano si es lo suficientemente fuerte.   Angel, Quimera, no posee fuerza sobre humana solo su capacidad para camuflarse (hacerse invisible) con su entorno. Por último Aerys, vampiro, su especialidad era el poder prender fuego a las personas con solo extender una mano hacia abajo abriendola y pronunciando una palabra en griego " Pyrkagiá" que quería decir fuego.

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⏰ Última actualización: Dec 06, 2017 ⏰

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